“No voy a aceptar reglas que no estén acordadas entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo”, dejó claro el jefe de Gabinete, que se quejó de que el esquema vigente es “absolutamente irracional”.
“Estoy con un problema de acidez… No sé si es físico, o por los discursos de Unión por la Patria”, expresó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ni bien concluyó la última tanda de preguntas, en este caso correspondiente a la principal y más dura oposición.
El funcionario despertó sonoros aplausos provenientes del oficialismo. Entusiasmado, fue por más y atribuyó las decisiones muy duras que debió adoptar el Gobierno libertario al “desastre político institucional que dejaron en 2023… Entonces, no me vengan con cuentos… No me vengan con cuentos”, reclamó.
Acababa de hablar el presidente del bloque oficialista, Germán Martínez, que no había sido el único áspero para con el Gobierno, pero a él le respondió en primer lugar, retomando el tema tratado al principio de la sesión, en el que Francos había aclarado que debía existir una ley que adecuara las presentaciones del jefe de Gabinete, ya que los reglamentos de ambas cámaras están hechos para los diputados y senadores, pero no para los funcionarios nacionales. En ese sentido, Germán Martínez le había dicho que lo que él debía hacer era “cumplir el 101”, en referencia al artículo de la Constitución Nacional que establece la obligatoriedad de que el jefe de Gabinete asista todos los meses al Parlamento. “Lo primero es cumplir con la Constitución”, le lanzó el jefe del bloque UP. Y le remarcó respecto de las miles de preguntas que le formulan que las mismas “se acumulan porque viene cuando quiere”.
“Respecto de mi comentario acerca de este tipo de reuniones y lo que establece la Constitución, lo mantengo”, retomó Francos, que dejó claro que para él “esto es absolutamente irracional, no es el método… Hace seis horas que estoy acá sentado, escuchándolos después de haber pasado el informe de 2.300 preguntas. La realidad es que la Constitución dice que tengo que venir a dar un informe; yo he cumplido con lo que establece la Constitución, y a partir de la próxima reunión no voy a aceptar reglas que no estén acordadas entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo”.
Luego anticipó que “voy a proponerles a los diputados a través de los presidentes de la Cámara que acordemos un mecanismo para que estas reuniones tengan utilidad y podamos debatir ideas”.