La falta de técnicos calificados amenaza el futuro del agua en Argentina y la región. Frente al avance tecnológico y la competencia laboral, el sector necesita atraer y formar talento para asegurar un recurso clave.
El sector del agua —incluyendo el abastecimiento para consumo humano, el saneamiento, el riego agrícola, la industria y el agua embotellada— se encuentra ante un doble desafío: garantizar servicios esenciales en un contexto de creciente demanda, y hacerlo con talento humano calificado. La transformación tecnológica, la competencia con otros sectores y la necesidad de visibilizar las oportunidades laborales hacen del capital humano un factor estratégico.
Actualmente, las operadoras de agua y saneamiento, empresas de riego y productores de agua embotellada requieren técnicos e ingenieros con formación en química, hidráulica, saneamiento, electromecánica, automatización, microbiología, logística y gestión ambiental. También son cada vez más valorados los perfiles en ciberseguridad, inteligencia artificial, ciencia de datos e innovación aplicada al monitoreo de redes, detección de pérdidas y eficiencia energética. Pero conseguir el personal calificado no es tarea sencilla. Según informes recientes, más del 40% de las empresas de agua en América Latina reportan dificultades para encontrar personal técnico calificado. En Argentina, esta problemática se repite en todo el país, especialmente en regiones alejadas de los grandes centros urbanos.
Una de las razones radica en que el sector hídrico compite por talento técnico con industrias que suelen ofrecer mejores condiciones salariales, como el petróleo, el gas, la minería, la industria alimentaria y la logística. Estas industrias atraen a profesionales y técnicos con experiencia en manejo de fluidos, tratamiento de aguas industriales, control de calidad y operación de sistemas complejos. Por ejemplo, técnicos especializados en tratamiento de efluentes o electromecánicos con experiencia en bombas y válvulas son altamente demandados tanto en plantas de agua como en refinerías, lo que encarece la captación y rotación del personal.
El otro motivo es la necesidad de actualización de forma sistemática, la incorporación de tecnologías como sensores inteligentes, IA para detección de fugas, drones para inspección de ductos, y plataformas de monitoreo remoto está transformando los perfiles requeridos. Se demandan habilidades digitales, pensamiento crítico, flexibilidad y capacidad para trabajar en equipos multidisciplinarios.
Además, la automatización de procesos repetitivos plantea un desafío: ¿cómo reconvertir a trabajadores tradicionales en técnicos de la era digital? La capacitación continua y los programas de reconversión laboral serán clave para no dejar a nadie atrás.
En cuando a las estrategias para superar estos obstáculos, existen casos de éxito inspiradores. Las empresas de Países Bajos Vitens y Arisu de Corea del Sur, por ejemplo, han desarrollado modelos evolucionado de formación donde técnicos y operadores reciben formación continua en nuevas tecnologías, sostenibilidad y atención al cliente. En Chile, el programa "Mujeres Gásfiter" ha capacitado a cientos de mujeres en oficios vinculados al mantenimiento de redes domiciliarias, abriendo un nuevo campo laboral.
Otro ejemplo es el Water Innovation & Leadership Development (WILD) Program en EE.UU., que promueve la capacitación en liderazgo para trabajadores del agua en ciudades intermedias, preparando nuevos cuadros para la gestión futura.
Como anécdota personal, en una visita reciente a una planta potabilizadora de SABESP en el estado de São Paulo (Brasil), pudimos ver de primera mano un modelo de gestión operativa altamente automatizado, donde las decisiones sobre dosificación, válvulas y distribución se realizan con asistencia de inteligencia artificial y sensores en tiempo real. Este tipo de instalaciones muestra hacia dónde va el futuro del trabajo en el sector y la necesidad de preparar recursos humanos que puedan trabajar codo a codo con estas tecnologías.
Una estrategia exitosa para atraer talento joven ha sido la participación activa en ferias de empleo y orientación vocacional, tanto en universidades como en escuelas técnicas. Empresas líderes del sector han implementado programas de pasantías y trainees que permiten a los estudiantes vincularse tempranamente con la operación real. Aquí podemos destacar que, según estimaciones, el 70% de los trabajadores del sector del agua en América Latina se jubilará en los próximos 10 años, que solo el 14% de los estudiantes técnicos eligen especializaciones relacionadas con agua, saneamiento o la hidráulica y que las empresas que ofrecen pasantías tienen un 30% más de retención de talento joven (según McKinsey).
Gonzalo Meschengieser es CEO de la Cámara Argentina del Agua
Médico sanitarista MN 117.793