El presidente de la Comisión de Salud de Diputados, Pablo Yedlin, se refirió a la agenda de temas y el rol del Gobierno nacional en el financiamiento de distintas políticas. Habló sobre la ley de Bases y consideró como un “error” el apoyo de su gobernador a Milei.
Nuevamente presidente de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados, el tucumano Pablo Yedlin aseguró que “hay mucha preocupación” sobre la continuidad y el financiamiento de distintas políticas públicas del área y anunció que convocarán prontamente al ministro Mario Russo “para que venga a dar explicaciones”.
El legislador de Unión por la Patria observó que “si el Gobierno nacional se entiende como un gobierno mínimo, muy pequeño, en donde todos los gastos en salud, seguridad, obra pública lo hagan las provincias, entonces habría que rediscutir el tema de la coparticipación”.
En diálogo con parlamentario.com, el peronista opinó además sobre la ley de Bases, que ya cuenta con media sanción, y puso el foco en la delegación de facultades “a un presidente que ha demostrado con el DNU 70 y con la ley ómnibus original que no tiene límites en la posibilidad de querer legislar”.
Respecto de la reforma laboral, se mostró en contra de flexibilizar las normas en medio de un contexto de recesión: “Justo en este momento no vas a tener más empleo con eso, vas a tener menos, porque para tener más empleo tenes que tener un país en crecimiento y después las normas laborales tienen que acompañar. Acá estamos poniendo el carro delante del caballo”.
Aunque reconoció que el presidente Javier Milei “tuvo mucho apoyo inicial”, consideró que ese apoyo “está empezando a cambiar” porque “hay un presidente que no se preocupa por las cosas que los argentinos nos estamos preocupando”.
Uno de los cinco diputados tucumanos que ingresó por UP y no se fue junto a sus tres comprovincianos que conformaron un bloque que ahora funciona como aliado del oficialismo, Yedlin afirmó que le parece un “error” del gobernador Osvaldo Jaldo la relación que encaró con Milei: “Creo que no hace el cálculo del todo correcto, de cuánto gana y cuánto pierde en esto”.
-La ley de Bases tuvo media sanción en la Cámara de Diputados y su voto, al igual que todo Unión por la Patria, fue en contra
-Sí, porque me preocupa casi todo en la ley de Bases. Me preocupa la delegación de facultades en un presidente que ha demostrado con el DNU 70 y con la ley ómnibus original que no tiene límites en la posibilidad de querer legislar. Corremos el riesgo de que cuando tenga las capacidades delegadas se le ocurra volver a la carga con un montón de temas que la lógica parlamentaria se los disminuyó.
Me preocupa el empleo público. Al Estado nacional, en esta idea de reducir y reducir para llegar al equilibrio fiscal, en esta ley se le da la capacidad de unificar, cambiarle las funciones, inclusive hacer desaparecer, disolver parcial o totalmente estructuras como el INCUCAI, el ENACOM, el INTA o INTI; porque más allá de las protecciones que se han querido poner, todo lo que le queda como capacidad puede permitir que el INCUCAI se transforme en una oficina de registro de voluntad de donantes y que no haga nada más, y que todo el personal sea despedido .
Si le diéramos estas facultades a un presidente con otra mirada del Estado sería distinto, pero tenemos un presidente que dice que el Estado nacional es una mafia, un grupo de delincuentes y él lo quiere destruir.
-¿Qué opina sobre el capítulo de reforma laboral, incluido a instancias de un sector de la oposición?
-La reforma laboral también me preocupa, no porque no crea que haya que reevaluar el tema de los juicios laborales, que son una gran carga para las PyMEs en la Argentina; pero me preocupa frente a una situación de enorme recesión económica que vive la Argentina, responsabilidad exclusiva de Javier Milei, porque es cierto que la inflación estaba alta, pero la actividad venía en ascenso y teníamos pleno empleo. Hoy tenemos recesión económica, caída en la venta minorista, caída en la venta mayorista, fábricas que tienen capacidad ociosa. Si vos flexibilizas las normas laborales justo en ese momento, no vas a tener más empleo, vas a tener menos, porque para tener más empleo tenes que tener un país en crecimiento y después las normas laborales tienen que acompañar, pero primero tiene que crecer la Argentina. Entonces acá estamos poniendo el carro delante del caballo. Argentina está con recesión, no hay crecimiento, no hay consumo, no hay inversión por ahora, más allá de lo que diga Elon Musk.
Otra cosa es el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), un sistema de exenciones impositivas tremendas a los inversores externos, que van a poder venir sin pagar impuestos y no le pedimos nada a cambio. Además pueden no comprar insumos en el país, no contratar empleados argentinos, no liquidar sus ganancias en Argentina. Entonces vienen, extraen lo que quieren extraer y se van. Y nosotros sospechamos que en esa actividad ‘va a gotear algo’ hacia la Argentina, pero no está claro que eso vaya a pasar. Yo sí creo que hay que incentivar inversiones, pero este sistema me parece malísimo.
Y otro aspecto son las privatizaciones. Creo que Aerolíneas Argentinas no puede ser privatizada y tampoco me parece bien que privaticemos, a pesar de los teóricos controles que la oposición amiga le ha puesto a estos procesos, Radio Nacional y Televisión Pública, Yacimientos Carboníferos Fiscales. Haber logrado que YPF y Banco Nación no estén me parece bien, pero lo que quedó también me parece demasiado.
-El gobernador de su provincia, Osvaldo Jaldo, se ha alineado al Gobierno nacional, ¿qué reflexión le merece?
-El gobernador de Tucumán ha decidido políticamente que a la provincia le conviene estar en sintonía con este Gobierno nacional y la verdad que es muy difícil para Tucumán, con la población, la situación social y la cantidad de empleo público que tiene, no tener una buena relación con el Gobierno nacional de turno, sea cual sea.
A mí manera de ver es un error del gobernador. Yo creo que no hace el cálculo del todo correcto, de cuánto gana y cuánto pierde en esta relación, pero evidentemente la relación es importante,el refinanciamiento de la deuda que tiene la provincia con la Nación existe, la voluntad de obra pública -que por ahora es solo voluntad- tiene que venir de Nación en algún momento, y el gobernador ha decidido ese camino político.
Pero hay cosas que están mal calculadas. Por ejemplo, cuánto va a ganar la provincia con la nueva ley de Ganancias y cuánto pierde por la nueva ley de ingresos personales. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso es cero. Otro tema, yo acompañé el impuesto al tabaco. No entiendo por qué los libertarios, incluido también mi gobernador (a través de los tres diputados del bloque Independencia) no acompañen eso, que representaba sólo para la provincia de Tucumán 16 millones de dólares al año, y más de 350 millones de dólares para todo el país.
-A cinco meses de la gestión de Javier Milei, ¿qué percepción ve en la gente?
-Yo creo que el apoyo a Milei está empezando a cambiar. Es cierto que tuvo mucho apoyo inicial, la gente con todo derecho estaba muy enojada con el gobierno anterior, le quiso dar un voto de confianza a un nuevo partido político y esperaba ver resultados positivos. No es verdad que Argentina se encaminaba a la hiperinflación, se encaminaba a salir de un proceso espiral inflacionario pero manteniendo la actividad, sosteniendo los planes, la salud pública, las universidades, y ese plan existía y era la opción que teníamos. A mí modo de ver, las cosas a futuro no van en ese sentido. Veo un presidente que no se preocupa por las cosas que los argentinos nos estamos preocupando.
-Nuevamente le toca presidir la Comisión de Salud en la Cámara baja, ¿con qué agenda se empezó?
-En la última reunión pudimos dictaminar dos proyectos que venían del Senado. Uno sobre el programa Remediar, que cumplió 22 años y a pesar de todos los cambios de gobierno ha venido siendo parte fundamental de la salud pública Argentina, porque llega a 8.100 centros de salud en todo el país, con más de 79 distintos medicamentos, entre los que se incluyen medicamentos para el dolor, antibióticos, para la diabetes, colesterol, hipertensión. Es una ayuda muy importante para las provincias, y sobre todo para la población que se atiende en centros de atención primaria sin cobertura. Además genera un ahorro enorme, porque frente a lo que costaría esa medicación con precio de venta al público, comparado a lo que paga el Estado, en el año 2022 estamos hablando de un ahorro del 86%. El dictamen tuvo apoyo prácticamente de todos, salvo que La Libertad Avanza planteó si este programa no podía ser cofinanciado por las provincias, explicamos nosotros que no, pero bueno, firmaron el dictamen con disidencias. Ya es una ley que estaría en condiciones de ir a sesión.
El otro proyecto que viene del Senado, de autoría nuestra, que todavía tiene un giro a Industria, es el de la sal fluorada, que incorpora a los programas de salud oral una herramienta que casi todos los países de América y Europa tienen, que es el uso de sal con flúor. Normalmente en Argentina se ha previsto que lo que se fluore sea el agua, pero la verdad es que no se ha cumplido. Uruguay, Chile, Suiza, España, por dar ejemplos, usan estas políticas. Hay lugares en Argentina, muy poquitos, que tienen flúor en el agua, como La Pampa, y en esos lugares no se usaría. Igualmente, no va a ser obligatoria, no van a ser todas las sales con flúor. Será una opción más en el mercado para usarla en los programas de salud bucal; está autorizada por OMS, no es tóxica y aparte será voluntario.
-¿Van a convocar al ministro del área, Mario Russo?
-Sí, hay dos temas por los que se ha pedido que venga (Mario) Russo y su equipo a dar explicaciones. Hay mucha preocupación en varias cuestiones, así que vamos a cursar una invitación.
Salieron pedidos de informes y aclaración al Ejecutivo sobre la campaña y vacunas contra el dengue, con mucha preocupación, sobre todo por legisladores del norte. Y hubo otro pedido por un programa de la época de (Mauricio) Macri, que duró todo el gobierno de Alberto Fernández, y ahora corre riesgo. Se trata del que evita el embarazo no intencional adolescente (ENIA), es un programa que brinda anticonceptivos, pero sobre todo consultorías a adolescentes, no sólo en centros de salud, sino también en escuelas y actividades sociales. A través de las consultorías se descubrieron un montón de situaciones de abuso y la verdad que el embarazo no intencional bajó en Argentina -uno de los motivos debe ser el ENIA- al 50%. A mí desde Salud me informaron que los insumos los van a dar, pero no van a financiar al recurso humano, entonces eso pone en riesgo todo el programa, porque está basado en las consultorías.
-¿Cómo se encuentra la situación del dengue en su provincia?
-El dengue está empezando una curva de descenso. En Tucumán ha empezado una campaña de vacunación, ya se vacunó al personal de salud, ahora se está vacunando a los docentes y fuerzas de seguridad, estamos hablando cerca de 100 mil dosis -dos veces- que compró el gobierno de la provincia. A mí modo de ver, la vacuna del dengue debería entrar en el calendario, eso no implica que todos los argentinos se tengan que vacunar. Por ejemplo, la vacuna de la fiebre amarilla está en calendario, pero sólo se pone en Formosa o Chaco. Lo mismo con la vacuna de la gripe, que se ponen los más chicos, adultos de 65 o embarazadas. Si está en calendario sí se vuelve obligatoria para aquellos grupos donde está indicada; y la otra característica es que sólo la debe comprar la Nación, no las provincias, ese es el punto de más discusión. No sé por qué la Nación no quiere invertir en esto: las vacunas ahorran plata, no son un gasto.
-En la comisión también se abordó la cuestión del acceso a los medicamentos
-Sí, ha habido una discontinuidad importante de medicamentos de alto precio, algunos oncológicos, para muchos argentinos que llegaban a esta última instancia, cuando no tienen cobertura. Actualmente hay amparos colectivos y denuncias penales contra la DADSE (Dirección De Asistencia Directa Por Situaciones Especiales). Más allá de todas las auditorías que el Gobierno quiere hacer, porque entiende que en la gestión anterior hubo irregularidades, y más allá de que se investigue -que nos parece bien-, lo que no puede pasar es que no haya suministros de estos medicamentos. Hay una teoría del Ministerio de Salud que entiende que estos medicamentos deberían comprarlos las provincias.
En el mientras tanto que esto se organice, en este modelo de país que este Gobierno quiere, donde todo paguen las provincias y nada la Nación, lo que no podemos dejar es a la gente sin cobertura. Por otro lado, si el Gobierno nacional se entiende como un gobierno mínimo, muy pequeño, en donde todos los gastos en salud, seguridad, obra pública lo hagan las provincias, entonces habría que rediscutir el tema de la coparticipación. Porque la coparticipación son impuestos que cobramos y pagamos las provincias, y le damos la mitad a Nación y la otra mitad vuelve a nosotros. Esa mitad que le damos tiene un objeto, que es básicamente las cosas que paga la Nación. Ahora, si Nación no va a pagar en salud, educación, ciencia y técnica, ni nada, entonces el 80% o 90% de la recaudación de los impuestos debería quedar en las provincias.
-¿Qué otras iniciativas tiene previsto proponer en la agenda de la comisión?
-El tema del acceso a los medicamentos es de mucha preocupación, el Remediar y lo de la DADSE tiene que ver con eso, pero también está el tema del precio, que no tiene control. En Inglaterra o España la industria no pone el precio que quiere, sino que discute con el Estado cuál es el precio.
La inflación de medicamentos siempre va por encima de la inflación promedio. Nosotros impulsaremos un proyecto para controlar el precio de venta al público, que no supere el IPC ni el RIPTE. En tanto, para los medicamentos de alto precio tenemos la idea de reflotar el proyecto de Daniel Gollán de Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria, para que los medicamentos que la ANMAT registre tengan una evaluación en tecnología, precio y eficiencia para saber si el sistema solidario argentino debe o no cubrirlos al precio que la industria propone.
Por otro lado, ahora los médicos van a tener que volver a pagar Ganancias, no solamente sobre sus salarios, sino sobre las guardias y las horas extra, que había una ley específica que protegía esa exención. Vamos a replantear una nueva ley de residentes, creemos que la residencia hoy está subpagada, subvaluada, y que debemos mejorar el ingreso para los residentes, sobre todo en el sector privado. Los sistemas de salud son recurso humano que atiende a la gente enferma, si uno no forma recurso humano, que además demora 10 años en formarse, y no prevé esto con anticipación, se va a quedar sin médicos, y ese es el camino que lleva la Argentina si no hace cambios estructurales.
-¿Cómo observa la situación desatada con las prepagas a partir de la desregulación y luego marcha atrás del Gobierno?
-Es otro punto de enorme preocupación. En la Ciudad de Buenos Aires más del 50% de la población tiene prepagas, en la provincia de Tucumán el 4% solamente, en Formosa el 2%. En el promedio de Argentina, sólo el 16% tiene prepaga, pero es un tema de preocupación porque influye sobre el IPC. Nos parece que el Gobierno se equivocó al haber liberado los precios. La libre competencia en estos temas no existe. Cuando se dieron cuenta, y ahora lo quieren regular, resulta que están generando un enorme problema en la línea de pagos hacia los efectores, hacia los médicos, que ven que no se les va a poder pagar lo que le prometieron.
Si bien un 16% de los argentinos tiene prepaga, la mitad de los argentinos nos atendemos en el sector privado, a través de obras sociales o prepagas, y si el sistema de salud privado colapsa, y esto va camino a eso, entonces la mitad de los argentinos se va a quedar no sin cobertura, sino sin lugar donde ser atendido.