El proyecto, enviado por el Poder Ejecutivo, se trató en un plenario de comisiones de Industria y de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Un plenario de comisiones de Industria y de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados inició este miércoles el debate del proyecto, enviado por el Poder Ejecutivo, que propone una prórroga de la Ley de Biotecnología, a la vez que incorpora la nanotecnología a ese régimen de promoción y beneficios fiscales que está próximo a vencer.
En el final del encuentro, el presidente de Industria, Marcelo Casaretto (FdT), anticipó que la semana que viene se llevaría a cabo una nueva reunión y, en caso de ser necesario, se convocarán a más expositores, al tiempo que se pasará al debate del articulado, en base a sugerencias de modificaciones al texto original que ya se acercaron desde la oposición.
En el marco de la reunión informativa, en primer lugar, tomó la palabra el secretario de Industria, Ariel Schale, quien aseguró que el objetivo del Gobierno es “seguir fortaleciendo el entramado productivo nacional, en este caso en uno de los sectores más dinamizantes, donde se despliegan las mejores capacidades de los argentinos, como es el sector de la biotecnología”.
El funcionario explicó que la iniciativa apunta a extender la ley vigente -que vence en julio de este año- hasta 2037, de modo de que el esquema de incentivos y promoción se mantenga para “poder marcar un horizonte a largo plazo para que nuestras empresas puedan planificar con tranquilidad y estabilidad del marco normativo”. Asimismo, se prevé “incorporar a otro eslabón central como la nanotecnología, actividades muy coexistentes”.
Schale recordó que la ley fue “diseñada durante el gobierno de Néstor Kirchner”, sin embargo, algunos de sus beneficios se reglamentaron en 2018, durante el gobierno anterior. Por eso, analizó que en este debate “estamos en un proceso de construcción de política de Estado”.
A continuación, la subsecretaria de Economía del Conocimiento, María Apólito, resaltó que “la biotecnología es un sector muy relevante en Argentina, que está dentro de los veinte países con más empresas dedicadas a la biotecnología, donde se apuesta fuertemente, sobre todo, al tema agro, salud humana y animal”. “Hay muchos proyectos en marcha que tienen que ver con la remediación del medioambiente”, agregó.
En cuanto a la nanotecnología, la funcionaria detalló que hay “80 empresas, de las cuales 20 o más de 20 han surgido en los últimos tres años”. En ese sentido, defendió la inclusión de la nanotecnología “no solo porque están incrementándose las empresas del sector, sino porque hay muchos proyectos hoy que combinan ambas actividades”.
En estos últimos tres años, Apólito precisó que se otorgaron “590 millones de pesos de beneficios fiscales”. “Las empresas que utilizan los beneficios recuperan aproximadamente un 43% de la inversión”, afirmó y explicó que estos “son sectores que requieren no solo de recursos humanos calificados, sino de grandes inversiones y plazos largos para recuperar esas inversiones”, por lo cual “un régimen de esta naturaleza es fundamental para seguir desarrollando esta actividad”.
A su turno, el presidente de la Agencia I+D+I, Fernando Peirano, manifestó que “es imprescindible prorrogar este régimen porque hay un ciclo de inversiones en marcha. Necesitamos no solo ayuda económica, sino brindar certidumbre”.
“Tenemos el desafío de combinar la inversión con la innovación. Tenemos que pensar en un ciclo de políticas públicas que esté en sintonía con el ciclo de decisiones en el ámbito de la ciencia, tecnología e inversión empresarial”, consideró, y apuntó que eso “excede a una gestión” sino que debe pensarse a largo plazo, “a más de una década”.
Y añadió: “Apoyemos un instrumento que tiene como rasgo los proyectos intensivos de bienes de capital y démosle a esa inversión, importante y distintiva para nuestro país en investigación y ciencia básica, la oportunidad de transformarse e ir de las ideas a los proyectos, de los proyectos a nuevos productos, y porque no a nuevos empleos y exportaciones”.
Gabriela Ciccia, representante de la Cámara Argentina de Biotecnología, dijo que “la pandemia si tuvo algo bueno es que a los que hacemos ciencia, tecnología, innovación y biotecnología nos hizo visibles”.
“Argentina es líder en biotecnología, también puede pasar que lo seamos con la nanotecnología. ¿Por qué es líder? Porque tenemos recursos humanos altamente calificados, tanto del sector científico público como del privado; tiene infraestructura productiva; tiene autoridades regulatorias; y tiene un marco regulatorio”, destacó.
Ciccia aseguró que “estamos muy de acuerdo con la prórroga, sabemos que esto vence en junio, y deseamos que el Congreso pueda prorrogarlo”. Sobre algunos puntos del proyecto, pidió que en la ley figuren “los bonos de crédito fiscal” que hoy están en un decreto reglamentario, y que éstos “sean transferibles, aunque sea por una única vez”.
También expusieron Diego La Torre, CEO de Tecnovax; Pablo Turek, director de Crudda;
Sergio Drucaroff, coordinador Ejecutivo de la Cámara Argentina de Biotecnología; Alejandro Vilca, director científico Incubadora de la Universidad Nacional de Rosario; Javier Viqueira, presidente de Adox; Diego Comerci, director científico de Chemtest Argentina; y Marco Serventich, de Richmond SA.
La iniciativa propone extender el Régimen de Promoción establecido en la Ley 26.270 de “Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna”, cuya vigencia de 15 años vencería a mediados de este año, así como también se incluyen ampliaciones y modernizaciones al texto normativo vigente.
El proyecto prevé que el régimen tenga vigencia hasta el 31 de diciembre de 2037 y se busca que el alcance de la ley incluya al sector de la nanotecnología.
Se propone una actualización en los conceptos de las definiciones de biotecnología y nanotecnología, considerando las circunstancias actuales de estos sectores productivos, así como también se dispone la creación de un nuevo registro de proyectos.
Según la última Encuesta Nacional de Empresas de Biotecnología 2015, Argentina cuenta con más de 200 empresas biotecnológicas, que generan ventas superiores 2.100 millones de dólares al año. De este monto, el 20% se destina al mercado externo, originando una importante cantidad de divisas para el país.