En plena turbulencia financiera, con los valores del dólar en alza, igual que el riesgo país, y caída de bonos y acciones, el oficialismo espera darle buenas noticias al Gobierno aprobando una herramienta clave para su relación con los mercados.
Con ánimos fuertemente exaltados, los diputados debaten desde las 10.24 si le dan luz verde al decreto de necesidad y urgencia 179/2025 por el cual se aprueban las operaciones de crédito público contenidas en el Programa de Facilidades Extendidas a celebrarse entre el Poder Ejecutivo y el FMI.
El quórum fue alcanzado con 131 diputados presentes, entre los cuales estaban los diputados del oficialismo, el Pro, la UCR, la Coalición Cívica, Innovación Federal, varios de Encuentro Federal y los habituales aliados del Gobierno de partidos menores. También estuvo presente el santafesino Roberto Mirabella. Del oficialismo, no dieron quórum las diputadas Marcela Pagano y Rocío Bonacci.
La sesión arrancó con un minuto de silencio por los fallecimientos de Norma López de Espert y María del Carmen Verón de Araujo, madres del diputado José Luis Espert y María Fernanda Araujo, ambos diputados oficialistas. El primero se encontraba presente en el recinto y recibió el saludo de varios de sus pares. En lo sucesivo, ya no hubo tiempo de sosiego.
Y todo matizado por la circulación de un audio por las redes sociales y medios de comunicación, en la que se escuchaba la supuesta voz del presidente de la Cámara, dando instrucciones a su bloque, con la intención de que en todo momento hubiera cuatro diputados propios dispuestos a plantear una cuestión de privilegio, que discutieran a los gritos. “Ténganlos siempre, en todo momento. Los quiero gritando a los gritos, puteando, nada de algo pacífico”, se escucha decir en un audio que fuentes libertarias atribuyeron a la IA, y que durante la sesión, desde la oposición más dura citaron, pidiendo explicaciones.
La apertura del debate estuvo a cargo del diputado libertario Lisandro Almirón que, lejos de explicar los lineamientos centrales del acuerdo con el FMI, centró su alocución exaltada en acusar al kirchnerismo de haber generado “un gasto público excesivo de forma irresponsable durante 30 años”, y de generar “movimientos sediciosos financiados por el gasto público”. Respecto del acuerdo solo resaltó que “el objetivo primario es fortalecer las reservas del Banco Central”.
La intervención exaltada de Almirón despertó la reacción de Maximiliano Ferraro, que le reprochó al presidente del bloque libertario que no diera un discurso como miembro informante.
Más adelante, el diputado Miguel Pichetto intervino para pedirle al titular de la Cámara controlar el tiempo de los oradores durante las cuestiones de privilegio. “Habíamos hablado en Labor Parlamentaria que el oficialismo tenía el deber de la mesura en este debate -recordó-. Y tenía también el deber de acortar el tiempo. Y aplicar el principio elemental de que los oficialismos se llevan la ley y no el discurso”. Tras lo cual le apuntó a la intervención de Almirón: “Pusieron un incendiario para provocar, entonces son responsables de lo que hacen, traten de ubicarse, traten de ser racionales e inteligentes y profesionales”.
Desde Unión por la Patria, Vanesa Siley sostuvo que “no se puede contraer un empréstito de esta manera, y además sospechosamente sin conocerse ni los montos, ni las condicionalidades, ni las condiciones financieras, ni las metas… Literalmente esto es votar un cheque en blanco”, afirmó, asegurando que el día anterior Pablo Quirno no había podido contestar las preguntas que le hicieron, sobre todo cuál es el monto de la deuda”.
“No saben ni el monto, ni el costo, ni los intereses de esta deuda, ni tampoco qué va a poner la Argentina. Algo oscuro y sospechoso hay que va a perjudicar a nuestra nación entera. Y van a ser responsable los diputados de la Nación. Después los tratan de ratas… ¡Porque lo son!”, lanzó.
Vanesa Siley hizo su aporte a la crispación que reinó durante esta sesión, cuando ante el pedido de Martín Menem por cerrar porque se había extendido, replicó: “No me jodas”. Y luego redobló su apuesta al reclamar que no le cortara la palabra y decirle al presidente de la cámara que parecía fingir que no había pasado nada en la sesión pasada, “usted parece que finge que no se cagan a piñas en su propio bloque, y levantó una sesión con quórum… Usted merece una investigación penal por lo que pasó la semana pasada, ¿y me quiere cortar por cinco minutos?”.
Los diputados santacruceños volvieron a diferenciarse. Hablaron uno a continuación del otro: en su intervención, Sergio Acevedo adelantó su voto negativo, adhiriendo al dictamen expuesto por el senador Francisco Paoltroni durante la reunión de la Bicameral de DNU del día anterior. Su compañero del bloque Por Santa Cruz, José Luis Garrido, recordó que todos los gobiernos tuvieron que pasar por el Fondo, aunque observó que “el Gobierno debería tener mucho cuidado con el tema de la fuga de capitales, pero no voy a ser un obstáculo para que este proceso de corridas bancarias y especulaciones económicas golpee más a los argentinos. Así que voy a tomar la decisión de acompañar este proyecto”.
La reunión se realiza en momentos complejos en materia cambiaria, en cuyo contexto el oficialismo espera conseguir la aprobación de este DNU, que allane el acuerdo con el Fondo y con ello le brinde aire para afrontar esta etapa de ebullición económica, inédita para la gestión mileísta. La confianza del Gobierno es alta, por cuanto los cálculos le asignan al oficialismo las mayores chances de éxito en la votación que esperan alcanzar a media tarde de este miércoles. Incluso con cierta holgura.
En nombre de su bloque, Democracia para Siempre, Facundo Manes anunció que no acompañaría la ratificación del DNU “porque consideramos que estamos ante una triple irresponsabilidad: una irresponsabilidad institucional, una irresponsabilidad económica y una irresponsabilidad política”.
“Vamos a la irresponsabilidad institucional -continuó-. Nuestra Constitución es clara: el artículo 75 establece que es atribución exclusiva del Congreso de la Nación decidir la contratación de empréstitos y el arreglo de la deuda interior y exterior; no hay margen para la interpretación, ni para improvisar sobre este texto; el acuerdo con el FMI no se puede hacer de espaldas a la sociedad, por decreto y sin discusión en este Parlamento”.
Manes dijo que la segunda irresponsabilidad es la económica, ya que “se está aplicando una vieja medicina que ya fracasó varias veces en la Argentina. No discutimos ordenar la macro, pero sin producción, sin una política industrial moderna en el siglo XXI, no va a haber estabilidad sostenible”. Y respecto de la irresponsabilidad política, el neurocientífico sostuvo que “gobernar con la lógica del enfrentamiento solamente va a profundizar la crisis”.
A su turno, Nicolás Massot consideró “ineludible” alcanzar un acuerdo con el FMI, por lo que consideró conducente discutir qué tipo de acuerdo, como así también la fortaleza del mismo y por último y más relevante, “discutir aquello que nos vuelve a hacer recurrir a ese salvataje, que creo que es en la Argentina la política cambiaria.
Consideró “rayano en la ilegitimidad” al DNU, aclarando que “están y estaban los votos para que esto saliera por ley en las dos cámaras. Y esto va a tener al menos una docena de votos menos, empezando por el mío, que lo que hubiera tenido si esto entraba por ley, como debe ser, con un presupuesto vigente; y si tuviéramos alguna noción más acabada de la naturaleza de este Gobierno”.
El jefe del bloque Encuentro Federal, Miguel Pichetto, confirmó durante la sesión su apoyo al DNU del acuerdo con el FMI, pero se quejó también por la falta de información sobre el acuerdo al Parlamento. “No informaron porque le tienen miedo al mercado”, dijo, para caer luego sobre Luis Caputo: “El ministro de Economía, que tendría que haber estado acá, estuvo paseando por todos los canales de televisión y le gusta ir a reuniones con el círculo rojo, y le aclaro que sus palabras de ayer en un programa de televisión por la mañana movieron el dólar para arriba, y el Banco Central tuvo que vender. El señor Caputo tiene que plantearse e ir a ver al analista, a ver qué pasa con el Congreso… Este desprecio, la política del desprecio no va más; la política de que venga el presidente y nos agreda vilmente, no va más…”.
De profesión economista, el diputado radical Martín Tetaz comparó el nuevo acuerdo con el Fondo con “llamar a una ambulancia”. Asimismo, apuntó contra la gestión presidencial de Cristina Kirchner: “Sacó 65 mil millones para pagar deuda del Banco Central, pero gobernó 7 de 8 años con déficit fiscal”.
Pese a que confirmó que “no poner palos en la rueda”, cuestionó a Javier Milei por no redactar un proyecto de ley con este tema y agregó que “sorprendió que sumaran el roll over de los vencimientos del FMI para este año”. De todos modos, reiteró que “se está tomando la decisión de pagar la deuda con el BCRA que dejó la expresidenta Cristina Kirchner”.
El titular de bancada radical, Rodrigo de Loredo, defendió la postura de la Unión Cívica Radical en virtud del avance de este DNU 179/2025: “Nuestro bloque, una vez más, viene a ayudar a un Gobierno que no integra, en un momento crítico, como lo hizo con Alberto Fernández”.
Referente de temas presupuestarios en su bloque, el diputado de UP Carlos Heller cuestionó que “nos están planteando que le demos acuerdo a un programa ‘a celebrarse’, es decir que no existe” y un decreto por el cual se “delega en el ministro de Economía el derecho a suscribir sin ninguna limitación, porque no se conoce el acuerdo y las condiciones. Hay una disgregación de facultades que excede los límites de todo lo razonable”.
“Suponer que es lo mismo tomar deuda con el FMI para cancelar letras del Tesoro Nacional con el Banco Central es tomarnos el pelo”, afirmó y rechazó el pedido a que “aprobemos a libro cerrado un acuerdo al que no le conocemos el monto, las condiciones, la tasa de interés, ninguno de los elementos que la componen y donde nadie nos ha explicado cuál es la necesidad y urgencia”.
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