Representantes bancarios y de entidades crediticias se oponen a los cambios en la legislación de tarjetas de crédito

Durante el plenario de comisiones, los expositores sostuvieron que el proyecto puesto a consideración “es inviable para el sector” y algunos advirtieron que en caso de aprobarse dejarán de operar en estaciones de servicio.

Las comisiones de Comercio, encabezada por la diputada Gabriela Lena (UCR), y la de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia, presidida por el diputado Víctor Romero (UCR), realizaron un plenario para retomar el debate sobre la problemática existente relacionada con la comercialización con tarjetas de crédito en estaciones de servicio.

Al anterior encuentro asistieron representantes de las estaciones de servicio; en esta oportunidad, los invitados a la reunión fueron: Norberto Etchegoyen, director ejecutivo de la Cámara de Emisores Regionales de Tarjetas de Crédito y Compra No Bancaria (CERTaCyC); Cesar Bastien, director ejecutivo de la Cámara de Tarjetas de Crédito y Compra de Argentina (ATaCyC); Francisco Grismondi, gerente general de Asociación de Bancos Argentinos (AdeBA); Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina; y Jonás Torrico y Pablo Dono, de la Asociación Argentina de Contribuyentes.

El proyecto sobre el que se debatió es de la diputada nacional Victoria Tejeda (Evolución Radical-Santa Fe), elaborado en base a los reclamos del sector estacionero, que prevé entre otras cosas que el emisor de tarjetas de compra y crédito en ningún caso efectuará descuentos ni aplicará cargos superiores a un 3 por ciento sobre las liquidaciones presentadas por el proveedor.

A diferencia de la reunión anterior, esta vez sí concurrieron miembros del oficialismo. Como la vicepresidenta de la Comisión de Comercio, Silvana Ginocchio (FdT – Catamarca), que al inicio del encuentro sostuvo que “este proyecto no tiene cabecera en esta comisión”, y cuestionó la poca presencia de legisladores de Juntos por el Cambio. Lena le respondió que el comentario no era necesario.

Con más profundidad en la iniciativa, el diputado nacional Héctor Stefani (Pro – Tierra del Fuego), vicepresidente segundo de la Comisión de Defensa del Consumidor, resumió: “Presentamos un proyecto para reducir comisiones en tarjetas de crédito y débito porque es un reclamo de los consumidores, y pedimos reducir del 3 a 1.5 por ciento en crédito y del 1.5 a 0 en débito”. “Es el medio de pago más importante que utilizan los argentinos”, afirmó.

“Vamos a tener la necesidad de no operar con las estaciones de servicio”

Sin embargo, Norberto Etchegoyen, el primer expositor, manifestó que “en la Argentina hay un 30 por ciento que no pertenece a Visa y MasterCard que no opera en AMBA y son exclusivos del interior”, y agregó: “Al igual que muchas empresas tenemos regulaciones a lo que podemos cobrar”.

En esa idea, hizo hincapié en que “tenemos arancel y tasa fija que nos impone el Banco Central y tenemos prohibido tomar depósito, y eso hace que generemos nuestro propio fondeo”. “Como cualquier empresa, para comercializar debemos recurrir a un banco o al mercado de capitales y los bancos no están en los pueblos de 30.000 o 40.000 habitantes”, señaló.

Lejos de estar a favor de la iniciativa, Etchegoyen explicó: “La tarjeta de crédito es un producto más para los bancos, pero para nosotros el cien por cien de nuestro negocio y todos los dueños viven en las provincias donde operamos”. “El arancel del 1,3 por ciento lo vemos a los 18 días, y no a los 16 como muestra el cuadro”, siguió.

“Hay una circular del BCRA que nos obliga a pagar a los 8 días a las pequeñas empresas y a las grandes empresas a los 18 días”, agregó. Y amplió: “El IVA no es un gasto y es un impuesto que paga el consumidor final que corresponde descontar del 1,3”.

Luego, respondió una pregunta del diputado Pablo Tonelli (Pro – CABA) y explicó sobre “el agregador”: “Es una figura que está entre el comercio y las tarjetas de crédito, bajo la orden del BCRA que cobran el 2,09 por ciento por arriba del arancel que cobramos nosotros”, y agregó: “Los agregadores son empresas que brindan un gran servicio a los comercios”.

Finalmente, el dirigente de la CERTaCyC explicó: “Cuando voy a pagar el 10 de julio, la tarjeta de crédito le paga al comercio a los 18 días y el usuario lo paga a los 40 días y nosotros básicamente pagamos a los 18 lo que cobramos a los 40, por eso las compras grandes se hacen a los pocos días del cierre”.

En segunda instancia, manifestó que “en los últimos diez años hubo reducción en un montón de cosas y nos han puesto al límite de la rentabilidad, por eso dejó de ser un negocio en estos valores”. “Cuando menos vendo en una estación de servicio más contento me pongo porque es donde más pierdo plata”, enfatizó.

Con as énfasis, afirmó que “el proyecto es inviable para nosotros” porque “estamos seguro de que no vamos a poder operar a pérdida”, indicó. De la misma manera, advirtió que “vamos a tener la necesidad de no operar con las estaciones de servicio”.

La caída del 17 por ciento

El segundo interventor fue Cesar Bastien de ATaCyC, quien puntualizó que “agrupamos al 90 por ciento del mercado porque los principales emisores financieros están en nuestra cámara”. En el tema, explicó que “la tarjeta de crédito es un medio de pago y un crédito de consumo que tiene éxito porque minimiza el uso de efectivo (riesgo de robo, billete falso y problema de cambio) y registra la operación”.

Además, ejemplificó que “el comerciante vende con crédito y reemplaza a la vieja libreta del almacenero poque tiene la garantía de que va a cobrar, lo que no ocurría con el fiado”. “Está comprobado que por estas ventajas el comerciante vende más”, afirmó.

Del mismo modo, representó en un cuadro que el mercado “es muy complejo” y “hay muchos jugadores”. De esa manera, desarrolló que “hay 150 emisores (50 financieros y 100 no financieros), 100 nacionales y 2 multimarca (VISA y MasterCard) y 54.000.000 de usuarios entre titulares y adicionales”.

“Este ecosistema hace un montón de tareas cómo captar clientes, financiar compras de clientes, asumir riesgos, atender clientes, promociones (actualmente hay menos), gestión de cobranza y mora, previene el fraude y, además, funcionan las 24 horas del día, los siete días del año todo, que parece sencillo, pero genera para atrás un esfuerzo de integración”, relató.

Sin embargo, Bastien informó que “los usuarios únicos eran 21.700.000 y ahora son 18.000.000 este año”. Del mismo modo, amplió: “Cayó un 17 por ciento porque no hay oferta y eso es porque no hay negocio”, y agregó: “Los únicos que pagan el impuesto a débitos y créditos sobre dinero de terceros somos nosotros porque las billeteras virtuales no están reguladas”.

Al igual que Etchegoyen, sostuvo que “el problema no son las tarjetas”, remarcó que “si lo achican no ofrecemos más el servicio y no por maldad o venganza sino porque no dan los números, nadie está obligado a trabajar a pérdida”.

Finalmente, Bastien replicó: “Esta actividad pierde plata porque ha crecido la cantidad de gente que mira en la tarjeta la posibilidad de utilizar el día del cierre para llegar a fin de mes”, en relación a que la entidad debe pagar al comercio a 8 o 10 días hábiles, y el usuario paga a los 39 días. “Hay costos financieros que hay que sostenerlos con ese 1,3 por ciento”, enfatizó.

Bastien reclamó pérdidas económicas respecto al uso de tarjetas de crédito en estaciones de servicio. (Foto: HCDN)

El tercero en exponer fue Claudio Cesario, quien brevemente indicó que “el problema es que no somos Suecia, Noruega ni Dinamarca”, y amplió: “No es que el PosNet deja de funcionar, sino que es porque el comerciante empieza a vender en efectivo”.

“Al comercio le conviene procesar la operación por ahí y no por tarjeta de crédito, ya que el problema no es del arancel, el problema es fiscal”, opinó. De esa forma, generalizó que “Argentina hace que estemos todos contra todos para ver quien se salva y quien sufre un poco más”. “El problema es la macro, no la tenemos ordenada”, concluyó.

Ante algunas consultas sobre usuarios que se retrasan en el pago de la tarjeta, Cesario explicó: “Cuando el deudor no paga, se refinancia la deuda para que el cliente termine pagando”. “Deja de usar el plástico, pero refinancia la deuda con una mora no tan alta y la tasa del pago mínimo también está regulada”, aclaró.

La obligación de las entidades crediticias con los comercios

Francisco Grismondi, el último invitado en hablar sostuvo “el tema agravado es la inflación porque distorsiona muchas cosas”. En tal sentido, aclaró que “hay un punto que no se mencionó que es el riesgo de crédito porque son 18 millones de personas que fueron evaluadas en su capacidad de pagos y en su historial”.

“Un usuario podría elegir no pagar, pero el comercio cobra igual, y en este sistema lo pagamos nosotros porque son reglas del juego a nivel internacional si el usuario no paga, la entidad no puede dejar de pagarle al comercio”, advirtió Grismondi.

Del mismo modo, aclaró que “las entidades financieras tienen prohibido operar con criptomoneda” porque “es un mercado que no tenemos”. Para cerrar, sostuvo que “en el efectivo, la recaudación es mucho menor, entonces perderían lo usuarios de menor recursos, los usuarios por menores ventas y perdería el Estado”.

Finalmente, los expositores Jonás Torrico y Pablo Dono de la Asociación Argentina de Contribuyentes, quienes fueron parte de la eliminación de impuestos de la tarjeta de crédito en la Ciudad de Buenos Aires. “Trabajamos para lograr un sistema tributario de bajos impuestos y el Estado debe mejorar las condiciones para que haya inversión y competencia y eso generaría mejores precios”, señalaron.

Antes de dar por terminado el plenario de comisiones de Comercio y Defensa del Consumidor de la Cámara baja, Ginocchio remarcó que estos proyectos tienen cabecera en la Comisión de Finanzas y pidió que se cumpla el mecanismo previsto por el reglamento, e insistió en la poca presencia de legisladores opositores.

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