¿Problemas en el “triángulo de hierro”? El joven Santiago aparece relegado por la secretaria general de la Presidencia, que gana poder con el armado de todas las listas.
No son tiempos de unidad plena en el “triángulo de hierro” que gobierna la Argentina hace casi 500 días. Santiago Caputo ha perdido algunos casilleros en detrimento de Karina Milei, con el apoyo de su hermano, el presidente Javier Milei.
Es decir, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, gana los casilleros que pierde -o retrocede, el virtual premier y asesor estrella, el monotributista Santiago Caputo, hasta ahora desplazado del armado electoral.
Pero el “triángulo de hierro” no juega al conocido “juego de la Oca”.
Efectivamente no. Ocurre que este año el horizonte ya no es el mismo del 2024 para el tridente libertario.
El amanecer del 24 los encontró simbióticos, en plena ejecución de la “motosierra”.
Por el contrario, en el 2025 el “triángulo” está ya en plena campaña electoral, negociando con el Fondo Monetario Internacional para que brinde un auxilio de dólares para patear para adelante una devaluación cada vez más postergada y, por encima de todo, enfrascado extrañamente en una interna de final impredecible por el confín que Karina le ha fijado a Caputo.
Bicipite
De esa forma, la figura geométrica gobernante ya no es la de un triángulo, sino que la gestión del Balcarce 50 es ahora bicipite.
No es que el monotributista haya cedido terreno, sino que la “mayordoma” -la secretaria general es la guardiana y encargada de la Casa Rosada- recela de él tras algunas intromisiones inconsultas, y cerró bajo llave su acceso al armado electoral.
Además, el virtual premier sumó este año errores en cascada que desgastaron la admiración y consideración del resto del “triángulo de hierro”.
Un casillero atrás
La fallida incorporación del juez federal Ariel Lijo a la Corte Suprema es clave en la pérdida -o retroceso- de casilleros por parte del monotributista.
La errónea intervención abrupta en la entrevista de Jonatan Viale a Milei y la apretada al diputado radical Facundo Manes son sólo anécdotas en el mundo libertario.
Y la detonación del vínculo Karina-Santiago fue la estrategia de alianzas electorales en distritos provinciales, donde sin aviso el monotributista quiso llevar agua a su molino.
En ese terreno, Karina, en modo pacman, toma todo y no le dejó resquicio al asesor estrella, quien quiso meter la cuchara infructuosamente en Santa Fe y CABA.
Hasta lo obligó a afiliarse a La Libertad Avanza el 6 de febrero pasado, día en que Caputo firmó la ficha partidaria frente a Milei y ella.
El jefe de Estado, cuando le preguntan por cuestiones electorales, responde: “Por ese tema vayan a la puerta de al lado”, donde está la oficina de la secretaria general de la Presidencia.
No es que el monotributista haya perdido la consideración de Milei ni de su hermana, que sigue siendo alta, pero Karina es ahora la bastonera electoral.
Tan es así que fue el asesor estrella el que tomó el toro por las astas -por los errores cometidos- y diagramó el operativo de seguridad en la masiva manifestación dos semanas atrás en apoyo a los jubilados en el Congreso, acotando el margen de acción de la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, quien la semana previa había pensado sólo en confrontar con los participantes de la marcha, con el saldo de un fotógrafo, Pablo Grillo, gravemente herido.
El asesor estrella sigue manejando el Gobierno como desde el primer día.
Pero la historia ahora es otra. Diferente al albor libertario gobernante y a la campaña electoral del 2023.
El armado de la primera lista de LLA para una elección, la de CABA el 18 de mayo, muestra acabadamente el poder de fuego de Karina: obligó al vocero presidencial Manuel Adorni -su fiel y sumiso peón de brega en la comunicación- a encabezar (se resistía) la lista y puso de puño y letra al segundo, tercero y cuarto.
Todo esto sin que el jefe de Estado libertario intervenga ante algunas quejas.
Es más, disparó hacia adentro y afuera: “¿Van a seguir subestimándola?
La lapicera electoral
Lo concreto es que la lapicera electoral la tiene Karina en exclusividad y la maneja de un modo absoluto.
Y Santiago Caputo -absorto- apenas llega a relojear.
La tensión se nota y se respira hasta en el Patio de las Palmeras de Casa Rosada, advierten los periodistas acreditados.
Y el voltaje en el primer piso -morada de los Milei y Caputo- sube cada vez más y cuentan que están todos nerviosos.
Funcionarios que recorren las baldosas coloniales del área presidencial susurran entre sí: “El hilo se corta por lo más delgado (el monotributista).
Mientras tanto, casi sin prestar oídos, el presidente Milei, con su ministro de Economía, Luis Caputo, afronta la tarea de anudar el crucial acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para el salvataje de reservas al Banco Central.