Una de las iniciativas propone eximir del pago de bienes personales a los autos de fabricación nacional de hasta 6.000.000 de pesos y la otra busca la eximición de impuestos internos a los autos de hasta el mismo valor y a las motos de hasta 650.000 de pesos.
El senador nacional Pablo Daniel Blanco (UCR – Tierra del Fuego) presentó dos proyectos que buscan reactivar la industria automotriz que ha sufrido “la peor caída en sus ventas” desde el 2002 y, a su vez, propone reducir impuestos para alivianar la carga tributaria sobre el bolsillo de los argentinos.
“Propongo modificar la Ley de Bienes Personales eximiendo del impuesto a los autos a aquellos cuya valuación sea menor a 6.000.000 de pesos, importe que se actualizará anualmente por el coeficiente que surja de la variación anual del Índice de Precios al Consumidor Nivel General (IPC) que suministre el Instituto de Estadística y Censos”, explicó el legislador fueguino.
Y agregó: “El principio que persigue este proyecto es eliminar el gravamen de un bien importante para personas y familias como es el automóvil (el otro es la vivienda que ya está eximido en hasta 30.000.000 de pesos)”.
“En diciembre de 1991 se establecía con carácter de emergencia y por el término de NUEVE (9) períodos fiscales, la ley de bienes personales. Treinta años después sigue vigente un impuesto que debía finalizar en 1999. Es increíble pensar que un bien tan necesario para la familia argentina tenga que pagar un impuesto que era de emergencia, que llegó para quedarse y no se fue nunca más”, relató Blanco.
“El ABC del sistema tributario argentino es crear impuestos de emergencia que quedan fijos para siempre. Hay que terminar con esto”, remarcó.
Por ese motivo, el senador radical resaltó que “la razón de esta ley es ayudar al trabajador que posee un vehículo que le ha costado muchísimo sacrificio adquirir y que hoy está viendo si lo mantiene o lo vende, porque cada día que pasa le aumenta el combustible, los gastos de mantenimiento, la patente y el seguro. No veo razón para que encima tengamos que sumarle un impuesto que fue diseñado para un sector de la sociedad en otra época y que gozaba de un poder adquisitivo mayor”.
“Es por ello -y para que no se preste a la especulación- que hemos fijado un tope de $ 6.000.000 de pesos, de manera tal que una gran cantidad de autos de bajo valor no sean alcanzados por el impuesto para lograr que no estén incluidos en esta reforma los de mediana y alta gama”, explayó.
También el senador fueguino presentó otro proyecto que busca modificar la Ley de Impuestos Internos eximiendo aquellas operaciones de compra de automóviles cuyo precio de venta, sin considerar impuestos, incluidos los opcionales, sea igual o inferior a pesos seis millones ($ 6.000.000) y en el caso de las motos cuando sea inferior a $ 650.000. Hoy los impuestos internos de un auto de entre $1.300.000 y $2.400.000 pagan el 20% de impuestos y superado ese monto, pagan el 35%”.
“La alta inflación y la suba del dólar han disparado los precios de los automóviles y hoy es casi imposible para la mayoría de la población adquirir un vehículo al contado. Por otra parte, las ventas a través de planes de ahorro se han desplomado por el alto costo de las cuotas y la incertidumbre de su valor a corto plazo y la escalada inflacionaria”, argumentó el legislador opositor y agregó: “No menos importante es el costo del patentamiento que, en algunas provincias, puede llegar al 8% del vehículo, lo que termina por destruir las ilusiones de los compradores que ven cada vez más lejos la posibilidad de comprar un 0km”.
Por último, consideró que “ante este escenario, creemos necesario recuperar la capacidad de compra del trabajador argentino para volver a brindarle la oportunidad de adquirir un vehículo e impulsar la recuperación del sector automotriz”, y destacó que “que una parte de los impuestos que el estado dejará de percibir por esta vía, regresaran por otras impulsando nuevamente la recuperación del empleo y el bienestar de nuestra gente”.
