El trotskista se refirió a la denuncia por violencia de género que pesa sobre Alberto Fernández y las causas por las que están varios de los principales dirigentes siendo investigados. “La izquierda tiene el desafío de construir una nueva alternativa para la sociedad”, señaló.
El diputado del Partido Obrero (PO) Gabriel Solano analizó la denuncia por violencia de género que recae sobre el ex presidente de la Nación Alberto Fernández y las causas por corrupción por las que están siendo investigados los principales dirigentes del peronismo, por lo que consideró que ese espacio está atravesando un “derrumbe político y moral” y le pidió a la izquierda “construir una nueva alternativa para la sociedad”.
En ese sentido, el trotkista aseveró que “las fotos de Fabiola Yañez con su ojo morado y sus brazos con moretones quedarán impregnadas en la retina del pueblo por largos años. Que estos hechos de violencia se hayan cometido dentro de la muy custodiada Quinta de Olivos, poblada de funcionarios y de integrantes de la Casa Militar cuando la víctima cursaba su embarazo, llena de significado político este acto de violencia machista contra una mujer” e indicó que “si la ola verde acertó al denunciar la responsabilidad del Estado en la violencia machista, este acto viene a corroborarlo de manera inapelable; es que dicha violencia la aplicó directamente el presidente de la Nación, o sea, el jefe del estado”.
“Como era previsible, la denuncia contra Alberto Fernández agravó la crisis del peronismo. Después de todo, el golpeador sigue siendo presidente del Partido Justicialista a nivel nacional. Los hechos aberrantes, además, salieron a luz cuando se investigaban negociados varias veces millonarios realizados con las pólizas de seguros del Estado. En síntesis, violencia machista, más corrupción. Esa investigación, que seguirá su curso, estaba convirtiéndose para el peronismo en un cáncer con metástasis que alcanzaba a todo el organismo. Los medios que siguen el caso ya habían anticipado que del negocio habían sido parte otros funcionarios”, explicó Solano.
Al mismo tiempo que indicó que “los repudios de rigor que se fueron sucediendo entre los dirigentes del gobierno del Frente de Todos se caracterizaron por la falta de credibilidad. ¿O acaso no son los mismos que defienden al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, actualmente procesado por abuso sexual de una de sus secretarias? ¿O no tuvieron en su bloque de senadores a José Alperovich a pesar de las denuncias de violación de su sobrina, que luego se corroboraron como ciertas en sede judicial? ¿O no eran, en el caso de los camporistas, aliados estrechos de Insaurralde, el ex jefe de gabinete de Axel Kicillof que cayó en desgracia cuando se hicieron públicas sus fotos en un yate en Marbella?”.
“No estamos ante las excepciones inevitables de que habla Cristina Fernández de Kirchner en su descargo, sino ante una fuerza política podrida que se vale de los recursos del Estado para cometer atropellos contra las mujeres y luego encubrirlos. En la lista deben anotarse entre otras cosas la complicidad con las redes de trata y el negocio capitalista de la prostitución que incluye también a niñas y niños”, continuó.
Sobre esa misma línea, el trotskista opinó que “aunque Javier Milei busca aprovechar el derrumbe moral de Alberto Fernández y su fuerza política, lo cierto es que visto doctrinariamente el expresidente se ha convertido en el mejor alumno del libertario. ¿O no es Milei y la runfla que lo acompaña un grupo que se caracteriza por su animadversión a todo reclamo del movimiento de mujeres?” y remarcó que “tan potente es esa animadversión que no se ruborizan con la contradicción flagrante de invocar la golpiza sufrida por una mujer como la razón para desarmar las pocas medidas de protección estatal que se habían logrado conquistar con la movilización popular”.
Atento a esta situación, Solano indicó que “la podredumbre del régimen político emerge en momentos que la clase capitalista se vale del gobierno y la oposición cómplice para avanzar en un ataque histórico a las conquistas populares. Metodológicamente es necesario unir ambas cuestiones para superar las denuncias puntuales o personales y sacar conclusiones políticas de conjunto” y subrayó que “se trata de ajustar cuentas no solo con los Alberto Fernández, los Espinoza y los diputados defensores de genocidas, sino con todo un régimen que los cobija en función de intereses de los explotadores y opresores”.
“La izquierda debe recoger el guante y hacerse cargo del desafío que tiene delante de sí. Más que nunca debe realizar una impugnación general de todos los partidos que nos han gobernado en las últimas décadas y presentarse como alternativa de poder para los trabajadores y los sectores populares. El requisito número uno es bregar por su propia independencia política, rechazando todo seguidismo al peronismo-kirchnerismo en nombre de que el enemigo es la derecha. El mensaje debe ser claro: ‘Ante el derrumbe político y moral de un régimen, construir una alternativa política de la izquierda y de los trabajadores’”, completó.