El autor sale al cruce de los dichos del legislador bonaerense sobre llenar de balas a los delincuentes.
El diputado José Luis Espert parece haber encontrado inspiración en fray Tomás de Torquemada, aquel célebre inquisidor del siglo XV que convirtió la persecución y el castigo ejemplar en un espectáculo de terror. Siguiendo su estela, aunque con un giro más “contemporáneo”, Espert propone “llenar de agujeros a balazos” a los delincuentes y “colgarlos en la plaza pública”, como si la solución a la inseguridad fuera una regresión a los métodos de ajusticiamiento medieval.
¿Será que, del mismo modo en que promueven la entrega del fútbol nacional a inversores extranjeros, ahora buscan revivir los espectáculos públicos masivos, reemplazando los penales en la cancha por ejecuciones en la plaza? Vaya uno a saber qué pensamientos cruzan por una mente tan… audaz.
Lo cierto es que, más allá del efectismo de su retórica, el diputado parece olvidar algunos “detalles” fundamentales:
La evidencia empírica moderna confirma que penas más crueles no reducen el delito, sino que alimenta la violencia institucional y socava las instituciones democráticas. Países con índices de criminalidad mucho más bajos que los de Argentina han optado por enfoques basados en la prevención, la inversión en educación y empleo, una justicia ágil y fuerzas de seguridad profesionales.
En un contexto de creciente inseguridad y pobreza, es comprensible que la ciudadanía exija respuestas. Pero si realmente queremos reducir el delito, la solución difícilmente pase por reinstalar patíbulos en las plazas o apelar a la nostalgia por tiempos más oscuros. Quizás sea hora de abandonar la tentación del espectáculo punitivo y apostar por estrategias serias, aunque menos taquilleras. Después de todo, el objetivo debería ser mejorar la seguridad, no el rating.
Finalmente, eximo al diputado Espert de responderme. Prefiero que dedique su tiempo a una tarea más urgente: lograr que la comisión de Presupuesto que él preside presente, de una vez por todas, el proyecto del presente ejercicio. La ley de leyes es más urgente para el bienestar de todos los argentinos, no solo de los argentinos bien (¿?).