El de Javier Milei es el Gobierno con minoría más extrema de la historia argentina. Y tan notoria es esa condición que tendría que sumar varias elecciones ganadas para revertirla. Esto es, más allá de las mejores expectativas que tenga para 2025, no le alcanzará con una elección. Datos, ejemplos y antecedentes para tener en cuenta qué necesitaría LLA para su objetivo deseado en el Congreso.
Expresidente de la Cámara de Diputados durante los cuatro años de Cambiemos, Emilio Monzó es hoy un diputado raso que no preside comisiones, pero con toda lógica es de los más respetados del Cuerpo. Su bloque había pedido y acordado un lugar para él en la Bicameral de Inteligencia, pero súbitamente el oficialismo cambió de idea y se reservó para sí el puesto que le había asignado al entonces bloque Hacemos Coalición Federal. Fue el motivo del enojo de Miguel Pichetto, que retaceó sus diputados en dos sesiones consecutivas por eso, logrando voltear una. El enojo todavía le dura.
Pero no nos desviemos. Monzó es desde hace tiempo partidario de las eliminar las elecciones intermedias. En 2023 anunció que emprendería una cruzada con ese objetivo. Lo explicó señalando que “en esta sociedad tan vertiginosa, tan fragmentada, ningún gobernante puede generar políticas de Estado y transformar, si tiene una elección a los dos años… Porque al año y medio ya está observando cómo cierra la lista”.
Claro que eso no es tan sencillo de hacer, porque por ejemplo habría que modificar la Constitución. Él hablaba de hacer un gran acuerdo para limitar esa reforma a cambiar un solo artículo de la Carta Magna, pero es un riesgo que nadie quiere tomar.
Más allá de esa propuesta -que no pocos miran con simpatía-, lo cierto es que esa reforma es la que hubiera necesitado un gobierno como el de Javier Milei, cuyo partido fue creado un rato antes de las elecciones que lo consagraron y que por lo tanto más del 90% de sus legisladores asumieron recién el 10 de diciembre pasado. Y si bien el presidente insiste en decir cada vez que puede que es el gobernante más votado de la historia, la realidad es que el Congreso actual -o al menos la mitad de los diputados y un tercio de los senadores- es producto del resultado de la primera vuelta. En la que La Libertad Avanza resultó segunda, con un tercio de los votos.
El presidente sueña con una mayoría legislativa que le permita avanzar con las reformas que desea.
Como sea, de haberse instrumentado la reforma que propone Emilio Monzó, el Congreso actual sería emergente de esa elección y nadie tendría mayoría, pero tampoco este oficialismo sería una minoría tan reducida.
Los constitucionalistas suelen decir que la Carta Magna “es sabia”, por lo que habría que considerar que deliberadamente se buscó que las mayorías tengan un tiempo de maduración, cuestión de que nadie de la noche a la mañana arme un partido y, con los planetas alineados, en una muy buena elección se quede con todo el poder.
Mal que le pese, si a Milei hay que buscarle algún presidente con el que pueda ser comparado, ese es Hipólito Yrigoyen, que sorpresivamente -o no- se alzó en 1916 con la presidencia con un partido relativamente nuevo, frente al conservadorismo, que a través del Partido Autonomista Nacional controlaba el poder sin alternancia desde hacía 42 años, como virtual partido único. Esas elecciones que ganó Yrigoyen tuvieron la particularidad de haber sido las primeras en las que se aplicó la Ley Sáenz Peña, que estableció el sufragio secreto.
Consecuencia: Yrigoyen asumió con el Congreso más adverso de la historia: minoría en las dos cámaras; tan extrema como la de Milei casi un siglo después. Solo 4 senadores y 45 diputados tenía el caudillo radical al llegar el poder. Adversidad que con el correr de las elecciones fue revirtiendo.
Es lo que espera lograr el actual oficialismo, que imagina tendrá mucho más en 2025, aunque vaya a seguir siendo una minoría extrema, por más contundencia que tenga su eventual triunfo en las elecciones intermedias. O tal vez no lo sepa, lo cual sería una ingenuidad grave.
Los partidos que formaron Cambiemos y luego Juntos por el Cambio ganaron las elecciones de 2013 y 2015, con mayores porcentajes que Milei, y así y todo el de Mauricio Macri fue el primer gobierno en minoría en ambas cámaras después del de Yrigoyen. Y lo siguió siendo aun habiendo ganado las intermedias de 2017.
Emilio Monzó es partidario de un gran acuerdo para cambiar el sistema de votación.
Una gran elección no alcanza
El presidente Javier Milei ha dicho y repetirá en el año electoral que la ciudadanía debe acompañarlo para revertir esta minoría de la que adolece en ambas cámaras. Implícitamente da a entender todo el tiempo que con una buena elección podrá resolver esta adversidad numérica. Ni de cerca eso sucederá.
Ni en 2025, ni tampoco en 2027. Ya lo adelantamos con tiempo.
Para no caer en el mismo error presidencial, pasemos a analizar los números, que de eso se trata.
La comparación más a mano debe ser en principio el caso de que repitiera la elección de 2023. En ese caso, se estaría alzando con 37 diputados y 7 senadores. De suceder esa alternativa, La Libertad Avanza pasaría a tener 67 diputados y 13 senadores. Sin contar aliados, claro está. Estaríamos hablando de casi el 26% de la Cámara baja y el 18% de la Alta. Guarismos cortos, si los hay.
Aclaremos de entrada que a esos números llegamos teniendo en cuenta que los 39 diputados que actualmente componen el bloque oficialista se reducirán a 32, pues hay 7 diputados a los que se les vence el mandato. Estos son los porteños María Fernanda Araujo y Nicolás Emma, quienes completan el mandato nada menos que de la fórmula presidencial de 2023; el bonaerense José Luis Espert; y cuatro legisladores más provenientes de las listas de Juntos por el Cambio: la misionera Florencia Klipauka Lewtak; el puntano Alberto Arancibia Rodríguez (que completa el mandato de Claudio Poggi); el mendocino Alvaro Martínez y el salteño Carlos Zapata. En 2023 LLA sumó 35 diputados, lo que da como resultado que podría haber un bloque oficialista de 67 diputados.
El oficialismo quiere que sus diminutos bloques crezcan de manera exponencial.
En el Senado no tiene a ningún miembro al que se le termine el mandato, tan novel es esta fuerza. Pero no se puede decir que “duplica” su cantidad, ya que de los 7 originales, el oficialismo echó a uno, Francisco Paoltroni. O sea que repitiendo esa gran performance llegaría a 13.
La buena noticia para el oficialismo es que esta sumatoria la estamos haciendo comparando con un resultado electoral discreto. Porque recordemos que el 56% que consiguió Milei fue en el balotaje, mientras que el Congreso actual se armó con los resultados de la primera vuelta, en la que ganó Sergio Massa. La Libertad Avanza consiguió en esa elección realizada el 22 de octubre de 2023 el 29,99% de los votos, en tanto que Unión por la Patria ganó esa primera vuelta por el 36,78%, razón por la cual hoy es la primera minoría en ambas cámaras. Juntos por el Cambio, hoy disuelto, se ubicó en el tercer escalón con 23,81%.
Ese escenario de tres tercios ya no existiría hoy, de cara a las legislativas del próximo año. Al menos no para el oficialismo, que como tal y según las encuestas que hoy dominan la escena pública lo muestran en un holgado primer lugar. Así que ese escenario de una Libertad Avanza con 67 diputados sin contar aliados, serviría solo como base para comenzar.
Vayamos entonces al otro extremo, un escenario en el que el oficialismo arrasara en la elección: el del 54% de Cristina Kirchner en 2011. Una elección distinta a la que viene, por cuanto fue presidencial, y recordemos que en octubre de 2025 no estará el nombre de Javier Milei en las encuestas. Estaríamos hablando del mejor escenario que recrearemos con la comparación de esa elección que mostró a una fuerza dominante en el comicio y detrás una oposición desperdigada. El escenario con el que se ilusiona el “Triángulo de Hierro”.
Cristina Fernández de Kirchner al ganar de manera arrolladora las elecciones de 2011.
Solo para refrescar el recuerdo, recordemos quiénes eran los principales contendores de esa elección y cuáles sus candidatos presidenciales: Frente para la Victoria (CFK-Boudou); Frente Amplio Progresista (Hermes Binner); Unión para el Desarrollo Social (Ricardo Alfonsín), y el Frente Popular (Eduardo Duhalde). Ahora vayamos distrito por distrito, trasladando los resultados de ese gran ganador que fue el FpV a nombre de LLA. Haciendo una salvedad: al ser una elección presidencial, se eligieron entonces 130 diputados, mientras que ahora se elegirán 127. Como sea, deliberadamente le daremos a LLA la ventaja en esta elección.
Distrito | Cantidad de diputados | Hay en disputa |
Buenos Aires: | 22 diputados | 35 bancas |
Ciudad de Buenos Aires: | 5 diputados | 13 bancas |
Catamarca: | 2 diputados | 3 bancas |
Córdoba: | 6 diputados | 9 bancas |
Corrientes: | 2 diputados | 3 bancas |
Chaco: | 3 diputados | 4 bancas |
Chubut: | 2 diputados | 2 bancas |
Entre Ríos: | 3 diputados | 5 bancas |
Formosa: | 1 diputado | 2 bancas |
Jujuy: | 2 diputados | 3 bancas |
La Pampa: | 1 diputado | 3 bancas |
La Rioja: | 1 diputado | 2 bancas |
Mendoza: | 3 diputados | 5 bancas |
Misiones: | 2 diputados | 3 bancas |
Neuquén: | 2 diputados | 3 bancas |
Río Negro: | 2 diputados | 2 bancas |
Salta: | 2 diputados | 3 bancas |
San Juan: | 2 diputados | 3 bancas |
San Luis: | 2 diputados | 3 bancas |
Santa Cruz: | 2 diputados | 3 bancas |
Santa Fe: | 4 diputados | 9 bancas |
Santiago del Estero: | 1 diputado | 3 bancas |
Tierra del Fuego: | 1 diputado | 2 bancas |
Tucumán: | 2 diputados | 4 bancas |
TOTALES: | 75 | 127 |
En caso de que se diera ese resultado absolutamente favorable a La Libertad Avanza, se alzaría con 75 nuevos diputados, con lo que redondearía una bancada de 107; casi tres veces lo que tiene actualmente, pero a 22 del quórum propio.
A ese número llegaría con una excepcional elección en la provincia de Buenos Aires, de esas que solo el peronismo puede replicar. Porque la realidad para los oficialismos -sobre todo en una legislativa- suele ser más moderada. Veamos sino: Unión por la Patria hizo una gran elección en 2023 (presidenciales), obteniendo el 43,71% de los votos, y sumó 16 diputados. En 2021, cuando el ganador fue Juntos por el Cambio, y con un escenario muy parejo con el Frente de Todos, arañando el 40%, consiguió 15 diputados.
En 2019 la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner sacó en el 52,64% de los votos para diputados y consiguió 19 escaños. Y en 2017, cuando el ganador fue Cambiemos, obtuvo 15 bancas, con el 42,15% de los votos.
Esto es: el escenario de 22 bancas para La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires resulta exagerado, aunque no imposible, pero tiene por objeto mostrar los límites que plantea el sistema electoral para cualquier fuerza, por mejores posibilidades que tenga.
Sin considerar además que estaríamos hablando de una elección donde la lista libertaria incluyera a aquellos aliados que yendo por separado le quitarían votos, y que luego esos aliados se sumaran a la lista oficialista…
El mismo razonamiento corresponde a distritos como CABA, Córdoba o Santa Fe. Y en el caso de Santiago del Estero, donde le concedimos un escaño a LLA, habría que tener en cuenta que solo en 2019 y 2015, siempre en turnos presidenciales, el Frente Cívico por Santiago cedió un escaño. Desde las elecciones de 2005, cuando nace el actual oficialismo santiagueño, ganaron todos los escaños legislativos ese año, en 2007, 2009, 2011, 2013, 2017, 2021 y 2023.
La Libertad Avanza confía en crecer mucho en la Cámara baja.
Panorama del Senado
Como dijimos, en la Cámara alta La Libertad Avanza tiene todo por ganar, pues no arriesga nada. En 2025 se renuevan los senadores de CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
Logrando lo que nadie nunca ha hecho, ganar en las ocho provincias que eligen senadores, se alzaría con 16 senadores, llegando a conformar un bloque de 22. A 15 del quórum. Y reiteramos: nadie nunca ganó en todas las provincias que eligieron senadores. Por lo antedicho, sería además milagroso que LLA ganara en ese rubro en Santiago del Estero.
Dato al margen, UP es el que más bancas expone en el Senado, con 14; la UCR 4 y el Pro 2.
Senadores del oficialismo: una minoría extrema.
Conclusiones
En definitiva, es imposible que La Libertad Avanza tenga mayoría legislativa desde 2025, y aun ganando también en 2027. En Diputados, podría llegar a las 107 bancas en circunstancias excepcionales, tocando un techo demasiado alto. En términos más lógicos, pero aun favorables, tendría una docena de escaños menos: 95.
Por lo pronto, ese número blindaría a La Libertad Avanza frente a los 2/3 de la oposición, sin necesidad de buscar aliados. Lo cual no es un dato menor, pues ningún gobierno desde la recuperación democrática careció de al menos tener más de un tercio a su favor en una de las dos cámaras, para mantenerlo a resguardo de la mayor capacidad de daño de cualquier oposición.
Como sea, esos números que hemos expuesto son puros. Si La Libertad Avanza mantuviera su alianza táctica con el Pro, o la institucionalizara, contaría con ese bloque, que de todas maneras podría tener numerosas bajas en las próximas elecciones, ya que renueva 23 de sus 38 escaños actuales. O sea que solo 15 diputados tienen asegurada su continuidad en el partido amarillo.
También debería LLA contar con los 3 diputados del MID, que nunca dejaron de ser parte del oficialismo, más allá de las diferencias que los separaron.
Vía interbloques sí podría revertir su condición minoritaria a corto plazo, aunque por mucho tiempo estará muy lejos de poder constituirse en la mayoría soñada por quien llegó a alzarse con el 56% de los votos… pero en una elección sin correlato legislativo.
El presidente Milei hablándole a los diputados en Olivos. El deseo de que todos los “héroes” ya no sean ajenos.