Diputados fueron a la Justicia por la carta de Nicolini

Waldo Wolff y Jorge Enríquez ampliaron una denuncia que ya habían impulsado contra autoridades sanitarias, aportando los datos que surgen de la difusión de la nota remitida por la asesora presidencial para recibir más dosis de Sputnik V.

Siguen los ecos disparados por la difusión en el diario La Nación de una carta que la asesora presidencial Cecilia Nicolini le mandó a Anatoly Braverman, mano derecha del CEO del Fondo Ruso de Inversión Directa, y ahora diputados del Pro hicieron una presentación ante la Justicia a partir de este episodio.

En rigor, se trata de una ampliación de denuncia la que hicieron los diputados Waldo Wolff y Jorge Enríquez, para que comparezca Nicolini al Congreso, a explicar la carta en la que para ambos legisladores ella confiesa que las vacunas Pfizer “no llegaron por cuestiones geopolíticas”.

Enríquez explicó que ellos habían iniciado ya varias acciones legales relacionadas con el tema vacunas, y en este caso ameritaba una nueva presentación a partir de una carta que calificó de “escandalosa”.

El legislador se quejó porque “algunos de nuestros jueces parece que actúan conforme la teoría de la ‘defección estratégica’; es decir, caminan a dos velocidades según cual sea el Gobierno de turno”. En diálogo con Diputados TV, Enríquez recordó que en algunos casos han rechazado las denuncias, como es el de la jueza María Eugenia Capuchetti, que “rechazó prácticamente todos los casos de los vacunados VIP, cuando esto es una cuestión que conoce todo el mundo y nadie puede dejar de pensar que estos vacunatorios existieron”.

En este caso, agregó el diputado del Pro, “hemos iniciado esta causa porque nos parece vergonzosa esta carta escrita por una asesora presidencial, (Cecilia) Nicolini, y también avalada por (la ministra) Carla Vizzotti. Por eso hemos pedido nosotros una denuncia penal contra ellos, porque a nuestro juicio hay por lo menos cinco delitos: abuso de autoridad, abandono de persona, propagación de enfermedad, propagación de enfermedad contagiosa/epidemia, y también malversación de bienes públicos, porque las vacunas son bienes públicos y por supuesto unas negociaciones incompatibles con la función pública”.

Para Enríquez, esa carta es “la más humillante que he visto en mi vida”. Y agregó: “Por eso cuando escuchaba a Máximo Kirchner diciendo que jamás nos íbamos a arrodillar ante un laboratorio extranjero, vemos que la señora Nicolini en esa carta nos está diciendo: ‘hemos hecho los máximos esfuerzos, hemos luchado por ustedes’… Está diciendo que lucharon por un país ajeno a nosotros. Lucharon por ‘el proyecto’… ‘Proyecto’, sabemos lo que significa: está hablando por un proyecto político, y parecería que fuera una amante despechada”.

“Porque después dice (algo así como) ‘no nos queda otro remedio que entregarnos a los brazos de los americanos’. Le están diciendo ahí que la inclusión de la palabra ‘negligencia’ fue puesta para abortar la posibilidad de cualquier negociación con el laboratorio Pfizer”, agregó el legislador. Y concluyó aclarando que él no está “enamorado” de Pfizer. En su caso puntual dijo que él ya fue vacunado con las dos dosis de Sinopharm, pero aclaró que lo que no puede admitir es que “hoy tenemos más de seis millones de personas que están esperando una segunda dosis, habiéndoseles vencidos ya las famosas 12 semanas de las que se hablaba” para recibir la segunda dosis.

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