El presidente de la Nación resaltó que “será el año de la reconstrucción de la Argentina” y adelantó que las iniciativas que enviarán “atacan desde cuestiones económicas hasta cuestiones administrativas del Estado” que “hacen del diseño institucional de un país que debe pensar en grande”.
En un tramo de su discurso inaugural de un nuevo período ordinario, el presidente de la Nación, Javier Milei, anticipó qué proyectos llevarán al Congreso que “atacan desde cuestiones económicas hasta cuestiones administrativas del Estado” que “hacen del diseño institucional de un país que debe pensar en grande”, y resaltó que “será el año de la reconstrucción de la Argentina”.
El jefe de Estado planteó que “lo hecho hasta ahora es apenas una pequeña muestra de lo que el país necesita para curarse de forma definitiva”, y planteó que “para lograr ese objetivo necesitamos tener un modelo sustentable en el tiempo, un ordenamiento jurídico que proteja el fruto del esfuerzo de cada argentino, y un modelo institucional acorde al país con ambición de grandeza”. En ese sentido, remarcó que necesitan seguir llevando a cabo “innumerable cantidad de reformas de fondo” porque “es el único camino para reconstruir la Argentina”.
Milei definió el 2025 como “el Año de la Reconstrucción de la Argentina”, pero indicó: “Nada de todo eso será posible si no avanzamos en atacar los problemas estructurales del país”.
Así, contó que sus equipos están trabajando en más de una docena de leyes de fondo y explicó que los proyectos “atacan desde cuestiones económicas hasta cuestiones administrativas del Estado: financiera, penales, civiles, cuestiones vinculadas a la seguridad nacional, nuestro sistema de inteligencia, cuestiones vinculadas al comercio, a la propiedad privada y una serie de temas estructurales que hacen del diseño institucional de un país que debe pensar en grande”.
“En función de la predisposición de este Congreso, de la dinámica de la campaña electoral que comienza en breve y de la secuencialidad económica necesaria, estas reformas podrán ser abordadas o bien durante este periodo legislativo, o las abordaremos a partir del 11 de diciembre de este mismo año”, exigió.
ECONÓMICA
En materia económica, Milei pidió “avanzar en desterrar la inflación para siempre” para ser “verdaderamente una potencia”. “Convertir en ley una verdad incuestionable de la economía argentina: el déficit fiscal es la madre de todos los males de la historia del país. De las 22 crisis que se registraron desde el inicio del siglo XX, 20 tienen origen fiscal. Eso se ha traducido en endeudamiento con su posterior default, en financiamiento con emisión monetaria que derivó en inflación e hiperinflación, o aumentos de impuestos que ahogaron el crecimiento mientras cercenaban la libertad económica e individual”, explicó.
Así, pidió transformar en obligatorio el equilibrio fiscal para cualquier presupuesto estatal, sea nacional o subnacional, pero advirtió que “no alcanza con el equilibrio fiscal; es necesario acompañarlo con una reducción severa del gasto público”.
Además, solicitó “establecer una meta fiscal para que en el 2027 el gasto público consolidado de Argentina sea de 25 puntos del PBI como máximo, donde tanto el Estado nacional como las provincias y los municipios tendrán que cumplir su parte. Porque cuanto menor sea el tamaño del Estado, habrá mayor libertad económica, mayor crecimiento económico, mayor ingreso per cápita y, por ende, menos pobres en la Argentina”.
PRIVATIZACIONES
Milei ratificó su deseo de privatizar las empresas públicas para lo cual propuso “revisar área por área el Estado” porque “no dejan de ser una carga para el sector privado”.
“Si bien la Ley Bases y el DNU 70/23 incluyeron elementos fundamentales para dar los primeros pasos en reformar el mundo del trabajo, necesitamos profundizar este camino”, manifestó. En ese sentido, señaló: “El régimen laboral que impera desde hace 50 años quedó completamente obsoleto y hoy lo único que hace es proteger con beneficios a las pocas personas que van quedando en el sector formal, mientras expulsa cada año a millones a la informalidad. Este es el principal motivo por el que el empleo privado formal no crece desde hace casi quince años”.
Así, consideró que “solo con un mercado laboral dinámico, que genere empleo formal, podremos aspirar a tener el sistema previsional sustentable que décadas de desmanejo arruinaron. También es imperativo llevar a cabo una reforma impositiva estructural, para así reducir en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y pasar a tener únicamente seis impuestos, terminando con el infierno logístico que implica tributar en Argentina”.
“Sumado a eso, el espíritu de la reforma en la que estamos trabajando es brindarle autonomía fiscal a las provincias en los impuestos que hoy recauda el Estado nacional en su nombre”, contó.
SEGURIDAD
A las leyes que logró aprobar el oficialismo sobre juicio en ausencia, ley antimafias, reiterancia y reincidencia, y en medio de una ola de inseguridad el presidente exigió al Congreso aprobar la ley de la baja de edad de imputabilidad "para que quienes son lo suficientemente conscientes para cometer crímenes de adultos, paguen las consecuencias de sus actos como adultos. Necesitamos elevar los costos para quienes delinquen”.
“Necesitamos bajar la edad de imputabilidad, y no solo eso. Necesitamos también agravar todas las penas del Código Penal. Sí, todas las penas del Código Penal. Emprendiendo así la reforma del Código Penal más importante de los últimos cien años, algo que tiene que ocurrir en carácter de urgente. Pero el problema no se limita al crimen ordinario. El narcotráfico y el terrorismo representan un peligro claro y presente para los argentinos”, propuso.
Además, informó que están trabajando en una ley de seguridad nacional que “le provea herramientas al Estado nacional, a nuestro servicio de inteligencia y a nuestras Fuerzas para perseguir a quienes quieren atentar contra la vida de los argentinos”.
REFORMA MIGRATORIA
El presidente de la Nación adelantó que llevarán a cabo una reforma migratoria “si queremos ser un país serio”, y explicó: “Nuestra Nación ha sido generosa con los inmigrantes, pero otra cosa distinta es ser tomado de tontos por nuestros vecinos o ser un centro de beneficiario pagado por el bolsillo de los argentinos”.
Así, planteó: “Queremos que aquellos extranjeros que estén de forma transitoria o temporaria en nuestro país tengan que pagar los servicios que utilizan”.
En ese sentido, volvió a proponer el cobro de aranceles a extranjeros en las universidades “a quienes no son residentes permanentes”. Además, sostuvo que también es necesario endurecer “severamente las condiciones de deportación para los extranjeros que delinquen”.
“Es lo que hace cualquier país que se hace valer. Y si esto necesita algún tipo de justificación, es porque a lo largo del último siglo se ha vuelto costumbre la falta de respeto al pagador de impuestos”, aseguró.
IGUALDAD ANTE LA LEY
Milei volvió a referirse a la Ley de Cupos y adelantó que insistirá con “recuperar el imperio de la igualdad ante la ley, terminando con este sistema de cupos de distinto tipo que impone desde a quién emplear hasta a quién votar”, tal como lo había anunciado el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que despertó un gran rechazo opositor.
“Hemos llegado al punto en el que hay cupos hasta para emplear gente en medios de comunicación o para la programación de artistas en un festival. Con la supuesta justificación de proteger a ciertos grupos percibidos como oprimidos, hemos perjudicado injustamente a los demás, vulnerando la igualdad ante la ley que consagra nuestra Constitución”, apuntó en una línea similar a sus dichos en el Foro de Davos.
El mandatario afirmó: “Tenemos que recuperar una verdad básica de la democracia liberal, que es que el límite de los derechos de uno son los derechos del prójimo”.
“Estos son unos pocos de los tantos proyectos de reformas de fondo en lo que estamos trabajando, y en los que avanzaremos en la medida que la dinámica política y la secuencialidad económica lo requieran”, concluyó.
Además, afirmó que enviarán los pliegos de todos los cargos vacantes de la Justicia Federal y le exigió al Senado que "no politice su aprobación" como pasó el año pasado con los pliegos de los candidatos a la Corte Suprema, Ariel Lijo y García-Mansilla, que terminó nombrando por decreto y en comisión.