La foto que no fue

Por Pablo Daniel Blanco. El senador nacional radical recuerda con emoción al gran piloto y político nacional Carlos Reutemann.

La partida de Carlos Reutemann es un golpe duro para mí. Fue mi ídolo de juventud, el que me hacía amanecer los fines para ver sus carreras. Como buen fueguino fui y soy aficionado al automovilismo. Ya desde 1965 este hombre de pocas palabras y gran acción me había conquistado con sus habilidades en pista. Tenía sus posters y era, como dirían los chicos de hoy, un fanático “maaal” de él. Soñaba con poder cruzármelo alguna vez, me hubiese contentado en aquel entonces con verlo de lejos. Quería a toda costa tener su autógrafo tal como hoy muchos adolescentes lo sueñan con Messi, con Del Potro o antes con Diego. Soñaba con manejar como él, con tener tanto coraje y decisión. Yo no era fanático de una marca. Nunca fui de Ford o de Chevrolet; de Lotus, de Ferrari o de Williams, fui admirador incondicional de él. 

Cuando se retiró seguí siendo un apasionado de las carreras, pero ya no era lo mismo. No encontraba el magnetismo suficiente como para estar frente a la tele. Ya nada para mí sería igual en la Fórmula 1. 

Pasaron los años y la política lo convocó. Fue dos veces gobernador de Santa Fe y tres veces Senador de la Nación. Pudo haber sido presidente y declinó la oportunidad con una frase misteriosa que me quedó grabada para siempre: “Vi algo que no me terminó de convencer” y unos meses más tarde dijo: “No se puede uno poner la banda presidencial y después ver qué se hace. Esto no es un chiste”. 

Serio, planificador, trabajador, comprometido con el campo y el trabajo de su país, Reutemann fue una persona y un político responsable. Como buen piloto, jamás hubiera aceptado ser presidente de la Nación para dejarse manejar. 

De chico soñaba con tener su foto con su firma estampada y, de ser posible, con una dedicatoria. 

Desde que llegué al Senado de la Nación sólo lo vi de lejos una vez. Después vino la pandemia y hoy este triste final que no sólo me conmueve a mí sino a millones de argentinos. 

Me quedaré para siempre con el recuerdo de su enorme sonrisa ganadora y la foto que no fue. 

Gracias por todo Lole, estés donde estés. 

Login

Welcome! Login in to your account

Remember me Lost your password?

Lost Password