Tras los incidentes del pasado 27 de agosto en las inmediaciones de la casa de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, el diputado de Vamos Juntos (VJ) Claudio Romero, junto a otros legisladores oficialistas, le pidieron a la Legislatura de la Ciudad que condene lo ocurrido y exprese su solidaridad con los policías heridos durante el operativo que se desarrolló en Recoleta.

“La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires expresa su más profundo repudio por los hechos de violencia cometidos por dirigentes y militantes del Frente de Todos, el pasado sábado 27 de agosto del corriente año en las inmediaciones del domicilio de la vicepresidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y asimismo, manifiesta su solidaridad con los efectivos de la Policía de la Ciudad que resultaron heridos durante el ejercicio correspondiente de sus funciones”, sostiene el texto recientemente presentado.

La iniciativa en cuestión también lleva las firmas de Mercedes De Las Casas, Juan Facundo Del Gaiso, Daniel Del Sol, Carolina Estebarena, Emmanuel Ferrario, Cecilia Ferrero, Natalia Fidel, Esteban Garrido, María Luisa González Estevarena, María Sol Méndez, Paola Michielotto, Darío Nieto, Lucía Romano y Gimena Villafruela (VJ).

En los fundamentos de la misma, los legisladores recordaron que “el pasado sábado 27 de agosto del corriente año, dirigentes y militantes del Frente de Todos fueron protagonistas de un escenario absolutamente violento, cuando alrededor de las 18 hs, decidieron derribar el vallado colocado por el Gobierno de la Ciudad en las inmediaciones del  domicilio de la vicepresidente de la Nación, debido a las numerosas quejas de los vecinos del barrio porteño de Recoleta, ante las reiteradas manifestaciones en la zona”.

“Desde que el fiscal Diego Luciani, en su alegato final en la causa Vialidad, que tiene como imputada a la ex presidente de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, solicitó 12 años de prisión para la misma, simpatizantes allegados al frente de todos se han movilizado a su domicilio, bajo la amenaza permanente de: “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”, continuaron y advirtieron que “lo que comenzó como una movilización pacífica fue tornándose en un acampe permanente: perjudicando la libre circulación de los vecinos del barrio, impidiendo a los locales y mercados de la zona trabajar libremente, generando ruidos molestos hasta las 2 de la mañana, instalando parrillas, haciendo pogos y batucadas, entre otras cosas. A ello se suma la irresponsabilidad de los manifestantes en la manipulación de pirotecnia y fuegos de artificio dirigido hacia los edificios del barrio, poniendo en grave peligro la seguridad de los vecinos”.

A la vez que concluyeron señalando que “es sumamente importante que frente a la situación crítica que atraviesa nuestro país, nos encontremos con la firmeza y la unidad necesaria para hacer respetar la democracia, los valores republicanos y sobre todo, la paz social”.