Al fundamentar el dictamen de mayoría, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Marisa Uceda defendieron el plan de pago de deuda previsional que calificaron como “novedoso y eficiente”.
La defensa del plan de pago de deudas previsionales estuvo a cargo de los diputados oficialistas Carlos Heller y Marisa Uceda, a la sazón presidentes de las comisiones de Presupuesto y de Previsión y Seguridad Social, respectivamente, en las que se debatió el tema.
Allí la cuestión tuvo dos dictámenes y para defender el de mayoría, Heller se refirió inicialmente al debate intenso que acababa de tener lugar, referido al juicio político a los miembros de la Corte Suprema. “Esta Cámara viene padeciendo esta situación que ha hecho que el principal bloque de la oposición ha impedido o se ha opuesto al tratamiento de otras leyes que no tienen nada que ver con el juicio político, y que en definitiva lo que hacen es quitarle derechos a personas”, señaló el diputado porteño.
Dijo Heller haber escuchado el argumento de que “se trata de temas que no le interesan a la gente, pero la inmensa mayoría de los proyectos incluidos en extraordinarias eran temas que le interesan a la gente. Como este, el plan de pago de deuda previsional que intenta permitir y posibilitar que muchísima gente –se habla de 800 mil personas- que han quedado fuera de la posibilidad de acceder a la jubilación, puedan hacerlo”.
Heller observó que del total de los jubilados que tiene la Argentina, el 65% tienen que ver con las moratorias. “Gracias a esas moratorias, el 95% de las personas que están en posibilidad de jubilarse, pueden hacerlo”, agregó, atribuyendo la situación a un “gravísimo problema” que tiene nuestro país en materia de informalidad laboral, que provoca que “muchísimas personas lleguen a la edad de jubilarse sin los aportes suficientes”.
De esta cantidad, “una inmensa mayoría son mujeres”, apuntó. Y de ellas, “una inmensa mayoría que ha trabajado en casas particulares”, agregó, advirtiendo que “decir que no tienen aportes porque no quisieron es por lo menos referencia de un nivel de desinformación alarmante”.
“En la Argentina todos sabemos que hay un tercio de la población con problemas de informalidad laboral, pero mientras tanto transcurre el tiempo y esas personas no tienen cómo jubilarse”, señaló a continuación, admitiendo de paso que se trata de “un parche, porque mientras se resuelven los problemas de fondo, los parches son los mecanismos adecuados para salir de la situación”.
Ante el pedido de algunos opositores sobre mecanismos alternativos, Heller dijo que “ni siquiera alcanzan para que esa gente pueda acceder a la jubilación mínima, que son bajas y deberían mejorarse, como ofrecerles un beneficio proporcional a los años que aportaron”.
Heller destacó que por el proyecto puesto a debatir los beneficiarios “van a pagar en años sucesivos lo que no pagaron sus empleadores”, y agregó que “este sistema tampoco es gravoso, o significativamente gravoso, como algunos lo quieren presentar”. En ese sentido se apoyó en datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, que indicaron que el costo fiscal en los dos primeros años es de 0,42 puntos de PBI. “Es muy poquito”, aseguró Heller, que recordó que el rubro Seguridad Social tiene un gasto de 9,5 del PBI.
Siguió rechazando propuestas opositoras, como la que “afectarían Rentas Generales”, dijo. En cambio, aclaró, “esto no va a Rentas Generales, sino al sistema previsional; es mucho más conveniente desde el manejo de políticas públicas”. Y concluyó considerando que “como no son significativos” los gastos, a su juicio resulta “absolutamente razonable” ocuparse de esas 800 mil personas.
Compartió el tiempo dedicado al dictamen de minoría la mendocina Marisa Uceda, que arrancó remarcando el hecho de que un Gobierno nacional volvía a “elegir un instrumento solidario para responder a necesidades que nos aquejan”. En este caso, dijo, “le va a permitir a hombres y mujeres con la edad de acceder a un beneficio previsional y sin los aportes necesarios a acceder a una moratoria, pero trae una novedad como es la cancelación anticipada de aportes que se deben”.
“De esto no habla nadie -se quejó-. Porque además de ser novedoso, es altamente eficiente”.
La diputada camporista cuestionó a la oposición porque “repiten permanentemente una serie de mitos que es importante derribar. Pero hoy estamos tratando un proyecto que recupera ese espíritu solidario con una lógica eficiente que viene de la mano de dos senadores”, dijo en referencia a Anabel Fernández Sagasti y Héctor Recalde, a quienes reivindicó por haber impulsado esa iniciativa.
La titular de la Comisión de Previsión dijo que el hecho de que 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 hombres no puedan acceder al sistema jubilatorio “es un problema que debe resolver el Estado, porque hemos sido responsables de esas crisis”.
“Se nos exige todo el tiempo ser creativos; bueno, estamos siéndolo. Le estamos dando un instrumento a la ANSeS para robustecer el sistema”.
Luego volvió sobre los mitos que según ella habían lanzado desde la oposición. Como el de que se está jubilando a quienes nunca han trabajado. “Trabajar, trabajan las mujeres en su casa todos los días, en tareas de cuidado”, aclaró, y recordó la instauración durante la gestión de Cristina Kirchner de la jubilación a las amas de casa.
También dijo que existe el mito de que “le van a dar un beneficio previsional a las personas que nunca aportaron”, advirtiendo que “eso ya está pasando a través de la PUAN”, que impulsó la gestión de Mauricio Macri y que ella citó en tono crítico. Porque sus beneficiarios “están sometidos a cobrar el 80% de una jubilación mínima. Además no es contributiva, no es heredable... Fue una excelente política del macrismo –ironizó-. Reflexionen, porque por ahí hay cosas que se equivocaron”.
Sobre el final, Marisa Uceda rechazó que este proyecto desfinancie el sistema. “Todos sabemos que las jubilaciones no se componen además de los aportes de los activos, sino también a través del IVA. ¿Y saben cuál es la clase social que vuelca todos sus aportes al consumo? Los jubilados, ese es el círculo virtuoso”, enfatizó.