Expectativa porque este jueves se suspendan finalmente las primarias en la provincia de Buenos Aires. La estrategia electoral oficial en el principal distrito del país.
Tiempos electorales para el presidente libertario Javier Milei. Ya quedaron muy atrás esos momentos, al inicio de su gestión el 10 de diciembre de 2023, en que se decía que la política partidaria lo aburría.
Ya no. Ahora no solo no se desentiende, sino que lo mantiene en vilo y lo desvela, de cara a 2027.
Por eso, esta semana los ojos y oídos del primer piso de la Casa Rosada se dirigen hacia lo que suceda este jueves en la Legislatura bonaerense.
Es que el gobernador bonaerense, el peronista Axel Kicillof -quien aparece como el principal contenedor opositor de Milei de cara a las elecciones presidenciales de 2027- apuesta a que los legisladores anulen de una vez por todas, al igual que a nivel nacional, las primarias.
De suspenderse o eliminarse las elecciones primarias, Kicillof tiene decidido adelantar las elecciones a escala provincial, dijeron a parlamentario.com fuentes cercanas al mandatario, y esa movida aumentaría, se estima, su poder de fuego electoral.
En tanto, se sabe que Santiago Caputo, el alter ego y jefe de la estrategia electoral de Milei, no ignora que de darse esa movida el gobernador bonaerense tendría mayores posibilidades de éxito por sobre los candidatos oficiales de La Libertad Avanza (LLA), y quedaría posicionado como el rival del líder libertario en su deseo reeleccionista en apenas dos años.
Alquimia electoral, pero esa es la partida de ajedrez que creen que podrían tener que enfrentar en la Casa Rosada.
Claro que tanto Milei como Kicillof saben que el sector de Cristina Fernández de Kirchner disputará su franja de poder y apostará a ganar una porción de los concejos deliberantes y de la Legislatura.
Por eso, la mayor parte de la estrategia comunicacional de Balcarce 50 está direccionada a apuntar en lo que parece ser hoy el flanco débil de Kicillof, la inseguridad, especialmente en el conurbano, y en vincularlo con la actual presidenta del PJ nacional.
Mientras tanto, es una incógnita aún el menú de candidatos con el que LLA irá a las elecciones bonaerenses y si harán alianza con el partido que fundó el expresidente Mauricio Macri, el Pro, el que encabeza nuevamente desde el año pasado.
Tanto LLA como el Pro muestran cierta fragilidad electoral en el territorio bonaerense -el distrito electoral con casi el 40% del padrón nacional-, de acuerdo con las encuestas.
La Libertad Avanza no tiene candidatos de fuste -solo el diputado José Luis Espert está lanzado-: depende de la figura y buena imagen de Milei.
Y el Pro perdió presencia tras el serio traspié de María Eugenia Vidal cuando fue a la reelección en 2019.
Asoman los diputados nacionales Cristian Ritondo y Diego Santili, pero ambos no despegan y, además, están tironeados por Macri, quien no está convencido de las bondades de una alianza sin condiciones con LLA.
Milei (Santiago Caputo) cavila.
Sabe que está frente a dos elecciones decisorias y juega a dos bandas: sólo piensa en derrotar a Jorge Macri y al Pro en su bastión de la Ciudad de Buenos Aires y en la “Madre de las batallas” a Kicillof y a quien piensa está detrás del gobernador: Cristina Fernández de Kirchner.
Santiago Caputo (Milei) tiene un sueño: considera que, de lograrlo, sería el fin de ambos expresidentes y del Pro y el kirchnerismo como partidos.
Claro que los hasta ahora potenciales candidatos, Espert y el vocero presidencial Manuel Adorni, lo vuelven a la realidad. No miden como la marca Milei.
Y Milei (Santiago Caputo) cavila cómo patear el tablero electoral.