El diputado nacional Facundo Manes (UCR – Buenos Aires) brindó su mirada sobre las acusaciones del Gobierno Nacional por el ataque a Cristina Fernández de Kirchner y sostuvo que “el fanatismo y el odio te llevan a ser un país inviable”.

En diálogo con Radio Mitre, el legislador añadió que “el desafío es reconocer las diferencias entre oficialismo y oposición porque lo que pasó tiene que ser el llamado de alerta que haga discutir qué país vamos a construir juntos”.

“Estuve en el Parlamento el sábado. Con el bloque radical se firmó el documento y nos retiramos cuando terminó la sesión. Hubo una discusión previa para evitar que se parta esa sesión que debería haber sido como un atentado contra las instituciones en Argentina. No lo tomamos como un ataque a un partido político, sino a la vicepresidenta de la Nación”, explicó Manes.

En tal sentido, manifestó que “hay que explorar caminos distintos, no solo para lo que queda de este Gobierno, sino para que la siguiente gestión tenga condiciones de gobernar, de reconstruir un clima más cercano a la unidad nacional”.

A su vez, Facundo Manes aseguró que coincide en que “la palabra es un arma poderosísima” y advirtió que “la palabra del presidente Alberto Fernández no ha sido la que esperada”.

“El otro día con los anuncios por cadena nacional, podría haberse puesto por arriba de un partido político y convocar a todos los sectores, pero hizo lo contrario, pidió un feriado en un momento en que los argentinos tenemos que trabajar más”, remarcó el opositor.

A su vez, agregó que “otra vez utilizan la palabra odio, que no es el camino para estos puentes que necesitamos. Mi actitud es que a cada acto de violencia tenemos que responder con más comprensión. Ante cada intento de división tenemos que abrazar nuestra diferencia, con cada expresión de odio tenemos que sembrar empatía, compasión. No podemos reaccionar como ellos”, explicó el diputado radical.

Para cerrar, Manes afirmó que “el problema de la Argentina excede lo económico, es la falta de un proyecto de país”, y concluyó: “Más allá de la violencia verbal del Gobierno y del presidente tenemos que ser más inteligentes y responder sin entrar en este espiral que nos va a llevar a más decadencia, más pobreza y más desigualdad”.