El presidente tiene la misión de definir a los candidatos en territorio bonaerense y CABA. Y ahí va a “poner toda la carne al asador”, avisan en la Rosada. Del resto de los distritos se ocuparán Karina y Martín Menem.
El presidente Javier Milei no esperó que se acallaran los lamentos y sollozos por la tragedia de Bahía Blanca para lanzar la campaña electoral en el territorio considerado la “madre de las batallas: la provincia de Buenos Aires, donde contra viento y marea -llámese Karina Milei- impulsa la candidatura del economista y diputado nacional José Luis Espert.
El jefe de Estado llevó a su candidato favorito nada menos que a su visita a Bahía Blanca, donde casi una semana antes había acontecido un temporal de lluvia nunca visto que inundó la totalidad de la ciudad atlántica bonaerense.
Pero Milei y su asesor estrella y virtual premier Santiago Caputo no quisieron perder el tiempo al analizar ciertos movimientos en la oposición -y las propias filas-, especialmente en el Congreso, adonde advierten mayor resistencia últimamente y defección de algún aliado.
A Bahía Blanca Milei llevó a su armadora política (lleva macristas y radicales a La Libertad Avanza), Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad Nacional; al de Defensa, Luis Petri; y a Espert -a quien Karina Milei no soporta-, presencia esta última que no se justificaba y que fue repudiada por todo el arco político opositor.
Y tres días después fue -con Bullrich, Espert y el vocero presidencial Manuel Adorni- a San Nicolás, también provincia de Buenos Aires, a Expoagro, la feria agropecuaria del país organizada por las empresas y el establishment más importante del rubro.
Espert a la provincia y Bullrich y Adorni a la Ciudad de Buenos Aires es la jugada del estratega Caputo. Esas son las cartas y las muestran.
Pero saben que no será fácil ya que la imagen del gobernador Axel Kicillof sigue siendo importante, pese a que transcurre su segundo mandato y en octubre jugará su futuro de cara a la contienda presidencial del 2027.
Kicillof no muestra sus cartas, aunque cerca de él creen que su principal postulante sería un ministro de su Gabinete o un intendente de la tercera sección electoral.
En el Gobierno nacional creen -los que deciden- que LLA debe ir sin el Pro en territorio bonaerense (y tampoco en CABA).
Quieren libertarios de pura cepa de cara a tratar de lograr el control del Congreso en algún momento.
En la “madre de las batallas”, los estrategas de Balcarce 50 sostienen que la sola figura de Milei -saben que Espert no es un candidato de fuste- alcanzaría para ganarle a las huestes del mandatario bonaerense.
En CABA, en tanto, la Casa Rosada piensa en Bullrich, aunque la variopinta política no quiere saber nada y recela de Caputo y Karina, de quienes sospecha que la quieren borrar del círculo áulico mileísta.
Así es. La ministra no integra el “triángulo de hierro” en el que sostiene su gestión Milei junto al asesor estrella y la secretaria general de la Presidencia, pero es la que banca a pie juntillas la seguridad del modelo libertario.
Ya se vio en la renovada última protesta de los miércoles de los jubilados en el Congreso, a la que se sumaron hinchas de los principales clubes bonaerenses y porteros.
La manifestación empezó pacífica, pero rápidamente se tornó violenta y las fuerzas de seguridad reprimieron por momentos a mansalva, como lo prueba el disparo casi letal que recibió el fotógrafo Pablo Grillo, a quien le lanzaron una granada de gas lacrimógeno que le dio en la cabeza y por la cual se debate entre la vida y la muerte.
Un video contradice lo dicho por Bullrich en la conferencia de prensa pos manifestación: la granada no rebotó antes de dar en Grillo sino que el integrante de la fuerza de seguridad violó el protocolo y la arrojó peligrosamente en forma horizontal y no a 45 grados.
El viernes, en Expoagro, el jefe de Estado le dio un categórico apoyo a Bullrich -integrante del “pentágono” de gobierno con el ministro de Economía Luis Caputo- y a la Policía Federal (“los azules”, dijo el Presidente).
Para él no hay dudas de que la ministra garantiza el modelo.
Al lado estaba también Adorni, el vocero presidencial, quien no interviene en la estrategia comunicacional -lo hace Santiago Caputo y su equipo-, pero que pone la cara en las ya espaciadas conferencias de prensa para informar, omitir o negar.
Para el “triángulo de hierro”, Adorni ha cumplido su misión y considera que nunca tuvo contratiempos con los periodistas acreditados de la Casa Rosada.
Ser el vocero oficial de la “motosierra” oficial le ha valido una buena imagen en ciudad y los estrategas de la campaña electoral lo moldean para ser posible postulante libertario.
En CABA los libertarios quieren ir sin el Pro y los dueños de la Ciudad, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, y su primo y presidente del Pro, Mauricio Macri, piensan solamente en derrotar al aparato de La Libertad Avanza, y en consecuencia adelantaron los comicios.
Los Macri tampoco han mostrado sus cartas, aunque miden al propio expresidente, quien solo volvería a la arena electoral si tiene una victoria asegurada, para -dicen allegados- vengarse de Bullrich, a quien apoyó en la interna presidencial de Juntos por el Cambio.
Mientras tanto, el quinto integrante del “pentágono” de gobierno, Luis Caputo, lidia con la economía, especialmente en el juego de la rayuela con la inflación y el fin del cepo al mercado cambiario.
Caputo quiere -y necesita- cerrar cuanto antes un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, para tratar de despejar dudas acerca de una posible devaluación y, también, mostrar apoyo del ansiado -y rogado- Estados Unidos de Donald Trump.
Pero Milei -ahora en tono electoral- tiene una misión: definir a los candidatos en territorio bonaerense y CABA. Y ahí va a “poner toda la carne al asador”, avisan en la Casa Rosada.
Del resto de los distritos se ocuparán Karina y el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, cuestionado por legisladores opositores y aliados esta semana al levantar la sesión cuando tenía quórum, asustado por las peleas de diputados libertarios entre sí.