Con ausencia de la oposición, el FdT avanzó con un proyecto para jerarquizar un programa contra la violencia de género
El dictamen se firmó en la Comisión de Banca de la Mujer y busca establecer por ley el programa que desde 2022 lleva adelante el Ministerio. Discursos de las senadoras en clave electoral.

Con ausencia de las senadoras de la oposición, lo que le valió las críticas por parte de sus pares, el oficialismo avanzó este jueves en la Comisión de Banca de la Mujer del Senado con el dictamen de un proyecto que busca jerarquizar el programa “Acercar Derechos”, implementado desde 2022 por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.
La presidenta de la comisión, la puntana María Eugenia Catalfamo, arrancó: “Lamentablemente no contamos con la presencia de ninguna de las colegas senadoras del interbloque Juntos por el Cambio. Y creo que se trata de una cuestión política”.
La legisladora de Unidad Federal apuntó que “estamos frente a un momento muy concreto en la historia de nuestro país” donde “hay dos modelos realmente contrapuestos”, en el que uno “expresa la defensa de los derechos de las mujeres y diversidades” y “otro niega completamente la existencia de la violencia contra las mujeres y diversidades, y buscan que desaparezca este Ministerio que ha generado tantas políticas públicas”.
Sobre el programa, afirmó que “ya es un hecho, es una política eficaz” y detalló datos: “El 53% de las violencias que fueron asistidas por el programa eran violencias de alto riesgo, al límite del femicidio. Y el 80% de esas violencias eran ejercidas por exparejas. Estamos ante una situación crítica”.
Autora del proyecto, la vicejefa de la bancada oficialista, Anabel Fernández Sagasti, consideró que “no deberíamos dejar de lado nuestras ideas por una contienda electoral, por lo tanto lamento que muchas colegas que sé que defienden los derechos de las mujeres no estén acá presentes acompañando un programa que ha salvado vidas a lo largo y ancho del país”.
“Nosotros pretendemos que se transforme en una política de Estado”, dijo sobre el programa y ponderó que en esta gestión “logramos tener un Ministerio, que obviamente hay que seguir fortaleciéndolo”, pero que “tiene dos programas que son transversales, abarcativos y están en la trinchera de los barrios”.
La mendocina resaltó que este programa “tiene asistencia jurídica y psicológica”, al tiempo que “articula con los tres poderes -nacional, provincial y municipal-” y “se dedica a la prevención de la violencia y además actúa en los momentos urgentes donde no hay contención social que pueda aguantar ante situaciones extremas, que lamentablemente viven las mujeres y sus hijos e hijas”.
Fernández Sagasti defendió entonces el rol de un Estado “presente, articulador, sensible, empático” y el trabajo de “compañeras que le ponen alma, corazón y vida a este programa”. “Con recursos y decisión política, y articulándonos con las organizaciones, podemos prevenir situaciones y reconstruir proyectos de vida que se han truncado en virtud de la violencia. Este programa es una conquista de todas”, agregó.
Y reconoció que “todavía no estamos ni a la puerta de lo que queremos lograr, pero creo que esto es una base importantísima que tenemos que reivindicar, proteger y poner como política de Estado”.
A continuación, la jefa de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, manifestó su “perplejidad por no contar con la presencia de las senadoras de la oposición”. “Me parece que no es momento de quitarle el cuerpo”, lanzó y subrayó que “las mujeres estamos siendo amenazadas por uno de los candidatos a presidente”, en referencia a Javier Milei. Sobre esto, señaló que “dentro de su plataforma electoral quiere hacer un mercado de armas libres, y eso nos pone en peligro serio”. “No me parece que sea el momento para quitarle el cuerpo a la salud integral y a la salud física de las mujeres”, insistió.

La senadora oficialista Silvia Sapag expresó que “tenemos que valorar enormemente la creación del Ministerio de la Mujer, porque aunque es bastardeado ya tenemos números que, son todavía flacos ¿no? Pero cuando se creó el Ministerio de la Mujer había un femicidio cada 28 horas, ahora es cada 39 horas. Es un logro terrible que demuestra lo difícil que es nuestra tarea y cómo tenemos que avanzar paso a paso contra la incompresión de muchos y de muchas también, pero son pasos que vamos dando”.
En el cierre, la oficialista Silvina García Larraburu pidió que el próximo 19 de noviembre “podamos tener el pleno convencimiento de qué país habla un candidato y de qué país está hablando el otro” y que “vayamos a votar con el pleno convencimiento de todo lo que hemos logrado y también con la enorme responsabilidad de lo que nos falta”.
Al sostener que espera que el proyecto sea prontamente tratado, añadió: “Que se sepa que no hemos logrado tener el quórum por diversas actitudes mezquinas y sobre todo de aquellos que no son candidatos pero que manejan la política entre bambalinas, que son los que le dicen a algunos lo que tienen que hacer y lo que no”.
Al final del encuentro se pasaron a la firma sin debate un conjunto de proyectos de declaración y Catalfamo, quien culmina su mandato el próximo 10 de diciembre, aprovechó para despedirse. “Agradecerles verdaderamente por estos años, quizás sea la última reunión de la Banca, así que agradecerles por todo este tiempo, por la confianza. Y dejarles un mínimo pedido muy personal, pero ojalá el nombre de la Banca pueda llegar también a incluir a las diversidades, es algo que hemos pensado con Eugenia (Duré), con (María Inés) Pilatti y varias compañeras”, concluyó.

El proyecto de ley que tuvo dictamen propone la creación del “Programa Acercar Derechos para personas en situación de violencias por motivos de género”, con el fin de garantizar el ejercicio pleno y efectivo de los derechos, mediante un acompañamiento integral en materia psicosocial y jurídico, de aquellas personas que se encuentren en situación de violencia por motivos de género, como así también facilitar el acceso al sistema de administración de justicia.
Además de establecerse las finalidades y los principios, entre otros puntos, determina como destinatarios a “mujeres y personas LGBTI+ que se encuentren atravesando o hayan atravesado algún tipo o modalidad de violencia por motivos de género”. “También son destinatarias las personas del grupo familiar o allegadas de la mujer o de la persona LGBTI+ en situación de violencia por motivos de género”, agrega.