Legisladores de todos los bloques, mas no de Juntos por el Cambio, homenajearon a la fallecida titular de Madres de Plaza de Mayo. El líder de Avanza Libertad la criticó en cambio con dureza y tensionó el debate.
Previsiblemente, el mayor espacio de la etapa de la sesión de este jueves dedicada a los homenajes fue para Hebe de Bonafini, la líder de Madres de Plaza de Mayo fallecida el domingo pasado. Y previsiblemente también, el tema no evitó un fuerte contrapunto en un recinto que se crispó cuando el diputado José Luis Espert la emprendió fuertemente contra quien muchos de sus pares acababan de homenajear.
La primera en hacerlo fue la oficialista Mónica Macha, quien resaltó que “si hay algo que nos representa tiene que ver con el concepto y práctica de la lucha”. Y apuntó que “si algo sabía Hebe es que la lucha no es un momento, sino una elección de vida. Y esto lo llevó durante toda su vida”.
Recordó la diputada del Frente de Todos cómo se fue tiñendo de drama la vida de la familia Bonafini, a partir de la desaparición de sus hijos. Primero Jorge Omar, después Raúl Alfredo, y un año después su nuera María, esposa de Jorge. “¿Qué hizo Hebe? -se preguntó-. Luchó por ella y por los hijos de todos sus compañeros”.
Mónica Macha manifestó que “somos orgullosas hijas de las Madres de Plaza de Mayo. Aprendimos de ellas a organizarnos; aprendimos de ellas que si nos trataban de locas estábamos en el camino correcto… Para muchos, Hebe es una imagen imponente, más que una imagen, es una presencia”.
Y resaltó de ella que “marchó en la Plaza en los 70 contra la dictadura; en los 80 contra las leyes de la impunidad; en los 90 contra el menemismo; en 2001 contra la violencia neoliberal, siempre poniendo el cuerpo y la voz. Y Hebe nunca se calló”.
Sobre el final de su evocación, la diputada Macha recordó haber estado en 2004 en la Plaza, esperándola para emprender una nueva Marcha de la Resistencia, y ella luego planteó “la decisión política de que esa fuera la última Marcha de la Resistencia para las Madres, porque estábamos en el contexto de la presidencia de Néstor Kirchner, y ella entendía que a partir de la llegada de Néstor y de la posibilidad de contar con toda la política de derechos humanos como una política de Estado, eso que había implicado el comienzo de las Marchas de la Resistencia había llegado a su fin”.
Así las cosas, resaltó que Hebe de Bonafini adhirió entonces a “un proceso político que nunca abandonó y por el que siempre militó”.
Luego habló desde la izquierda Myriam Bregman. “Estamos despidiendo a una mujer valiente como pocas, que se paró frente a la maquinaria genocida mientras otros le daban intendentes a la dictadura; mientras las burocracias sindicales se hacían colaboracionistas; mientras la jerarquía eclesiástica apoyaba el genocidio; mientras las grandes empresas radicadas en nuestro país armaban centros clandestinos de detención en sus propios predios; mientras los medios de comunicación se integraban a ese régimen genocida”.
“Esta mujer, junto a otras madres, algunas de las cuales desaparecieron, se puso al frente de esta pelea y su ejemplo alentó una resistencia por abajo que terminó emergiendo y que incluso puso en jaque a la dictadura antes que la guerra de Malvinas”, agregó Bregman, quien remarcó luego que “Hebe, como tantas madres, nació con la desaparición de sus hijos. Sus discursos erizaban la piel. A la salida de la dictadura enfrentó la teoría de los dos demonios, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que se votaron aquí”.
Myriam Bregman concluyó señalando que “a Hebe, quje nos enseñó que no hay olvido ni perdón, que nos enseñó que no hay que dar ni un paso atrás, la despedimos hoy”.
Desde el interbloque Provincias Unidas, el rionegrino Luis Di Giacomo la consideró “un símbolo que junto a las Madres, Abuelas, en los momentos más negros de la Argentina, supo transformarse en una representante que superó nuestras fronteras y puso ante el mundo una realidad que muchos acá en su propia patria desconocían y otros querían desconocer”.
Reconoció también que a Hebe de Bonafini se le pueden cuestionar “muchas cosas, pero no podemos hacer que eso nos nuble que un grupo de Madres y de Abuelas, con ella a la cabeza, eran las únicas que fueron, incluso muchas a costa de sus propias vidas, las que iban a enfrentar ese poder”.
A continuación, María Rosa Martínez (Frente de Todos) pidió un minuto de silencio en honor a Hebe de Bonafini y luego apuntó que “abarcar a Hebe es abarcar una dimensión histórica entre el presente, el pasado y el futuro”.
También la recordó Alejandro “Topo” Rodríguez, para quien ella “entró en la historia argentina en contra de su propia voluntad. Fue la historia la que puso a ella, a Azucena Villaflor y a un puñado de mujeres en la calle primero, en la Plaza después, construyendo lo que en ese momento era una utopía, y por lo tanto, por definición, nunca sería realidad confrontar y develar el poder de la dictadura cívico militar. Un poder monolítico, totalitario, oscurantista. El tiempo, la perseverancia, la lucha primero por sus hijos y después por los hijos y las hijas de todos, le dio ese lugar en la historia a la que había llegado, arrancada por el Proceso de su propia casa, de su propio hogar”.
Luego fue el turno de Romina del Plá, quien reflexionó sobre la vida y trayectoria de Hebe de Bonafini. “Fue en la década del 70 un emblema de la lucha contra la dictadura genocida, en un momento que muchos dudaban de apoyar ese reclamo. Muy pocas organizaciones se atrevían a ir a las rondas y movilizaciones, como sí lo hizo por ejemplo mi partido, que no tuvimos ninguna duda aun bajo la dictadura en acompañar estos reclamos”, expresó la diputada del PO.
“Esto es importante –djo-, porque otros se dedicaban a hacer negocios o aportarle una enorme cantidad de intendentes para darle una estructura a la dictadura. Este recinto está lleno de negacionistas, que niegan la represión, los 30 mil, los asesinatos de la Triple A, y por eso también es importante tener en claro que ha sido clave la movilización popular y el acompañamiento que hemos realizado todas y todos aquellos que desde un primer momento no dudamos que así debía ser”.
Del Plá fue la primera en poner reparos a la figura de Hebe de Bonafini, por su acercamiento al kirchnerismo: “Cuando llegó el kirchnerismo algo cambió –reconoció-. Perdió su independencia política y ese sometimiento a los gobiernos la llevó a hacer cosas que plantearon una enorme crítica a su accionar. El abrazo con (el general César) Milani, el aval a lo que dijeron funcionarios como Aníbal Fernández y otros en la segunda desaparición de Julio López”, y concluyó arengando: “Viva la lucha de las Madres, familiares, Abuelas, 30 mil detenidos desaparecidos, presentes, ahora y siempre”.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja, Hugo Yasky, homenajeó a continuación a “esta enorme luchadora, mujer, la compañera Hebe de Bonafini. Quiero hacerlo como diputado, pero también como parte del movimiento sindical, y también como parte del movimiento sindical identificado con el movimiento popular nacional con el peronismo”.
“Decenas de miles ven en ella a quien empezó a escribir la condena al genocidio y la dictadura cívico militar en las calles”, agregó. Hizo referencia luego a la película 1985, recordando que “hubo un proceso a las Juntas, una condena, es verdad, un proceso de llevar adelante ese juicio que plantó en la Argentina una política de Estado, la del Nunca Más, pero la lucha empezó en la calle, y en la calle la mujer que impulsó ese enorme acto de valentía y coraje político, de enfrentar a una dictadura sin nada más que el dolor, la decencia y el coraje, eso hay que reconocerle eternamente a esta mujer”.
En referencia a su acercamiento al kirchnerismo, Yasky sostuvo que Bonafini “entendió su tiempo político, los cambios que desde las resistencias en la Argentina y América Latina empezaban a dar forma a un nuevo tiempo político, y entendió que el pedido de perdón que hizo Néstor Kirchner en nombre del Estado abría ese nuevo tiempo político. Hebe nunca tuvo una determinación guiada, ni por el oportunismo, ni por la necesidad de acercarse al poder”.
“La decisión de Hebe de abrazar el tiempo político que se inaugura en la Argentina cuando en 2005 se le dice no al ALCA, el abrazo con Chávez, Fidel Castro, Lula, Correa, Cristina, marcan la sensibilidad política de una mujer que más allá de lo que fue la lucha valiente, heroica, ejemplar, supo también tener la capacidad de ser parte del proceso de transformación popular”.
Fue, como dijimos, el diputado nacional de Avanza Libertad José Luis Espert el que encendió los ánimos, cuando en el espacio de homenajes la emprendió contra Hebe de Bonafini. Aclaró de entrada que “la muerte de ningún ser humano puede festejarse; además hay seres queridos que lloran su muerte” y expresó sus condolencias a los familiares de Hebe de Bonafini por su partida.
Pero a continuación enumeró los exabruptos que caracterizaron los últimos años de la titular de Madres de Plaza de Mayo, pero también las causas judiciales en las que quedó involucrada.
Y cerró así: “Murió Néstor, murió Hebe… Se está cerrando uno de los tantos períodos de la Argentina marcados por el robo, la mentira y la pobreza”.
Le salieron al cruce desde la bancada oficialista, cuyo jefe, Germán Martínez, le advirtió que había trasgredido el reglamento y enfatizó: “No puede utilizar un homenaje para hablar en contra de la persona a la que se le está realizando un homenaje”, subrayó y enfatizó que “esto no pasó nunca en la historia parlamentaria. Lo que hizo no solamente traiciona los acuerdos de Labor Parlamentaria sino que además va en contra de toda tradición aquí en la Cámara de Diputados”.
Más tarde, a la hora de las cuestiones de privilegio, Leopoldo Moreau, Hugo Yasky y Aldo Leiva la emprendieron también contra Espert. “Ofensa incalificable”, calificó Yasky la actitud del diputado liberal, mientras que Leiva lo llamó “cobarde, rata y malnacido”. También lo hizo Marisa Uceda, quien habló de “violencia política” que da espacio también a episodios como el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner.