No estoy contra el campo
Por Pablo Yedlin. El senador nacional por la provincia de Tucumán realizó una reflexión sobre la movilización que llevó a cabo el campo autodenominada “tractorazo” en contra del aumento de las retenciones.

La movilización de hoy del “campo” autodenominada “tractorazo” para evitar el aumento “presunto” de retenciones me ha dejado sensaciones encontradas.
Para empezar; es increíble ver a la “política” de la derecha argentina apoyando la marcha, y transmitiendo que la “otra” política odia al campo, a la producción e incluso a la propiedad privada.
Es llamativo ver a “porteños” que no han conocido un arado en su vida y que se autodenominan “pro-campo”, únicos conocedores del trabajo duro, matinal y esforzado y le atribuyen al resto de la dirigencia la cualidad de “anti campo”, “anti desarrollo”, “anti patria”, además de parásita e improductiva.
Cuando llegó la pandemia este mismo gobierno “anti desarrollo” tuvo que duplicar las camas de terapia intensiva del país. Asegurar que ningún argentino muriera sin asistencia. Garantizar los insumos y medicamentos (muchos importados) a pesar de haber recibido un país sin reservas y sin acceso al crédito.
Este gobierno al que refieren como “antipatria” tuvo que tomar medidas de aislamiento antipáticas, discutir con una oposición que no quiso barbijos, vacunas ni restricciones. Pero además este gobierno “insensible”, intentó que los desbastadores efectos económicos de la pandemia se atenuaran, generando “Repros”, “IFES” créditos a tasas 0, créditos a tasas subsidiadas que, por supuesto tuvieron un costo fiscal enorme, pero atenuaron el impacto en el sector privado permitiendo una recuperación más rápida de la económica, descuento que el gobierno campestre con zapatos acharolados no hubiera tomado este tipo de medidas tan “deficitarias”.
No soy y no creo que el gobierno sea anti campo, ni anti patria…
La situación postpandemia con la guerra provocada por la “invasión rusa” a Ucrania, ha generado otras complicaciones.
El aumento internacional de los precios de la Energía y de los Commodities que exportamos del rubro alimentario, generan en una economía muy “indexada” como la nuestra, un proceso inflacionario que requiere y requerirá medidas duras quizás hasta antipáticas que deberán discutirse en el Congreso con acuerdos y consenso.
Debemos mantener el acceso de todos los argentinos a los alimentos, esa es la primera prioridad.
Frente a esta compleja situación, “el tractorazo” no debe ser repudiado, todos tenemos el derecho a manifestarnos y seguramente todos los que lo hacen, pero todos tienen parte de verdad en sus reclamos.
Lo de la oposición política subida a los tractores es otro tema, y creo que si merece la crítica. No todo vale para ganar una elección. Los consensos son necesarios para salir de la situación que vivimos. Y los consensos son difíciles cuando de un lado se creen “la patria” y endilgan al otro como la “antipatria”.
No estoy contra el campo, nunca lo estuve, no son antipatria. Si estoy listo a discutir soluciones apura el País que incluyan a todos los argentinos, pero primero a los más desvalidos. No pienso que cada uno se debe salvar solo, en base a sus méritos, en los que también creo, sostengo la obligación del Estado en garantizar la mejor calidad de vida posible para todos sus habitantes, y eso debemos construirlo entre todos.
Nadie sobra en la Argentina.