“Estoy otra vez ante una campaña electoral”, arrancó diciendo Cristina Kirchner, que se remontó entonces a 1987, cuando encaró la primera de la que tomó parte. Y advirtió que “de todas las campañas electorales que me tocó participar, no hay ninguna como esta. Y miren que fui candidata en 2001, cuando había que ser candidata… Después en 2003, con un país defaulteado, endeudado… Pero este es un momento especial”.

Señaló que “nunca habíamos ido a una disputa por los cargos electorales en estas condiciones”, y en homenaje a los que ya no están y a los que se salvaron, pidió a todas las fuerzas políticas “ver si podemos inaugurar una forma de discutir y debatir en la Argentina, que no sea para el marketing o ver quién da la frase más ingeniosa”.

“Esta es una excelente oportunidad para que lejos de discutir anécdotas, nombres, adjetivaciones, comencemos a discutir de política. De lo que vivimos, las equivocaciones, errores, aciertos, porque la otra cuestión muy importante es que todos los que van a elecciones, todos y todas, han gobernado la Argentina”, recordó.

Con todo, Cristina aseguró que no todas las consecuencias que han dejado los que han estado en el gobierno son iguales, y en ese sentido ensalzó los gobiernos de ella y su esposo. “Nosotros desendeudamos al país, con nuestros aciertos y errores”, enfatizó, para hacer luego una comparación entre el endeudamiento y la Copa América. Así como pasaron 28 años sin que saliéramos campeones, dijo, y había jóvenes que en consecuencia nunca habían tenido esa experiencia, señaló que “en 2015 había pibes que nunca habían escuchado hablar del Fondo Monetario Internacional, porque ya no venían a controlar nuestras cuentas. Eso dejó de existir”.

Comentó entonces que en los próximos días llegarán al país los Derechos Especiales de Giro (DEG) que el FMI entregará a todos los países socios. Y esta vez entregará dólares a tasa cero, para que los países “hagan frente a los estragos de la pandemia. Pero nosotros no vamos a poder destinarlo a eso, porque desde 2018 debemos 45 mil millones de dólares al FMI”.

Por eso la vicepresidenta volvió a advertir que “un tema de debate importante es discutir cómo se va a pagar, quiénes van a pagar la deuda”.

“Ya hemos probado un modelo que era de producción, de generar valor agregado, buenos salarios; ahora va a ser más dificultoso, porque tenemos una deuda mucho más pesada. Es una oportunidad para que las fuerzas políticas argentinas hablemos sin beneficio de inventario. Discutamos todo lo que hay que debatir, porque creo que esta es la última oportunidad que vamos  a tener como país, sino encontramos una solución conjunta”, expresó en otro pasaje.

Cristina afirmó luego que “sabemos desde el Gobierno que esto tiene que requerir el esfuerzo y la ayuda de todos, y lo hace a diario, pero es imprescindible que esta etapa que vamos a abordar en beneficio de la gente, lo hagamos desde la responsabilidad y seriedad de la discusión”. Y pidió dejar de lado el marketing y el coaching. “Con saltitos y risitas no vamos a ninguna parte”, ironizó.

“Hay una experiencia, mejorémosla, pero no intentos decir que tenemos que volver a ser lo que en 4 años casi nos lleva al tacho a todos y todas”, concluyó.