Para el legislador radical, Milei comete un error al oponerse a la obra pública con la excusa de que hay negociados. “Lo que se debe terminar son los negociados no la obra pública, porque sí es un motor de desarrollo y empleo y lo sabemos muy bien en las provincias”, agregó.
Seis veces mencionó Javier Milei a la obra pública en su discurso del sábado pasado. Reivindicó por supuesto haberla eliminado y la definió como “uno de los curros más grandes de la política”.
“Y aquí también quiero dejar en claro una de las grandes falacias y mentiras de la política para con la gente, cuando dicen esa mentira de que la obra pública genera trabajo”, agregó, afirmando que “es falso, porque a las obras públicas hay que financiarlas y se financian con impuestos, ya sean impuestos explícitos, con emisión monetaria –que deriva después en el impuesto inflacionario–, o con deuda, esa inmoralidad que castiga a las generaciones futuras”.
“Por lo tanto, cuando se financia la obra pública se quita capacidad de demanda en otros sectores. Y el empleo que se crea con la obra pública es empleo que se destruyó en otras áreas de la economía, áreas donde sí la gente quería gastar y no estas cosas hechas de prepo por el Estado, que solo benefician a aquellos que la ejecutan y en nada a los argentinos de bien”, afirmó.
Salió a contestarle el diputado del radicalismo Julio César Cobos, para quien el presidente tiene una concepción errada. “La obra pública no sólo genera trabajo, genera progreso, educación, salud y bienestar”, aseguró.
Tras resaltar las cosas que en el balance presidencial de su primer año de gestión le parecen correctas, citó el paso del déficit fiscal al superávit financiero, el freno a la emisión, y la consecuente baja de la inflación. “Esta ha sido una de las fortalezas de esta gestión y se ha logrado a partir de un alto costo para la gran mayoría de la sociedad. También, hizo referencia a la política contra los piquetes y las leyes de reiterancia y reincidencia; creo que han sido logros importantes y hay que reconocerlos. Además, deberíamos agregar Juicio en Ausencia que obvió mencionarlo”, estimó.
Pero al hacer referencia al fin de la obra pública, argumentando que “supuestamente no genera trabajo, genera acciones poco transparentes y quita capacidad de demanda en otros sectores”, a juicio de Cobos el presidente “comete un error al oponerse a la obra pública con la excusa de que hay negociados, lo que se debe terminar son los negociados no la obra pública, porque sí es un motor de desarrollo y empleo y lo sabemos muy bien en las provincias”.
“La obra pública no sólo es necesaria, también es irremplazable y sí no se retoma corremos el peligro de ir hacia una crisis de infraestructura en los próximos años. Cloacas, agua potable, rutas, puertos, viviendas; Argentina necesita un Estado eficiente que se involucre en estos temas, porque claramente hay áreas en la que el sector privado no va a participar”, enumeró el dirigente mendocino.
Cobos considera que “el presidente tiene una concepción errónea cuando dice que la obra pública no genera trabajo; no sólo lo hace, también genera educación cuando se construye una escuela, salud cuando se realiza un hospital, conectividad cuando se hace una ruta o un paso fronterizo, bienestar cuando se construye una vivienda, y mejora en la calidad de vida cuando se lleva agua potable, cloaca y red de gas natural”.