En los últimos días de sus conferencias de prensa en la Rosada destacó el avance logrado con la ley de Bases, a la que, junto con el DNU 70/23, considera parte de una batalla cultural que entiende como una búsqueda de libertades. Esa ley “va a terminar siendo realidad”, asegura, y lejos de pensar en una reforma de la Carta Magna, sostiene que “esta Constitución nos permite hacer todo lo que queremos hacer”.
Protagonista central de todas las mañanas con sus conferencias de prensa diarias con las que busca de alguna manera ordenar el discurso político de su Gobierno, Manuel Adorni reconoce que por momentos se pregunta si es lo mejor pararse frente a la prensa todos los días, o hacerlas salteadas.
“La casta también está en el periodismo”, dice durante la entrevista concedida a parlamentario.com. En la misma dio su interpretación de lo que justamente para él representa la casta, y aclara: “La casta no es naturalmente el político”.
Reconoce las dificultades de La Libertad Avanza en materia numérica en el Congreso, pero resalta que aun así “la ley de Bases va a terminar siendo una realidad”.
- Como ferviente seguidor de Juan Bautista Alberdi, el presidente Javier Milei propuso un nuevo ordenamiento jurídico y político, inédito. ¿En qué puntos centrales creen que se avanzó y en qué temas les falta hacerlo?
- Es una pregunta compleja, porque en definitiva siempre vamos a considerar que falta todo por hacer. Centralmente, nosotros consideramos que la gente nos votó por tres principales pilares centrales: nos votó por la economía, por la seguridad y por la batalla cultural, entendida como la búsqueda de libertades. Esto de entender que a lo largo de los años logramos que mucha gente entienda -que tal vez no lo veía- cómo el Estado le iba comiendo libertad.
En Seguridad, el trabajo que está haciendo (la ministra del área) Patricia Bullrich es absolutamente sensacional, dentro de su jurisdicción. Está claro que la seguridad del ciudadano depende de las diferentes provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En la parte económica tiene que haber un ordenamiento de la macroeconomía, que lo estamos logrando, aunque todavía nos queda un camino largo por recorrer, porque cuando vos tenés un Banco Central quebrado, cuando no tenés prácticamente una moneda, cuando venías corriendo una inflación altísima. Y además tenías un delirio dentro del Banco Central con las Leliqs y con estos pasivos remunerados… Todavía hay mucho camino por recorrer, pero por un lado tenés el saneamiento del Banco Central y del otro lado tenés la no emisión y el equilibrio de las cuentas públicas.
Y después tenés la batalla cultural, que gran parte de esa batalla -el presidente dice un 25%, que es una gran parte, pero yo no lo tengo medido en porcentajes-, pero parte de esa batalla cultura está en cuestiones como la ley Bases y el DNU, que en definitiva es eso: es traducir la batalla cultural o el deseo de libertad en cuestiones cotidianas.
Vos cuando analizás la ley Bases, más allá de que hay cuestiones específicas en lo laboral, en inversiones, etcétera, son cuestiones estrictamente de libertades. Es que las empresas que vengan a invertir, el Estado no las confisque, que el trabajador tenga más posibilidades de trabajar libremente. La verdad es que es una parte de los tres pilares la ley Bases.
- Alberdi también pensó en una nueva Constitución .¿Se adecua esta Constitución al pensamiento liberal, o piensan que debería haber reformas a futuro?
- Esta Constitución tiene base en aquella Constitución liberal que ha tenido modificaciones -la última en 1994-. Es una linda pregunta, pero tal vez no soy yo el indicado para contestarla. Te la respondo al revés. Esta Constitución nos permite hacer todo lo que queremos hacer. Y después en tal caso lo que no se pueda hacer nos iremos topando en el medio, ¿no? Y no será porque nosotros somos respetuosos de las reglas de juego actuales y es el respeto absoluto e irrestricto por la Constitución, porque no limita a los ciudadanos. La Constitución nacional no es para los ciudadanos y para regir el comportamiento de los ciudadanos. La Constitucional nacional es para que el ciudadano tenga poder y para que el ciudadano esté bien representado y para controlar, limitar y cercenar los abusos de poder que pueda tener el Estado o los diferentes gobiernos en el manejo del Estado. Así que para nosotros el respeto por la Constitución es total. No es parte ni de la discusión de café si estamos o no en acuerdo o desacuerdo con alguna cuestión constitucional.
- Para ustedes el Estado presente terminó definitivamente. ¿Ahora cuáles son los ejes del nuevo Estado que proponen?
- El Estado presente no terminó. El Estado presente tomamos la decisión de que se termine. Y estamos haciendo todo en consecuencia para que se termine. Un Estado presente que nos ha hecho mucha burla, porque de presente la verdad que tuvo bastante poco, cuando uno ve los datos de pobreza, los de indigencia, los de niños pobres, los que marcan el nivel educativo, los del nivel en el sistema de salud, etcétera. Así que de Estado presente poco ha tenido. Sí fue presente para los que hicieron negocios con el Estado, sean políticos, empresarios o sindicalistas. Pero conceptualmente el Estado presente terminó, pero la cuestión es que lo estamos desarmando, como en el Inadi, en Télam y en empresas públicas… En fin, todo lo que vamos haciendo para desarmar este esquema que es difícil, porque uno dice: ‘Pero ustedes dijeron que iban a terminar con todo, un Estado chiquitito’. Pero bueno, la burocracia, la ley, la norma, los tiempos de todo este elefante no son los que a uno le gustaría tener, pero vamos a hacer siempre todo lo posible.
- ¿Están conformes con la estructura de este Poder Ejecutivo? ¿Es eficaz? Porque ustedes redujeron ministerios, estructuras, cargos jerárquicos. ¿Están conformes con esta estructura o quieren ir por más?
- El tema de las estructuras efectivamente se ha diseñado en base a lo que conceptualmente creemos mejor. En el medio nos dimos cuenta de que Infraestructura (el ministerio creado al iniciar la gestión, y que fue desarmado con la salida de Guillermo Ferraro) no tenía mucho sentido que no dependa directamente de Economía, al margen de seguir achicando estructuras. Por ahora en este esquema nos sentimos cómodos, nos parece que es un esquema razonable. Tal vez la gente de a pie no lo tiene muy presente, pero nosotros la reducción que hemos hecho. Yo solo en mi área, cuando la rediseñamos, ahorramos 500 millones de pesos por año a dinero de hoy. El ahorro que se ha hecho en estructura es muy importante. Después, si mañana surge que operativamente queremos eliminar un ministerio o sumar o restar una secretaria serán cosas que iremos viendo. No nos parece relevante. Nosotros hicimos lo más chico, lo más eficiente, lo más reducido que considerábamos. Y después, la propia experiencia nos irá marcando si esto puede continuar así o no.
- Un tema que queda pendiente en el Poder Ejecutivo es el nivel salarial. Porque con esta inflación, siendo que hay un congelamiento de los salarios para los cargos jerárquicos, en un momento se va a tener que definir una política.
- Esas son decisiones del presidente de la Nación que nosotros respetamos, apoyamos, y nos debemos a lo que él decida. Entiendo que en algún momento va a haber un debate sobre lo que tienen que ser los salarios del Poder Ejecutivo. Igual me parece que nos debemos un debate de todos los salarios públicos, de todo lo que pasa desde el primero al último. Me parece que nos debemos un debate serio, sincero, de cuánto es que tiene que ganar un trabajador para determinadas tareas, que hoy te diría que agarres el puesto que agarres, tenga o no jerarquía, te vas a encontrar con que hay un cierto grado de irracionalidad en eso. A nivel integral se va a tener que debatir.
- El presidente en estos cuatro meses cargó muchas veces contra el Congreso. ¿Hasta dónde llega la disconformidad? ¿Qué tipo de Congreso, teniendo en cuenta que es un poder independiente, quiere?
- El presidente lo que pretende es que le den las herramientas que le han dado a otros gobiernos. El presidente no pretende ir contra ningún poder; ni contra el Judicial, ni contra el Legislativo. Ahora es difícil entender cómo es el primer presidente a que lo enloquecen por un DNU, a tan corto plazo de haber asumido y a tan corto plazo de haber ganado una elección como la ganó. Y la verdad es que el presidente tenía la expectativa de que la política se comporte distinto. La política en general, no solo los diputados y senadores, sino también gobernadores u otros funcionarios de diferentes poderes. La verdad es que esperábamos que ante el apoyo de la gente, ante lo que consideramos un cambio de época y un hartazgo general de la gente por la vieja política, entendíamos que algunos caminos iban a ser un poco más llanos, cosa que no ocurrió. Pero también entendemos que lo que hacemos es muy disruptivo en términos de terminar con algo muy rancio y muy de otras épocas, y esto de pensar una Argentina para dentro de 50 o 100 años haya generado una sorpresa en algunos por no querer moverse del 10 de diciembre y por no aceptar que la gente quiere otra cosa, y otros porque tal vez no habían comprendido lo que queríamos hacer y ahora lo comprendan y efectivamente apoyan. Eso no lo sé, no me meto en las decisiones de cada legislador. De hecho, el propio presidente fue legislador. No es algo general, es algo particular el cuestionamiento que hace o que pueda hacer de algunos de los poderes. Jamás va ser general, de hecho estamos en una república y en ese marco es que hoy estamos gobernando y es que llegamos a la presidencia.
- Vos hablaste de la vieja política. El presidente hizo eje en la campaña electoral en las arbitrariedades de la casta política. ¿Cómo va esa pelea?
- En definitiva todas las preguntas que me hiciste tienen que ver con la casta política, o en parte con la casta política. La casta política nosotros la definimos como aquel al que lo único que le interesa es hacer negocios para sí mismo con el Estado, o que sin ser grandes negocios defienden el statu quo para que su vida trascienda a través de que el contribuyente simplemente le pague su buena vida. Y eso es lo que consideramos casta; nosotros no consideramos que el funcionario sea casta. Yo no soy casta, el presidente no es casta. Todos los funcionarios, al menos los que yo conozco dentro del Gobierno y los que son colaboradores nuestros, no son casta. La casta no es naturalmente el político, naturalmente no se define como casta. Se define como casta al revés: la persona que siendo político, siendo empresario, siendo sindicalista, lo que único que le interesa es el statu quo y esa es la definición para nosotros de casta.
- Yendo al otro poder independiente. Ustedes han propuesto a dos juristas para integrar la Corte. ¿Cuál es la visión de la Corte para el Gobierno.
- Lo mismo que pensamos para el resto de los poderes y para el resto de las funciones del Estado: que sean independientes. Nosotros tenemos todo lo que pensamos para la Argentina; básicamente los tres pilares que te nombré: economía, seguridad y batalla cultural, que tienen si se quisiera una base necesaria para esa construcción, que es la seguridad jurídica, que son las instituciones fuertes. Cualquier país que haya crecido, que haya sacado gente de la pobreza, que haya terminado con la inflación y que uno considere repúblicas y democracias modernas están en general correlacionadas con las instituciones. Hay buenas instituciones; tenés respeto por la ley, hay igualdad ante la ley -no igualdad ante los ciudadanos-, igualdad ante la ley y esa igualdad te da desarrollo, porque efectivamente las reglas están claras y porque uno se abre para empezar a competir, a trabajar, a invertir, a apostar y arriesgarse. Así que en esas instituciones está el Poder Legislativo, está el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, con todo lo que eso conlleva, y en la justicia hay un montón de problemas, que están en los otros poderes, pero también hay vacantes que todavía no se han podido cumplimentar. Como en todas las áreas del Estado, seguramente te vas a encontrar con funcionarios que no son idóneos, no son aptos, o que no condicen con las buenas costumbres, la moral y la ética. Este es un camino largo y las instrucciones que están absolutamente despedazadas no se solucionan, no se sanean de un día para otro, y eso lo tenemos claro y es parte del problema que decidimos enfrentar. Para nosotros, la seguridad jurídica es absolutamente fundamental.
- Respecto del Congreso, el presidente suele decir que si no le dan las herramientas como la ley de Bases va a esperar las elecciones legislativas de 2025 para tratar de imponerlas. ¿No hay una sobreestimación de las expectativas? Porque es difícil, por más que gane el Gobierno las próximas elecciones tener una mayoría.
- Bueno, pero pensémoslo al revés. Hoy teniendo 40 diputados y 7 senadores, que se puede decir que responden a las ideas nuestras, la ley Bases va a terminar siendo una realidad. Vos me vas a decir que no es la ley Bases original… pero bueno, danos tiempo, y esto de -te lo enlazo con la pregunta anterior- el respeto por las instituciones y el respeto por los poderes del Estado, efectivamente los estás viendo ahí. Si la política no quiere acompañar, nosotros no vamos a hacer nada para modificar eso por fuera de la ley y por fuera del respeto al Poder Legislativo. Entonces, si la política, y especialmente la política legislativa, no nos da las herramientas, no hay ningún problema. Haremos todo lo que podamos para que la gente nos siga apoyando en las elecciones y poder modificar la composición del Congreso, para que cada vez más voces liberales y más voces que quieran otra Argentina se sumen y nos puedan facilitar el trabajo que estamos haciendo.
- Todo indica que se va a aprobar el proyecto de ley de Bases y el paquete fiscal, y entonces se va firmar el Pacto de Mayo con los gobernadores. ¿Cuál es espíritu de ese acuerdo y si es el puntapié para algo más?
- Me parece que originalmente el Pacto de Mayo, desde lo filosófico, no desde lo político es: Señores, la Argentina que queremos para todos, la Argentina decadente hoy, la sufrimos todos en mayor o menor medida, y el Pacto de Mayo tiene que ser el inicio de una foto de otra Argentina. De una Argentina, a pesar de lo que nos dicen y nos atacan, una Argentina donde estemos todos tirando para el mismo lado. Con matices: no, yo puedo ser más liberal, vos menos liberal, pero que haya cuestiones que no se discutan más en la Argentina.
Esto de la propiedad privada, de que mañana te venga un loco a quererte expropiar un campo o a expropiar cualquier otra cosa, no puede pasar más. Y en esta lógica, el Pacto de Mayo tiene que ser una imagen, tenemos que transmitir que hay cosas que no van a pasar más en Argentina, más allá de que dentro del Pacto de Mayo hay cuestiones que tenemos que resolver hace 40 años, como el de la coparticipación. ¿Por qué la provincia de Buenos Aires aporta más de lo que recibe? ¿Por qué la Ciudad de Buenos Aires aporta más de lo que recibe? ¿Por qué otras provincias aportan menos de lo que recibe? ¿Eso es razonable, no es razonable? Bueno, será razonable para el que recibe más de lo que aporta, pero será poco razonable para las jurisdicciones que aportan más de lo que reciben, porque detrás de eso hay gente trabajando, produciendo y que aporta esos impuestos. Y son temas que hay que discutirlos, no podemos seguir haciéndonos los zonzos. Me parece que el Pacto de Mayo desde lo filosófico es una vuelta de página muy interesante para la Argentina, no solo para política, para la Argentina en general va a ser muy interesante.
- El ajuste de la motosierra se siente en los bolsillos de los ciudadanos. ¿Cuándo se podrá sentir un alivio?
- Por supuesto, empezamos a ver alguna -de hecho el Presidente ya que ustedes le persiguen tanto los retuits y los me gusta en su red X, el presidente muchas veces retuitea algunos informes donde empezás a notar la famosa V, a la que hizo muchas veces referencia. Esta caída abrupta en términos de las correcciones y de empezar a barrer fuera de la alfombra y no debajo de la alfombra todo el desastre que nos dejaron. Por supuesto que hizo una corrección en el poder adquisitivo y eso está claro. Lo dijimos siempre; también dijimos que íbamos a pasar meses complicados, pero ya empezamos a ver algún síntoma de que tal vez -y digo tal vez, porque solemos hablar con números ciertos y no con suposiciones- podemos entender que algunos sectores empezaron a mostrar ya estar en una parte más baja de la V y con ganas de empezar a resurgir. No hay nada que no haya estado en el análisis, sabíamos que íbamos a pasar dos o tres meses muy complejos y lo estamos transitando de la manera más decorosa con lo que tenemos, porque las alternativas eran catastróficas y optamos por el camino serio y razonable.
- El Pro está acompañando en el Congreso, Hay una parte en el Gobierno, como Patricia Bullrich. ¿Creen que puede haber una acción conjunta en las elecciones legislativas del año próximo?
- Todo puede ser, pero nosotros tenemos una unión natural, que se da en base a las ideas. De hecho hoy el Gabinete está compuesto por gente del Pro. En el gabinete está la doctora Bullrich en uno de los ministerios más relevantes, que tiene a uno de los tres pilares que te marqué que tenía la base del proyecto de país que tenemos. En definitiva, el doctor (Luis) Petri, más allá de su afinidad con el radicalismo, la acompañó a Patricia Bullrich en las elecciones como candidato a vicepresidente. Me parece que naturalmente confluimos en las ideas. Después tenemos algunos matices, como todo.
- El presidente criticó bastante al periodismo. ¿Vos cómo ves al periodismo? ¿Las conferencias de prensa diarias llegaron para quedarse, o estás pensando en otro modelo de comunicación, o en algo nuevo?
- La última pregunta me la deberías responder vos. ¿Qué opinás sobre las conferencias diarias y si aportan o no o son mejor hacerlas salteadas o esporádicas o “cerrutianas”? Lo cierto es que paso momentos en que digo “bueno no la hagamos todos los días, sino cada tres, o dos días, o día por medio”, o cada vez que hay gabinete o los días que no hay gabinete. Por ahora todos los días me parece que es una dinámica muy divertida para mí y para los que están les puede sumar información en el día a día.
Con respecto al periodismo, estuve 12 años en los medios de comunicación. No solo son compañeros de muchos periodistas, sino también de medios o de directivos de medios. Creo que en el periodismo hubo siempre periodistas buenos y periodistas malos. Y medios buenos y medios malos. Y la casta también está en el periodismo. Hay casta periodística, por supuesto, como en cualquier profesión. Vos encontrarás médicos buenos y malos, e ingenieros buenos y malos, y eso no está mal. Lo que pasa es que en el periodismo el tema es que la mentira o la verdad de lo que el periodismo pueda transmitir, la mentira duele más porque están comunicando a personas que tal vez no están al tanto del tema y que ustedes en algún punto tienen la responsabilidad de transmitirlo en la manera más clara y con la mayor verdad posible.
Lo dije en la última reunión de ADEPA, que nuclea medios periodísticos. Nosotros estamos para gobernar y ustedes para decir la verdad. Todo lo que escape a eso cuando yo no gobierne o yo no haga cosas que vayan en contra de la ley, de la moral o de lo que sea, ustedes van a salir a contarlo y van a salir a que yo esté controlado, a que corrija o que me vaya a mi casa, como un fracaso rotundo en la función.
Ahora, cuando ustedes mienten y cuando ustedes mienten además con cosas nuestras, nosotros tenemos el derecho de salir a cuestionarlos.
Después, el presidente tiene sus formas, yo tengo la mía y otro funcionario tiene la suya, pero me parece que no podemos andar discutiendo del periodismo como casta, como un clan. Hay periodistas buenos y periodistas malos y se terminó, y el periodista malo por la mentira vamos a salir a cuestionarlo. Y los demás periodistas tienen que estar felices de que eso pase, porque enaltece la profesión y porque al buen periodista le beneficia que el sistema se vaya limpiando del mal periodista que tanto daño le ha hecho a la profesión. Y te lo digo por tantos años de convivir en un ámbito periodístico donde ves periodistas buenos y periodistas malos.