Entre los anuncios que el presidente Javier Milei anunció ante la Asamblea Legislativa el 1° de marzo de este año detalló una serie de medidas que fueron interpretadas como las leyes que le pediría al Congreso durante 2025. Entre ellas, figuró la reforma migratoria que acaba de anunciar el Gobierno, aunque la misma será a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU).

Esa noche, el presidente de la Nación adelantó que llevarán a cabo una reforma migratoria “si queremos ser un país serio”, y explicó: “Nuestra Nación ha sido generosa con los inmigrantes, pero otra cosa distinta es ser tomado de tontos por nuestros vecinos o ser un centro de beneficiario pagado por el bolsillo de los argentinos”.

Así, planteó: “Queremos que aquellos extranjeros que estén de forma transitoria o temporaria en nuestro país tengan que pagar los servicios que utilizan”.

En ese sentido, volvió a proponer el cobro de aranceles a extranjeros en las universidades “a quienes no son residentes permanentes”. Además, sostuvo que también es necesario endurecer “severamente las condiciones de deportación para los extranjeros que delinquen”.

“Es lo que hace cualquier país que se hace valer. Y si esto necesita algún tipo de justificación, es porque a lo largo del último siglo se ha vuelto costumbre la falta de respeto al pagador de impuestos”, aseguró.