En tanto, el titular de la cartera de Economía le respondió al diputado del Pro que “los números presentados se verifican con la realidad” porque “la economía está creciendo”. A su vez, reconoció que “la inflación fue superior al año pasado”.
Durante la presentación del Presupuesto 2022 que hizo el ministro de Economía, Martín Guzmán, en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados el legislador Luciano Laspina (Pro – Santa Fe) cuestionó fuertemente el proyecto presentado porque “es ficticio”. También le consultó sobre la inflación, jubilaciones y posibles escenarios ante el pago del FMI. En tanto, el titular de la cartera de Economía remarcó que “la inflación es un objeto central en la política economía y es una ambición del Gobierno”.
Tras explicar los puntos principales del Presupuesto 2022, Laspina agradeció la presencia de Guzmán y cuestionó: “Tenemos una total discrepancia respecto al diagnóstico que usted plantea respecto de la situación de la economía argentina, lo cual es difícil pensar un cuadro de crecimiento y estabilidad como plantea el presupuesto cuando vemos una inflación que se está acelerando”.
En ese sentido recordó que “la ley del 2001 tenía una proyección de presupuesto de inflación del 29% y vamos a terminar en un 50% este año y se hizo a expensas de un atraso en la política de cambio”, y agregó: “Es difícil imaginar que si las herramientas no están presentes el próximo año es difícil pensar en una desaceleración de la tasa de inflación más aun aplicando las mismas herramientas que se aplicaron este año”, haciendo alusión del congelamiento de precios porque “acumula un problema más que una solución”.
“Las reservas están en franco caída”, advirtió el legislador del Pro y manifestó que “todo esto se da en una situación social desesperante y con un Gobierno que sacó un 32% de los votos. Presentaron un proyecto idílico en donde todo sale bien el próximo año, donde todas las correcciones no tienen ningún impacto, me parece un poco irreal o ficticio para encarar una discusión sería el presupuesto”.
En ese contexto, criticó: “Creo que gran parte de lo que pasa hoy es haber dilapidado los cuatro colchones macroeconómicos que se habían generado que, a mi juicio también, le costaron a Mauricio Macri. Se consumieron en una cuarentena larguísima imposible de financiar para la economía”, y agregó: “No quiero que los ajustes recaigan sobre los jubilados y pensionados”.
A su vez, el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto sostuvo: “El producto no crece hace 10 años, hay que debatir cuáles son las reglas de juego para que Argentina pueda exportar, invertir, generar trabajo”, y apuntó: “Algo que sucede desde que los kirchneristas dinamitaron la base del crecimiento generando sesgo anti inversión, anti empleo, sobre eso el presupuesto tampoco dice nada. Tampoco sobre reformas de austeridad del gasto”.
“El crecimiento no llega a tiempo, la pagan los pobres porque la política no quiere hacer las correcciones y lo tiene que hacer el sector privado, es lo que pasó este año. El Estado siguió emitiendo dinero y generó una inflación más que el PBI”, criticó y advirtió que “si no generamos una actualización del presupuesto, estamos votando un ajuste porque la proyección de gastos y recursos da una caída de casi 0,8 de prestaciones y un ajuste fiscal del 5%”.
“Es viejo lo que estamos votando respecto a la proyección del año que viene”, ratificó el referente del Pro.
A su vez, cuestionó que “este presupuesto es muy difícil de financiar porque los supuestos que tiene en materia de mercado superan los de este año, se duplica el endeudamiento neto del mercado. También un supuesto heroico en materia de financiamiento con organismos internacionales”.
“La tasa de expansión monetaria del año que viene es muy alta”, apuntó en otra línea y manifestó: “La falta de un programa presupuestario, creo que necesitamos saber si hay algo que modifique el escenario de este año respecto del que viene. No hay más nada, solo las mismas herramientas que se aplicaron que no han funcionado ni ahora ni nunca”.
Por último, opinó que “se necesita un programa de estabilización y de financiamiento para salir de esto”, y concluyó: “Si no nos podemos poner de acuerdo en aprobar este presupuesto, más difícil será aprobar el programa plurianual. Necesitamos el diálogo entre oficialismo y oposición”.
Por consiguiente, Guzmán ante todo agradeció las preguntas y comentarios porque “dan lugar a un debate de valor”. Respecto a la discrepancia sobre el cuadro de situación de la economía argentina explicó que “los números que presenté se verifican en la realidad con un crecimiento que estará en el 10%, el empleo creciendo, la inversión, las exportaciones, y es correcto el dato que la inflación fue superior a lo que se proyectó el año pasado”.
“Hay un progreso importante en la economía real. La inflación es un objeto central en la política economía que va a poder establecer una dinámica descendiente, esperamos para noviembre una reducción de la inflación intermensual e interanual. Tenemos el cuadro financiero, la economía argentina va por dos canales, por la economía real que hay claro progreso y el de la financiera que muestra otra situación que no está alineada con la economía real de la argentina”, precisó.
Asimismo, remarcó que “la Argentina es un país de ingresos medios y queremos seguir atacando todos esos problemas para que el país vaya por el carril del progreso”.
Respecto de las políticas, expresó: “En 2020 hubo un crecimiento de déficit fiscal y de emisión monetaria, pero ¿cuál era la alternativa en un contexto de pandemia? ¿Qué hubiese pasado si no hubiese estado el programa ATP, el programa familiar de emergencia, si no hubiese habido la reducción de contribuciones patronales, la asistencia de bonos para mantener las jubilaciones?”, y sugirió: “Tenemos que ver siempre las consecuencias de los dos caminos, hubiese habido una mayor destrucción de la capacidad productiva que no hubiese permitido que el país se recupere como ahora”.
“Hay que ir en un sendero sostenible donde trabajo y producción sean los ejes centrales para tener un país con mas previsibilidad y un Estado con más fuerza”, subrayó el ministro de Economía.
Sobre el tema de la inflación, precisó: “Busqué otorgar realidad sobre los desvíos que se dieron sobre el escenario que se construyó hacia el septiembre del 2020 y el que se registró este año donde había factores imposibles de tener en cuenta”.
“Para pensar en el 2022 tengamos en cuenta que la proyección es formulada al 15 de septiembre de este año y pasaron tres meses, es una dinámica inflacionaria que añade un factor de mayor persistencia que buscamos atacar. En este proceso de negociaciones internacionales buscamos que haya mayor financiamiento para reducir la emisión monetaria”, aclaró Guzmán.
A su vez, destacó que “desde el punto de vista del 15 de septiembre el 2021 se planteó un escenario de reducción de la inflación que busca y muestra la ambición del Gobierno de atacar este problema que daña el funcionamiento económico. Hay factores que ha ido evolucionando”.
“El Gobierno nacional reconoce la ambición en la reducción de la inflación, pero tiene que ver con la centralidad que se le da a ese objetivo”, resaltó el funcionario.
En suma, sobre los colchones disintió con la idea de un “colchón externo que nadie se querría acostar ahí porque es muy grave la situación que quedó el sector externo. Desde el punto de vista fiscal hubo una reducción del déficit, pero se hizo sobre la base de una contracción de la política de gasto que contribuyó a una profundización de la recesión”. “La carga de deuda que le quedo en materia extranjera al país era insostenible y lo estamos atacando”, ratificó.
Sobre los escenarios ante el pago al FMI explicó: “Un escenario implica es eliminar a cero el gato de capital, eliminar los subsidios de energía y transporte, otro es eliminar completamente las AUH y las asignaciones familiares, el potenciar trabajo, el progresar, eliminar todas las políticas alimentarias, no comprar vacunas Covid-19 y el financiamiento a universidades. Desde el punto de vista externo es lo contrario a un colchón, se le hizo un grave daño a la Argentina”.
“Tenemos que lidiar con una doble crisis, económica y sanitaria, entonces es importante tener en cuenta las disyuntivas asociadas”, destacó y sobre el punto de vista del sesgo anti inversor comparó que “hay datos que la inversión esta por encima de la inversión de fines del 2019. Nos importa que crezca la inversión en la Argentina. No se registró un influjo de inversiones”.
Respecto de los gastos aseguró que “una política que conlleve un ajuste del gasto no sería apropiada en las condiciones actuales porque detendría el crecimiento”, y sobre jubilaciones y pensiones, consideró que “vemos una economía de crecimiento del gasto previsional como de las jubilaciones y además el compromiso pleno del Gobierno es evitar una caída de las jubilaciones y para fortalecer el incremento ha ido implementando bonos para reforzar el poder adquisitivo de los jubilados”.