En un futuro no muy lejano se ampliarán los horizontes de la convivencia será un mundo de humanos y humanoides, de Bots y de avatares, un mundo desconocido, una nueva realidad y miles y miles de nuevas identidades.
En 15 o 20 años la validación de identidad humana va a ser más que necesaria. Digamos que será obligatoria cotidiana y necesaria.
En un futuro no muy lejano se deberá validar la identidad humana ante cualquier clase de transacción comercial desde la más pequeña a la más grande. Porque el mundo ya no será este viejo mundo que todos conocemos, habrá un nuevo mundo. El mundo del metaverso, de la inteligencia artificial de los avatares de los bots.
El desarrollo de la tecnología será tan pero tan grande, que clonar la identidad virtual de un ser humano real se va a convertir en algo muy accesible.
Entonces hasta la tecnología blockchain deberá encontrar una solución con un nuevo cifrado algorítmico, sino, se verá vulnerable.
Blockchain es una forma de cifrado en la que participa la comunidad para la validación de un algoritmo de 32 números letras mayúsculas y minúsculas, blockchain es la madre de las criptomonedas.
No obstante y a pesar de esa irrupción tecnológica, y una revolución perceptual que no va a encontrar su fin, tiene siempre como ancla el factor humano.
El viejo paradigma de la filosofía “resolver” la diferencia entre “lo real y lo aparente”. Volverá a estar en boga y a ser el gran desafío.
Al principio de la historia y al fin de la historia en la proyección del futuro el problema sigue siendo el mismo. Responder la pregunta de los grandes filósofos de los padres del entendimiento.
¿Cuál es la diferencia entre lo real y lo aparente? La diferencia entre lo real y lo perceptual.
Un palo de escoba tirado dentro de una pileta de natación es la mejor muestra de ello. El ojo humano percibe al palo quebrado, pero el palo realmente no está quebrado.
¿Entonces cuál es el rol de los visionarios?
A Rene Descartes por decir “Que la tierra giraba en torno al sol”, lo condenaron a la muerte por hereje.
En la Corte y antes de escuchar su sentencia, golpeó con el taco de su bota el piso ante el tribunal y cuando escuchó la sentencia le dijo "epur se muove", sin embargo se mueve. Como diciendo que por más que lo condenen a lo que lo condenen la tierra seguiría girando alrededor del sol.
La condena nunca llegó a cumplirse porque falleció de una enfermedad gravísima. Pero sus palabras perduraron en el tiempo, se inmortalizaron de generación en generación. Y la tierra, siguió girando alrededor del sol.
Con Sam Altman pasa algo parecido. Un coro de ignorantes y de retrógrados ponen en la genialidad de su “visión de futuro” un condimento maligno que solo busca hacer naufragar una genialidad que ni esos ignorantes ni nadie, va a poder detener: el impacto fabuloso de la tecnología en la vida cotidiana de las personas.
El mundo que viene es hoy. Las visiones de ayer, de los grandes filósofos modernos como Nicolau Tesla o Bill Gates, son el mundo de hoy.
La imaginación de un mundo interconectado de una realidad creada en la nube, de la hipercomunicación de la democratización de los consumos culturales, paso de ser el sueño de un señor que parecía un loco y hoy es parte de la vida cotidiana de la humanidad. ¿Quién es el loco y quién es el cuerdo???.
Ojalá la humanidad se inunde de personalidades como la de Altman y genios como lo fue en su momento Gutenberg o como lo fue Madame Curie, o como lo fue Benjamin Frankin, Alberto Einstein y tanto otros.
Podrán, sí los ignorantes, podrán cortar todas las flores, pero nunca, nunca “detendrán la primavera”.
Pero cuidado, no hay solamente malicia o ignorancia en estos oscuros personajes que hablan de complot internacionales, sino que hay falta de adaptación a la irrupción de la nueva tecnología o a la sospecha de cualquier clase para cualquier cambio. Es como una funcionalidad en la sociedad, en todos los tiempos y en toda circunstancia siempre aparecen los disonantes los dislocados los desubicados.
De la revolución tecnológica hemos a la Revolución perceptual. De la democratización de la información el intercambio de mensajes y los cambios en los consumos culturales a nivel masivo, estamos pasando a una etapa de inteligencia artificial, mundo de metaverso y humanidad sustituida por bots y avatars.
Veamos ejemplos concretos, ya estamos conociendo experiencias y experimentos de conductores de televisión que son hologramas de seres humanos.
No hay que ir demasiado lejos para apreciarlo, simplemente haciendo una compra en MercadoLibre muchísimas empresas pymes que no tienen recursos para pagar empleados que hagan la interacción con el comprador ya han instalado como respuesta a una compra soluciones de inteligencia artificial que van guiando al comprador por las distintas opciones cómo retirar en el domicilio del vendedor, pagarlas el envío no pagado aún cambiar el destinatario o el domicilio del envío del producto.
Incluso se están planteando efectuar pagos con la palma de la mano, para ello se hacen pruebas en supermercados de Uruguay y se analizará su llegada a la Argentina. El registro biométrico de la mano queda vinculado a una tarjeta de débito o crédito y se utiliza para cancelar la compra, sin ningún otro dispositivo.
Hola alucinante experiencia en una ciudad que se llama Sasebo en la cercanía de Nagasaki en Japón, que funciona un hotel que es atendido por robots y su restaurante es atendido por mossos que son metálicos.
Ni hablar en los Estados Unidos la tienda de Amazon que es absoluta y totalmente autogestiva y automatizada la compra el pago todo todo está hecho con inteligencia artificial.
Es decir, el cambio la irrupción de la inteligencia artificial del mundo de los bots y los humanoides está por venir pero ya está sucediendo de alguna manera y en un grado mínimo preanunciando un mundo nuevo.
Volviendo al gran genio de la modernidad Altman, este mismo visionario es el que creó la herramienta chat gpt, qué es la máxima expresión superadora de la mundialmente conocida Alexia de Google. O la superación del mismísimo HELLO GOOGLE.
Así las cosas, en un futuro no muy lejano se ampliarán los horizontes de la convivencia será un mundo de humanos y humanoides, de Bots y de avatares, será un mundo desconocido, una nueva realidad y miles y miles de nuevas identidades. El futuro es el presente y lo mejor está por venir.
Juan Francisco Roust es analista de medios y productor de TV.