“Nada de lo que soy me indica que este es el camino que quiero seguir, pero creo firmemente en la idea de que el interés público siempre debe estar por encima de los intereses personales”.

“Con todo el dolor del mundo y la frustración de no tener alternativa, quiero anunciar mi renuncia al cargo de senador por la provincia de Buenos Aires”.

“En política las buenas ideas no tienen dueños, tienen beneficiarios”.

“Los adversarios nunca son enemigos y representan a una porción a los argentinos cuyos valores, intereses y deseos son tan atendibles como los de uno y que se puede hablar, negociar y acordar sin relegar lo que uno es y lo que uno defiende”.

“El diálogo no puede ser solamente táctica, convencimiento y competencia. La lógica transaccional en la que negociar es solamente un cálculo contable, nos despoja de sentido y nos convierte en meros mercaderes políticos que dejan de mirar el bien común”.

“Vivimos en un país enfocado en la grieta y en el debate violento, un país en el que la gente escapa de la política, la desprecia y la condena. Un país en el que la gente se recluye en lo privado, soltando el sueño de ser parte de la construcción de una Argentina mejor”.

“Nuestro país clama por consensos. Los números de pobreza, la falta de desarrollo, los jóvenes que se van del país, la catástrofe educativa y la continua y prolongada postergación de nuestros sueños producida por un estancamiento del que somos culpables los políticos, nos obliga a gobernar diferente”.

“Todos hemos sido culpables de gobernar con tapones en los oídos, nosotros también; no hay más tiempo para eso. Nadie tiene más tiempo a que juguemos a no ponernos de acuerdo”.

“Ya probamos con la grieta y acá estamos. Esta Argentina que tenemos es la resultante de nuestra incapacidad, de encontrar soluciones comunes a esos problemas”.

“Es muy importante para mí saber que a pesar de las diferencias y las peleas, vibra en cada uno de ustedes el deseo latente de hacer una Argentina próspera sostenible, pujante e inclusiva”.