Con reservas en rojo y la inflación al alza, Milei apura un blanqueo exprés para captar los dólares del colchón argentino. Caputo ejecuta el plan con urgencia electoral y la mira puesta en el 18M.
El oxigenado préstamo puente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la furtiva devaluación parcial del dólar sacaron a la administración de La Libertad Avanza (LLA) de la antesala de terapia intensiva, pero ahora aparecen los efectos colaterales no deseados: el incremento de la inflación e igualmente la necesidad de que ingresen reservas líquidas al Banco Central (BCRA).
Por eso, el presidente libertario Javier Milei le encargó con carácter urgente al apocalíptico ministro de Economía, Luis Caputo -para quien el periodismo tiende a desaparecer-, que hurgue en el colchón de los argentinos para inyectar dólares, sea como sea, al Banco Central, que tenía reservas negativas antes del crédito puente.
El “como sea” significa el plan que pergeñó Caputo para obtener los tan deseados y necesarios dólares: proyecta que las personas puedan ingresar billetes norteamericanos sin declarar al mercado legal; es decir como el blanqueo de capitales del año pasado.
En pocas palabras, otra vez el Fisco podrá obtener dólares aunque esta vez a través de un petit blanqueo, a pesar de que la persona que los venda esté floja de papeles (no pueda justificar esos ingresos).
El BCRA necesita dólares sí o sí -ahora el blanco son los verdes que están en los colchones de los argentinos (se calcula que unos 200.0000 millones están “encanutados”, según estimaciones oficiales)-, y por eso el vale todo ideado por el versátil ministro Caputo para blindar la “estabilidad” de la volatilidad de la economía, de cara a las trascendentales elecciones de este año.
La estabilidad significa que el dólar se mantenga, como hasta ahora, casi en el medio de la banda cambiaría de entre 1000 y 1400 pesos, que rige tras la mini devaluación de abril.
En paralelo, el soldado libertario Manuel Adorni, vocero presidencial, se puso la campaña al hombro en la Ciudad de Buenos Aires y juega la desafiante partida electoral codo a codo con tres top ten de LLA: Milei, Luis Caputo y Patricia Bullrich, volcados a la arena política porteña.
Acompañan Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia y armadora electoral, y Santiago Caputo, el últimamente irritable asesor presidencial y virtual premier de la administración de La Libertad Avanza.
Ese hexaedro tiene las riendas del poder: Luis Caputo, el de la economía; Santiago Caputo, el Gobierno y la comunicación; Bullrich, el control de la calle; Karina, la llave de entrada a la oficina presidencial; y Javier Milei, “el gancho final”, como le suele decir a la firma de los decretos.
De acá al 18 de mayo, el hexaedro trabaja a tope en CABA para pelear palmo a palmo con la macrista Silvia Lospennato y el radical peronista Leandro Santoro (un tercer puesto, como en Santa Fe, caería como un balazo de agua fría en la Casa Rosada) y, simultáneamente, mantener a flote la economía.
Para esto último, Luis Caputo puso a todo su equipo a usar la imaginación.
Claro que la economía no tiene secretos: una medida impulsada hoy tiene efecto aproximadamente en unos seis meses, lapso que los tiempos electorales no permiten (y menos mal que el próximo índice de inflación se dará a conocer post elección 18M).
La tan mentada liquidación de divisas por parte del sector agroexportador (se habla de u$s3.500 millones en mayo) es esperada con ansias por el Gobierno ya que en abril ocurrió a cuentagotas.
El tanque libertario necesita nafta (dólares) y la orden presidencial es obtener divisas aunque sea como “buscar la aguja en un pajar”. Es decir hallar una solución inmediata para dar certidumbre económica y que ésta ayude a la política.
“No hay plata”, fue la famosa frase-latiguillo acuñada por Milei cuando abrió las puertas de la Casa Rosada. Y ahora, ya en la poltrona del sillón de Rivadavia, la aggiornó con pragmatismo: “No hay dólares”.