Para pedirlas, dijo el senador radical, “hay que tener madurez en el Gobierno”. Cosa que para él no existe en esta administración.
Una de las figuras cuyo voto estaba puesto en duda en la previa de la sesión era el del radical Maximiliano Abad, quien sin embargo confirmó que votará en general a favor, pero en su discurso adelantó su rechazo en particular a las facultades delegadas.
En su discurso en el recinto, señaló que “para pedir facultades delegadas hay que tener madurez en el Gobierno; y este Gobierno permanentemente se caracteriza por los conflictos y los insultos. Además, no tiene Presupuesto… y no porque no se lo hayan votado, sino porque no lo mandaron”, señaló.
Abad se quejó porque “no sepamos cuál es el plan del Gobierno; que no sepamos cuál es el plan de inversión pública; que no sepamos cuáles son las prioridades de este Gobierno. Tienen que mandar el Presupuesto”.
Luego el senador bonaerense aclaró que la Unión Cívica Radical no les aprobó facultades extraordinarias a otros presidentes, y enfatizó que “de ninguna manera vamos a garantizar la discrecionalidad. Yo tampoco quiero hacerlo”, aseguró, reclamando a este Gobierno que “tiene que demostrar madurez, que no desprestigia a las instituciones, sino que las fortalece. Tiene que dejar de decir que va a vetar todas las iniciativas que no le gusten, porque son producto del debate en este Congreso”.
“Por eso yo no voy a acompañar las facultades delegadas extraordinarias”, sentenció. Y agregó que “el equilibrio fiscal es necesario, pero no suficiente”. Llamó a “transformar para crecer” y abogó por una “institucionalidad sana, división de poderes, provincias fuertes y autónomas, acuerdos básicos, amplios y perdurables. Pero esos acuerdos no pueden ser acuerdos de adhesión. Necesitamos acuerdos de concertación”.
Abad aclaró que él no quiere “una Argentina que despierte curiosidad por las extravagancias que ocurren en nuestro país, sino que inspire confianza. No acepto la dicotomía entre Estado mínimo y Estado omnipresente… Quiero un Estado inteligente, capaz de anticipar escenarios, de equiparar las condiciones de desarrollo y que incentive al sector privado, que lo haga crecer y genere empleo”.
“Hay conductas que no deben ser excepcionales, respeto a los valores republicanos, el diálogo abierto y respetuoso y el rechazo a la violencia en todas sus formas”, concluyó.