A 30 años de la última vez en que se registró en esa Cámara un evento de este tipo, un funcionario es sometido a una interpelación del Cuerpo, en este caso sobre la criptomoneda $LIBRA. De los cuatro convocados asiste uno solo.
Foto: HCDN
Una semana después de lo previsto originalmente en aquella sesión del 8 de abril, en la que además de interpelaciones se aprobaron pedidos de informes y la creación de una comisión investigadora, la Cámara de Diputados se aboca este martes a debatir el caso $LIBRA con exposición del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Se trata de una sesión de interpelación -sin duda- histórica, teniendo en cuenta que solo cuatro veces desde 1983 se avanzó con estos procedimientos. Y, además, que el último registro de este tipo data de 1996 con Domingo Cavallo como protagonista.
Tras la reunión de Labor Parlamentaria se estimó una duración de la reunión de entre 7 y 10 horas. Pero, en el arranque, la discusión reglamentaria ante la ausencia de los ministros Luis Caputo (Economía) y Mariano Cúneo Libarona (Justicia) insumió casi dos horas. El tercero en faltar fue Roberto Silva, titular de la Comisión Nacional de Valores.
La sesión se inició a las 14.21 con 129 presentes. En la reunión de Labor no se había llegado a un acuerdo sobre cómo sería el mecanismo de preguntas y respuestas. Por eso, antes de hacer pasar a Francos al recinto, el diputado de Encuentro Federal Oscar Agost Carreño planteó: “Proponemos que sea igual a todas las interpelaciones que se han hecho en el tiempo en esta Casa, que es una pregunta y una respuesta; y la propuesta de Presidencia propone agruparlas en algo muy parecido a la sesión informativa”.
Desde el oficialismo, el jefe del bloque de LLA, Gabriel Bornoroni, avaló que puedan hacerse “cuatro, cinco preguntas y después responda” el jefe de Gabinete. “Si no sucede eso no vamos a tener la posibilidad de enriquecer la respuesta”, dijo y consideró a esa forma “un mecanismo sano”.
Por Unión por la Patria, la diputada Paula Penacca expresó: “No hay otra forma de resolver esto que poniéndolo a consideración del pleno. No entiendo cómo la voluntad de un diputado, aunque ocupe circunstancialmente la Presidencia de la Cámara, puede imponerse sobre la voluntad de la mayoría”.
Y defendió que se pedía el formato de pregunta-respuesta “no porque sea un capricho, sino porque la concatenación de las preguntas apunta a lograr alcanzar la verdad o dilucidar las dudas que tenemos”. “No hagamos que esto se transforme en un circo, mostremos que podemos trabajar seriamente”, agregó.
Entonces, el presidente del Cuerpo, Martín Menem, reveló que estaban cerca de ponerse de acuerdo. “Me parece innecesario empezar así una sesión”, manifestó y pidió voluntad para acordar el formato, con “tres o cuatro preguntas” agrupadas.
Más tarde, Agost Carreño detalló que el jefe de Gabinete tendría 90 minutos para su primera exposición y luego los bloques interpelantes, que convocaron a la sesión, el siguiente esquema: 38 minutos de preguntas, con respuestas intercaladas, para Unión por la Patria; 20 para Encuentro Federal; 17 para Democracia para Siempre; 9 para la Coalición Cívica y 6 para el Frente de Izquierda.
Finalmente, no se votó ninguna de las dos propuestas, sino que hubo acuerdo en aceptar lo que impulsaba el oficialismo. Pero luego sobrevendría una discusión mayor, y muy extensa, sobre la ausencia de los ministros Caputo y Cúneo Libarona.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se mostró molesto por la espera de casi dos horas y lo llamó como "falta de respeto". Una vez que se ubicó en el centro del hemiciclo del recinto de la Cámara baja, leyó su discurso durante 45 minutos.
Por momentos recibió abucheos del flanco de Unión por la Patria, y como respuesta, tuvo los aplausos de los libertarios en el otro costado. opinó sobre la conformación de la comisión investigadora y negó que alguien del Gabinete haya cobrado para influir sobre el presidente de la Nación.
También, opinó de la comisión investigadora; relató sobre el contexto de las reuniones entre Milei con Mauricio Novelli, Julián Peh, Hayden Davis y Bartosz Lipinski; y desligó a la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, de todo esto.
Tras una primera exposición leída, llegó el turno de las preguntas del bloque de Unión por la Patria: Sabrina Selva, Itaí Hagman y Juan Marino fueron los primeros diputados de la oposición en profundizar los cuestionamientos ante el jefe de Gabinete.
En ese momento, comenzó la verdadera tensión de la jornada, donde a Francos se lo percibió incómodo y la bancada oficialista se deslindó a los gritos, quejándose de las consideraciones de los opositores.
Los 38 minutos de Unión por la Patria generaron que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, pasara a un cuarto intermedio. Si bien Francos nunca perdió el eje, se lo empezaba a notar molesto. Ya en los minutos de Encuentro Federal, pudo reafirmarse y logró eludir las preguntas más resonantes.
Minutos después, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda apuntaron directamente contra el jefe de Estado y Karina Milei. Guillermo Francos tuvo momentos de tensión, pero menos calientes que en la intervención de UP. Tras la culminación de los tiempos asignados en los bloques interpelantes, la sesión pasó a un nuevo cuarto intermedio.
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