Por Agustín Martini, director de Gestar Educativa. El autor discute las nuevas demandas en capacitaciones de recursos humanos que requieren las empresas.
El ascenso social estuvo históricamente vinculado al nivel alcanzado en términos de educación formal. Sin embargo, la falta de movilidad social y los cambios en las dinámicas de trabajo establecen nuevos parámetros y demandas de formación a lo largo de la vida laboral.
La capacitación permanente mantiene a las empresas al frente de los procesos eficientes y áreas que le son comunes a cualquier empresa, como también, hace un aporte clave a la innovación. Porque la formación en habilidades específicas provee los conocimientos sobre el límite de lo que ya existe y nos pone en perfectas condiciones para crear lo que aún no está en el mercado.
Las habilidades para realizar tareas concretas son muy valoradas, pero también las que responden a la creatividad, la innovación, la filosofía y la cultura organizacional. Hoy la mayor inversión que priorizan las empresas tiene un fuerte arraigo en los procesos eficientes, que son un paso clave para acercarse al escenario de los grandes competidores del mercado y colocarse en la línea de salida para comenzar a transitar el camino de la innovación generando nuevos aportes al mundo empresarial, combinando los recursos y herramientas disponibles en un determinado momento.
Cada vez más los empresarios se preocupan de que sus organizaciones tengan afinados al máximo los procesos de comunicación interna para que todo su personal maneje la misma información y se adapte en el menor tiempo posible a las cambiantes condiciones que la realidad nos impone. El progreso de la automatización e informatización son síntomas de esta necesidad que crece a un ritmo muy acelerado, con algoritmos que resuelven en segundos cálculos que un humano no puede decodificar en toda su vida. Pero estas tecnologías aún necesitan de nosotros para poder desarrollarse y realizar muchas cosas que sin nosotros no podrían.
El cerebro humano y su conciencia es de una complejidad que al día de hoy está lejos de poder simularse y las capacitaciones en los recursos humanos siguen siendo un pilar fundamental para estimular y generar oportunidades de crecimiento en las personas, en la humanidad y, por supuesto, en toda empresa. Las tecnologías que hoy se están desarrollando generan un desplazamiento del empleo hacia distintas áreas corriendo también el eje de las capacitaciones y creando nuevos campos de estudios altamente especializados que requieren de nuevas habilidades.
Pero además lo que se busca es innovación y creatividad. Las grandes empresas tecnológicas como Google son la mayor expresión de esta rama empresarial que promueve el crecimiento y la eficiencia, rompiendo con los esquemas dogmáticos del siglo XX y que ante tanta racionalización y especialización de la sociedad estimula la creatividad y el arte en sus proyectos. La comercialización pasa a ser un instrumento que permite seguir creando nuevas formas y no el objetivo per se, también nuevos servicios y productos más adecuados a las necesidades de los clientes.
En este sentido, también podemos decir que entre las mayores demandas en capacitación destaca el Coaching destinado a mejorar el desempeño en todos los niveles y labores que se realizan, con más énfasis en el área comercial y especial enfoque en ventas. Las habilidades en venta no sólo demandan la convicción de generar necesidades vinculadas al intercambio y el posicionamiento de productos y servicios, sino que el trabajo de inducción que requiere el sector para que sea altamente eficiente implica mucho más que sólo conocer el producto que se está vendiendo.
Las empresas venden una idea, una misión y una visión del mundo y es lo que hoy se disputa y se pone en juego en cada transacción del área comercial. Esta demanda de capacitaciones en herramientas psicotécnicas se explica porque estamos atravesando un momento donde prevalece la psicología cognitiva, adquiere relevancia la individualidad de cada persona y las herramientas que brindan estas capacitaciones permiten que cada uno encuentre la forma de explotar su potencial y alcanzar la eficiencia sin necesidad de acudir al viejo liderazgo y al cumplimiento de objetivos de manera coercitiva, sino que se busca crecer de modo propositivo, tanto por el lado de los empleados como por el lado del público que adhiere a la visión que proponen las empresas. Es un camino que requiere perfeccionamiento continuo, desarrollo de nuevas habilidades y permite una mejora en las condiciones laborales.
