La Cámara de Diputados aprobó la iniciativa con 199 votos afirmativos y uno negativo. Propicia el uso responsable de los antibióticos y regula cuestiones referidas al expendio de los medicamentos.
La Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado un proyecto vinculado a la prevención y el control de la resistencia antimicrobiana, que tiene por objetivo el uso responsable de los antibióticos y regula cuestiones referidas al expendio de los medicamentos. La votación resultó con 199 votos a favor y uno en contra.
Con en Cuidados Paliativos, el único voto en contra correspondió al diputado Ricardo López Murphy.
La iniciativa, impulsada el año pasado por el ahora senador Pablo Yedlin, y representada este año por los diputados Mónica Fein (PS), Daniel Gollan (FdT) y Rubén Manzi (CC-ARI), jerarquiza el “Plan Nacional de Acción para la Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana y las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud”, y de la “Comisión Nacional de Control de la Resistencia Antimicrobiana (Conacra)”.
Se establece que “todas las especialidades medicinales cuyo ingrediente farmacéutico activo (IFA) tenga actividad antimicrobiana sistémica debe ser la de ‘venta bajo receta archivada’”.
Antes de votar, el diputado Gustavo Bouhid propuso una modificación en el artículo 13, la cual fue aceptada, y el texto quedó de la siguiente manera: “Las presentaciones destinadas a la promoción sin valor comercial, muestras gratis, muestras para profesionales o cualquier otra denominación abarcativa de los medicamentos que incluyan Ingredientes Farmacéuticos Activos (IFA), que tengan actividad antimicrobiana sistémica, solamente pueden ser entregados a los pacientes bajo receta del profesional médico que autoriza su entrega, en cantidad suficiente para tratamiento completo y en un solo envase”.
Asimismo, indica que “deberá regularse y promoverse el uso racional y prudente de los antimicrobianos en salud animal y producción agroalimentaria a través de sus organismos competentes” y que “se eliminará gradualmente el uso de antimicrobianos como promotores de crecimiento en animales para consumo humano”.
Entre otros puntos, se propone instituir el 21 de junio de cada año como Día Nacional del Uso Responsable de Antibióticos y el 9 de noviembre como Día Nacional de la Prevención de IACS, con el objetivo de promover la prevención, vigilancia y control de IACS y la educación a la población en la importancia de esta problemática.
El diputado Daniel Gollanfue el miembro informante de esta ley, que destacó que la misma fue “consensuada” en comisión y “cuenta con el aval de todos los bloques”.
Admitió que se trata de una cuestión “un poco técnica”, pero precisó que “es un problema serio, porque la humanidad se está quedando sin recursos terapéuticos para tratar enfermedades producidas por microbios”.
“Esperemos que no, pero es muy probable que alguno de los que estamos en este recinto necesitemos un agente antimicrobiano en el devenir de nuestra vida y no lo tengamos. No esté disponible el tratamiento adecuado para esta enfermedad, porque se está produciendo una pérdida acelerada de estos recursos terapéuticos”, comentó. “Hay hoy bacterias que no tienen el antibiótico correspondiente”, explicó.
Alertó sobre “un problema muy grande de automedicación”, que se da particularmente en nuestro país. Y dio otro ejemplo didáctico: cuando tomamos un antibiótico y “al tercer día nos sentimos bien, dejamos el tratamiento; tomé tres días de antibióticos en lugar de los siete que corresponden, y lo que sucede es que seleccionamos las bacterias que aguantaron los tres días y después esas se reproducen y son obviamente más resistentes y necesitan más cantidad de antibióticos”.
“Hay una serie de factores que están produciendo hoy esta situación de multiresistencia, cuando hay resistencia a tres bacterias; de resistencia extrema, cuando hay resistencia a la mayoría; y de panresistencia, que es lo que estamos observando en muchas situaciones, en donde además nacen siendo infecciones adentro de los hospitales, pero también empiezan a salir fuera de los centros de salud”, comentó.
“La historia de los antimicrobianos desde hace más de cien años”, dijo la diputada Rossana Chahla (FdT-Tucumán), recordando cómo la penicilina pudo salvar vidas, “y hoy estamos en riesgo de que esos antibióticos no puedan salvar vidas. Hoy se mueren en el mundo 700 mil personas por resistencia a los antimicrobianos. Y se prevé que para el año 2050, diez millones de personas van a morir por esta resistencia”.
¿Qué es la resistencia antimicrobiana?, se preguntó, y explicó: “Las infecciones son por hongos, bacterias, parásitos, y generalmente tenemos los antibióticos, los antiparasitarios, antimicóticos, para tratarlos. Los más conocidos son los antibióticos, que tratan a las bacterias; sin embargo el uso y abuso de estos antimicrobianos, ha generado que estos microbios, virus, parásitos y hongos muten y sean resistentes a los antibióticos, antimicóticos, antiparasitarios habituales”.
La automedicación hace su parte en el problema, puntualizó. “Muchos de los diagnósticos que hacemos son infecciones virales y damos antibióticos, que son para las bacterias, y ahí generamos la resistencia bacteriana. Esta resistencia que cuando la necesite, no va a poder actuar. Es lo que nos está pasando por ejemplo con 480 mil personas que tienen tuberculosis y que el tratamiento convencional ya no les funciona. O lo que nos está pasando con pacientes con HIV”, comentó la médica tucumana, que alertó que “va a llegar un momento en el que no va a haber antibióticos para solucionar las infecciones de las personas”.
Chahla sostuvo que “este proyecto busca actuar sobre las causas para prevenir y controlar la resistencia hacia los antimicrobianos, siguiendo las recomendaciones de la OMS y el plan de acción de la Asamblea de las Naciones Unidas”.
El diputado Rubén Manzi alertó por su parte que “hoy estamos asistiendo al retorno de la muerte por infecciones en cantidades alarmantes. Esto me hace acordar a ese ensayo de Humberto Eco llamado La nueva edad media. Por supuesto que Humberto Eco no se refería a la muerte por infecciones, pero también en la salud y la medicina se está volviendo a la Edad Media, donde la gente no se alcanzaba a morir por un infarto, sino por una infección”.
El diputado catamarqueño sumó otro elemento: “Los laboratorios ya no invierten tanto en la investigación de antimicrobianos, porque el poco tiempo útil que tienen de permanencia en el mercado los antibióticos, ya que las bacterias generan resistencia rápidamente, esa vida útil corta hace que esto no sea atractivo desde el punto de vista de una inversión. Por eso es necesario que los Estados tracen alianzas con la industria farmacéutica para reactivar nuevas investigaciones”.