“Si no gano, igual voy a acompañar”, aclaró Manes
A una semana de las elecciones, cuestionó a su rival Diego Santilli por rechazar el debate y aclaró que a partir del domingo “vamos a estar juntos, pero con distintas ideas”.

El precandidato a diputado nacional de Juntos en la provincia de Buenos Aires Facundo Manes deslizó una crítica porque “en la crisis más grande de la historia, la dirigencia política se pelea entre ella y está alejada de lo que vive la ciudadanía”.
Para el neurocientífico, “hace décadas que la Argentina viene involucionando. Es un país que involuciona sin guerras. Las variables van para abajo: la dirigencia mira sus privilegios y se olvida del paciente, el país”.
Manes evaluó que en el espacio que lidera, Dar el Paso, se genera “algo de abajo hacia arriba. El desafío es inspirar a una sociedad que está resignada y no cree en nada. Es una sociedad que no cree en la educación como modelo de desarrollo”.
En diálogo con CNN Radio, Manes se refirió a los embates que recibe desde la oposición e incluso desde Juntos por el Cambio: “Tuve ataques de cuchillo, por atrás. Un ataque habla de ellos, no de mí. Soy médico y me entrené para sanar”. Y respecto de sus perspectivas para las elecciones del domingo, señaló que “hay encuestas que se hacen por teléfono fijo, y hoy nadie tiene teléfono fijo. Estoy gratamente sorprendido por lo que provoca nuestro espacio, que está creciendo y no tiene fecha de vencimiento”.
Consultado sobre Mauricio Macri, Manes dijo que “es un expresidente y hay que respetar a los expresidentes como símbolos. Pero él pertenece al Pro y yo no. Acá discutimos que la coalición tenga una dinámica distinta de la de 2015-2019”, acotó. Y acerca de los dichos de Macri sobre que “el Gobierno cambia o se va a tener que ir”, replicó: “De lo que diga Macri se tiene que hacer cargo él”.
El precandidato enfatizó que quiere “debatir” con Diego Santilli, sobre “lo que pide la gente. Empleo, educación… Pero él no quiere debatir”.
“Hace años que estamos encerrados entre pollo y pasta. Ahora estamos generando algo nuevo. Proponemos encarar el fracaso y cambiar de rumbo hacia la normalidad. Por ahí no se quiere debatir para no dar visibilidad al oponente. No hay peligro de que se rompa la coalición. Lo que hay son distintas identidades”, deslizó.
“Existe una sensación de que la Argentina está acabada. Por eso di el paso. No podemos renunciar. Los jóvenes están preparados para conquistar el futuro, no para que los conquisten en una elección. El problema no son ellos, son los viejos que los trajimos hasta acá. Es difícil ser joven en la Argentina, pero yo les digo que no aflojen. Hay que evitar que la dirigencia los trate como estúpidos”, afirmó.
Su postura sobre economía, explicó, consiste en “tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario, inteligente y eficiente. El problema es de confianza. No hay credibilidad. Y otro problema es la productividad. Con Carlos Menem no hubo inflación, Nicolás Dujovne no dejó déficit, Martín Guzmán tuvo superávit pero la economía no creció y la pobreza siguió subiendo. No hubo confianza para la inversión”, expuso.
“La gente gente no da más. El ritmo de inflación es tremendo. Se puede hacer un gran acuerdo político e ir a la causa del problema. En la Argentina emparchamos. Tratemos los síntomas, pero también las causas”, concluyó.
“Si no gano, igual voy a acompañar. Esta es una coalición. Vamos a estar juntos, pero con distintas ideas”, finalizó.