La senadora jujeña Carolina Moisés se despidió sentidamente del exministro de Salud fallecido este viernes 18 de octubre del 2024. Un repaso por la trayectoria de Ginés González García.
Ginés fue tantas cosas. Fue sin dudas uno de los mejores ministros de Salud de la historia sanitaria argentina.
Un militante comprometido con cada época en la que le tocó actuar.
Un hombre que siempre fue joven, actual, dinámico.
En su hacer, en su decir, en su pensar. Supo entender y leer cada tiempo y cada época, sin ceñirse tercamente a cuestiones doctrinarias pero siendo siempre fiel a su pensamiento de militante peronista, preocupado por la justicia social.
Un hijo cabal de Ramón Carrillo, aquel que dijo: “Frente a las enfermedades que produce la miseria, frente a la tristeza y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causa de enfermedad, son unas pobres causas".
Por eso Ginés en cada momento en que emprendió la gestión pública llevó adelante verdaderas revoluciones que no solo dejaron huella en lo sanitario.
Asumió el Ministerio de Salud de la Nación en 2002 convocado por Eduardo Duhalde -y luego ratificado por Néstor Kirchner-, en el momento de la crisis económica y social más grave que había vivido nuestro país hasta ese momento, con índices de pobreza y miseria inauditos.
Fue así que el querido Ginés emprendió una batalla contra la mortalidad infantil, contra la desnutrición, contra las muertes maternas, contra la falta de medicamentos y vacunas.
Y lo hizo con planes y programas extraordinarios, innovadores, que comenzaron a revertir en pocos años los números de la ignominia que había producido el escándalo del abandono de muchos años sobre la salud de nuestro pueblo.
Ginés, el de las batallas para defender la decisión de las mujeres sobre sus propios cuerpos, el que enfrentaba a la Iglesia explicando por qué el uso de los preservativos frente a las enfermedades de transmisión no era un pecado sino una cuestión de salud pública.
El de la sonrisa franca y el abrazo enorme.
El hincha fanático de Racing, el lector apasionado de novelas y poesía, el escritor de numerosos libros y ponencias sobre una enorme diversidad de temas que fueron desde lo sanitario a lo económico.
Y también el novelista, sueño que cumplió este año con la publicación de su primera novela “Amantes y Alquimistas”.
El profesor y académico que dejó un enorme legado en la formación de miles de profesionales y no profesionales de la salud desde la Universidad Isalud, que él mismo fundó y de la que fue rector muchos años.
El que amaba comer asado con sus amigos, navegar por el Río Paraná y sentarse luego en la orilla a comerse un pacú con fruición.
El hacedor de vinos, de historias y anécdotas geniales de su San Nicolás natal y de su juventud en Córdoba, donde cursó su carrera de Médico Cirujano.
El Ginesito eterno, niño consentido de sus padres hasta su adultez.
El padre, el hermano, el tío generoso.
El compañero, el hacedor, el forjador de sueños.
Aquel para quien nada era imposible.
Es tan difícil resumir la vida y la personalidad de Ginés González García, porque es tanto lo que hizo y tanto lo que nos dejó.
Su muerte nos deja un vacío enorme en lo afectivo, pero su obra está en las miles de vidas que cambió y mejoró.