Del Caño puso como ejemplo de lucha los sucesos en Chile y Colombia. “Dejame los problemas de Chile”, sugirió Espert, que le replicó con Nicaragua y Venezuela.
El momento del cara a cara no tuvo sorpresas en cuanto a los candidatos que confrontaron. Lo hicieron en el mismo orden que se ubicaron en las PASO. Por eso el segundo turno estuvo protagonizado por el tercero y el cuarto de esa elección: Nicolás del Caño y José Luis Espert.
El candidato de izquierda le dijo al economista liberal que él habla mucho contra la informalidad laboral, por lo que le preguntó puntualmente por lo que consideró un “fraude del monotributo” que cometerían las aplicaciones con los trabajadores de delibery. “Un fraude laboral escandaloso”, abundó.
Al pedir precisiones Espert, Del Caño citó el caso de que esos trabajadores no tienen vacaciones pagas, por ejemplo, a lo que el economista primero sugirió pensar en los que están sin trabajo y luego respondió: “La empresa que haga lo que quiera. Por mí, en mi vida fui empleado en relación de dependencia. No me quejé nunca, siempre estuve solo como loco malo”.
“Avala un fraude escandaloso”, le endilgó Del Caño, a lo que Espert sugirió pensar en los “seis millones de laburantes en negro”, y le endilgó: “Vos querés frizar la Argentina pobre”. A lo que Del Caño replicó: “Vos querés sacarle todos los derechos a los trabajadores”.
El dirigente de izquierda continuó afirmando que “los países que vos defendés, Chile, Colombia, están estallados”, y Espert le contestó en tono irónico: “Dejame tener los problemas de Chile… ¿Qué te parece Nicaragua? ¿Y Venezuela?”.
Y mientras Del Caño insistía en que en los países que él había citado los trabajadores están movilizados, Espert le sugería: “Internate, Nico, estás mal de la cabeza. Yo creo que vos te tenés que internar. No te queda más país para defender”.
Cuando le tocó a Espert elegir a quién preguntarle, optó por Del Caño. “Vamos a seguirla”. Y le preguntó: “¿Vos conocés países que defiendan las ideas tuyas, donde la gente viva bien y no tengan un dictador que caga a palos a la gente que está muerta de hambre? ¿En Estados Unidos, en Suiza, viven mal?”.
Luego de que Del Caño le recordara que ellos son una corriente trotskista, enfatizó que “el capitalismo que vos defendés ya no va más, todas las tecnologías están al servicio de los intereses sociales, no de un pequeño puñado de ricos que tienen ingresos de la mitad de las personas del mundo”.
Luego la emprendió contra las offshore y le endilgó a Espert defenderlas. “¿Vos me decís que yo defiendo empresarios que llevan la plata afuera? ¿Quiénes son?”.
Tras una serie de chicanas y reconvenciones de los moderadores, Del Caño cerró el cruce denunciando que “vos viajaste en los aviones de los narcos que te bancaron la campaña”.