Torello, sobre su decisión de no declarar en el juicio político: “No me voy a prestar a este circo”
En una cuestión de privilegio, el senador del Pro defendió su postura de no asistir al proceso que se tramita en contra de los jueces de la Corte. “No pretendo esconderme en los fueros con carácter personal”, aclaró.

A través de una cuestión de privilegio que planteó en la sesión de este jueves, el senador del Pro José Torello ratificó que no se presentará a declarar ante la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, a la que fue citado en calidad de testigo en el proceso que se lleva adelante contra los jueces de la Corte Suprema. “No me voy a prestar este circo”, expresó.
El macrista presentó la cuestión de privilegio contra presidenta de la comisión, Carolina Gaillard, y todos los integrantes de Juicio Político del Frente de Todos.
“Frente a mi negativa de comparecer en dicho tribunal, frente a la eventualidad de ser juez, en el caso de que se los juzgue, en la sesión del 21 de marzo el diputado (Rodolfo) Tailhade profirió una amenaza en la que sostiene que debo renunciar y ser suspendido”, arrancó el legislador.
Además, reclamó: “Se invade mi intimidad y se violan mis derechos políticos exigiendo que se den a la luz todos los llamados que tuve durante toda la duración de la presidencia anterior”.
El oficialismo había citado al senador en el marco de la causal del fallo 2×1, sobre el cual tiene la hipótesis de que existió connivencia entre la gestión de Mauricio Macri -de quien Torello fue asesor- y el juez Carlos Rosenkrantz para que saliera el fallo a favor del represor Luis Muiña.
Torello recordó que tanto cuando la lista resultó electa como cuando él reemplazó en su banca a Esteban Bullrich, quien “lamentablemente tiene una triste enfermedad”, su pliego “no recibió ninguna impugnación de ningún tipo”.
“Me senté en esta banca con la convicción de que es necesario hablar con todos, evité contestar los agravios para evitar la confrontación. También guardé silencio frente a las chicanas, porque creo que la fractura y el desencuentro no van a servir para arreglar a este país, que hoy está en terapia intensiva”, sostuvo el senador al que la vicepresidenta Cristina Kirchner le había dado la palabra, pero cuando comenzó con su discurso se retiró del recinto.
También, afirmó: “No pretendo esconderme en los fueros con carácter personal”. Y argumentó que “si el intento de enjuiciar al tribunal prosperara, nosotros nos tendríamos que convertir en cámara juzgadora, por lo tanto no voy a declarar como testigo de cargo que me impida en la eventualidad ejercer dicha función”.
El dirigente del Pro cuestionó que “algunos diputados del Frente de Todos y testigos me acusaron de pertenecer al partido militar”, y resaltó: “En el golpe militar del ’76 yo tenía 16 años. Mi padre tampoco perteneció a ningún partido militar, falleció a los 29 cuando yo tenía dos años. Mi bisabuelo, que fue ministro de (Hipólito) Yrigoyen, quien fue derrocado en el primer golpe militar. Asimismo, mi bisabuelo fue echado en el año 1930, conjuntamente con el abuelo del senador Adolfo Rodríguez Saá, y tuvo que estar exiliado en Río de Janeiro junto a Marcelo T. de Alvear y otros dirigentes nacionales perseguidos por los militares”.
“Yo no formé parte de ningún partido que votó leyes de autoamnistía, ni indultos, ni de obediencia debida, como sí lo hicieron destacados integrantes del oficialismo y, en particular, de la Comisión de Juicio Político”, lanzó y continuó: “Yo solo fui parte del Pro, fui fundador del Pro, fui el primer apoderado y todavía sigo siéndolo. Fui presidente durante 14 años del Pro. Yo no pertenecí a ningún partido militar”.
En el final, el bonaerense manifestó que “el país observa como la bancada oficialista viola la división de poderes, atacando a Corte Suprema en un juicio que es absurdo. Quieren imponer su voluntad por las buenas y por las malas. No me voy a prestar a este circo, a esta ficción de juicio político que socava las bases de la República y deslegitima a las instituciones”.