En un clima de alta tensión, un senador oficialista se paró ante Naidenoff para increparlo
Guillermo Snopek se levantó para increpar al jefe del bloque radical, que se había cruzado con Mayans. Cristinan mandó a sentar al jujeño.

Una gran polémica se generó en el inicio de la sesión del Senado, luego de que la senadora jujeña Silvia Giacoppo hiciera una cuestión de privilegio por la visita del presidente de la Nación a su provincia, tras lo cual su comprovinciano Guillermo Snopek hizo un planteo contra la Justicia de su provincia, a la que oportunamente pidió intervenir. Pidió la palabra el presidente del bloque radical, Luis Naidenoff, para expresar dos mociones de preferencia. Citando el número de uno de los expedientes, dijo que era para manifestar “nuestro enérgico repudio a la visita del presidente de la República a Jujuy para reunirse con Milagro Sala y las declaraciones emitidas con posterioridad”.
Aclaró el formoseño que no se referiría a la cuestión de las condenas de la líder de la Tupac Amaru a las que ya había aludido Silvia Giacoppo, pero dijo que su intención era “advertir respecto de la gravedad desde el punto de vista jurídico y político”. En el primer caso, citó el artículo 109 de la Constitución que establece que “en ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas”. Por lo tanto, dijo Naidenoff, “esta visita a Jujuy, esta idea de arremeter contra la justicia provincial y contra la Corte, va más allá de una consideración jurídica, sino que atenta contra la Constitución nacional”.
“Vamos a la cuestión de fondo: me puede decir alguno que la presencia del presidente de la República en Jujuy, dejar de lado la agenda… como en la Argentina no hay problemas… La verdad que la inflación está controlada, el riesgo país está controlado… la verdad que uno puede transitar por la Argentina como quiera, porque hay combustible, está todo ordenadito, no hay inconvenientes en la Argentina como para que el presidente pueda suspender su agenda y arremeter contra la Justicia”, planteó Naidenoff sin omitir el uso de la ironía. Y concluyó: “Tampoco me sorprende, porque desde que asumieron, ante la impotencia de no gobernar, no hacerse cargo de la realidad, el atajo fue siempre embestir contra la Justicia. Bueno, así les va”.

Trascartón, puso el ejemplo de lo sucedido en Formosa durante la pandemia, y ante el reclamo de Cristina Kirchner porque había agotado su tiempo, planteó: “La presencia del presidente en la provincia de Jujuy tiene que ver con la intención de quedar bien con el núcleo duro, con esta idea de solidarizarse porque no sabe qué hacer, entonces, si quiere quedar bien con ese grupo que lo acompañó, ¿por qué no para la inflación, que la gente no da más? ¿Por qué no se dedica a gobernar? Entonces, que se dedique a gobernar, en vez de este circo, que nos va a hacer un gran favor, y no esta payasada para tratar de montar un triste espectáculo que en nada beneficia a la sociedad, que está perdida ante un presidente que no tiene conducción”.
Su segunda preferencia era para tratar el expediente 1417/22, referido al avión venezolano y para dar explicaciones reclamó la presencia en el Senado del jefe de Gabinete. “Le queda poco, pero tiene que venir”, cerró.
Habló a continuación el jefe del oficialismo, José Mayans, que reclamó por lo que consideró una “deslealtad parlamentaria”. Se quejó porque a pesar de haber establecido algo en Labor Parlamentaria, en el recinto la oposición citaba números de expedientes a partir de los cuales podían hablar libremente. “Si utilizamos como estrategia de bloque que cada senador cite un expediente, vamos a estar hasta las 12 de la noche acá haciendo discursos”, se quejó Mayans, advirtiendo que si no se ponían de acuerdo, él le pediría a cada integrante de su bloque que hiciera lo mismo, para hablar 15 minutos cada uno.

Al concluir, Cristina Kirchner le señaló: “Senador Mayans, yo le dije lo que iba a pasar, ¿vio que no estaba equivocada? Es usted muy confiado, confía en cada palabra de los que no tienen palabra…”.
Y tras preguntarle a Mayans si iba a plantear una cuestión de privilegio, ante la negativa del formoseño, Cristina expresó: “Lo que acaba de decir el senador Mayans es el tema de cómo se articula una sesión bajo un plan de Labor Parlamentaria. Siempre lo hicimos por sesión especial porque no había cumplimiento de la palabra; vino el senador, me explicó que había acordado… le dije ‘mirá que van a hacer”… ‘No, yo tengo confianza…’”.
Y ante el pedido de la palabra por parte de Naidenoff, le preguntó si plantearía una cuestión de privilegio. “Contra la presidenta del Cuerpo”, replicó el radical, que ante los gritos del oficialismo lanzó: “La presidenta se defiende sola, no hace falta”.
El jefe del bloque radical recordó entonces que el día anterior en Labor Parlamentaria desde el interbloque de Juntos por el Cambio se habían comprometido a dar tratamiento a una serie de temas establecidos para la sesión, fundamentalmente la moratoria previsional, porque tenían el problema de que un senador oficialista está con Covid. “Nos comprometimos a sentarnos y que ustedes tengan los números”, recordó el senador formoseño, enfatizando que “entonces, si se trata de reglas de juego, esta bancada lo cumple. Ahora, si tenemos un presidente que anda perdido por la vida, no sabe qué hacer para quedar bien con la presidenta de esta casa; viaja a Jujuy, suspende sus audiencias, es problema del presidente de la República. Lo que quiero decir es que en nombre de mi interbloque…”.
A los gritos había reaccionado el senador Snopek, parado junto a su banca y desoyendo el pedido de Anabel Fernández Sagasti para que se sentara. Siguió gritándole a Naidenoff y comenzó a acercarse.
“Retorne a su banca”, le reclamó Cristina Kirchner.

Naidenoff, que había parado de hablar, le replicó: “Me explicas allá tranquilo, no tengo problema”.
Finalmente el jujeño volvió su lugar y Naidenoff concluyó: “Quiero desterrar el estado de sospecha. Que quede claro esto, las mociones de preferencia ni las de privilegio, no se establecen, se las plantean”.
Pidió la palabra Mayans, y la presidenta del Cuerpo le pidió para qué haría uso de la palabra. “Para poder hablar”, fue la simple respuesta del presidente del interbloque FdT.
“¡Qué buen motivo, qué buen fundamento!”, ironizó Cristina, ante lo cual Mayans planteó que ellos tenían el número para sesionar, y planteó que para que valiera la pena hacer Labor Parlamentaria se debía “respetar lo acordado”.
“Porque sino, hagamos sesiones especiales, y si ustedes tienen número sesionarán, y si nosotros tenemos el número sesionaremos… Nosotros estamos acá para trabajar, porque la vida está hecha de presencias, no de ausencias…”.
Cristina Kirchner hizo el ademán de tocar el violín, a lo que ahora sonriendo Mayans repuso: “Estoy hecho un poeta…”. Y el clima se distendió.