La Libertad Avanza dio la gran sorpresa y se impuso con claridad, relegando al Pro a un humillante tercer puesto y dejando en crisis al espacio que lidera Macri. El peronismo resiste sin crecer, mientras radicales y la Coalición Cívica tuvieron suma cero, sellando un cambio de era en la política capitalina.
Inesperadamente, La Libertad Avanza (LLA) se alzó con un triunfo categórico a dos puntas: derrotó al radical peronista Leandro Santoro y dejó en un pobrísimo tercer puesto y a bordo del Titanic al Pro de Mauricio Macri, al que quieren jubilar.
Al mismo tiempo, marcó un retroceso visible del radicalismo, que supo tener dos intendentes en CABA desde la recuperación de la democracia, y de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, agrupaciones que no lograron sumar este domingo para la Legislatura.
La gran diferencia de votos entre LLA y el Pro (el doble para los libertarios) refuerza la estrategia de la Casa Rosada de avanzar en un acuerdo de ambos espacios en la elección del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires.
Claro que el acuerdo que quieren los libertarios es que los amarillos (Pro) se pasen en manada a las listas violeta, decisión que resiste Macri.
Habrá que ver quién arma la estrategia de la Casa Rosada para esa vital elección, si será la lapicera electoral de Karina Milei o si avanza el estratega de la comunicación publicitaria y propagandística de LLA, Santiago Caputo.
Caputo, el virtual premier del Gobierno, está agazapado, a la espera de algún traspié electoral de Karina, como sucedió claramente en Santa Fe y San Luis, de las cinco elecciones anteriores.
Se sabe que el inicio de la campaña electoral los distanció casi sin retorno: ambos se cuestionan y atacan, y ya en las segundas y terceras líneas la pelea se ha convertido en una guerra.
El dato es que Caputo no estuvo el martes en el acto de cierre de campaña y tampoco este domingo en el “scrum” de libertarios que se subieron al exitoso palco de Milei, Karina y Adorni.
El radical peronista Santoro, a quien desde LLA y el Pro se lo sindica como un kirchnerista de primera cepa, mantuvo el apoyo que venía teniendo ese espacio, pero no le alcanzó.
Igualmente, el segundo puesto lo catapulta como candidato claro para la elección a jefe de Gobierno porteño para 2027.
La derrota de Silvia Lospennato, una legisladora de perfil técnico calificado en la Cámara de Diputados, pero desconocida en las lides electorales, inició la retirada política de Mauricio Macri.
Macri podrá supervivir, pero su autoridad quedó deteriorada, no solo como líder político y partidario sino como uno de los dirigentes de peso de la política nacional.
A Jorge Macri -el único oficialista que perdió este año-, con una Legislatura adversa se le hará difícil la gobernabilidad y tendrá que hacer acuerdos con fuerzas hostiles como LLA, el PJ y hasta Horacio Rodríguez Larreta.
Ambos -Jorge y Mauricio Macri- son los máximos y únicos responsables de la decisión de adelantar seis meses la elección local.
Párrafo aparte fue el traspié electoral de la Unión Cívica Radical, el centenario partido que supo gobernar la ciudad y no logró conseguir este domingo un escaño.
Lo paradójico es que tanto en CABA como en algunas provincias había radicales que celebraban la derrota electoral, porque creen que marca el ocaso del titular de la UCR, Martín Lousteau, a quien cuestionan.
Igualmente, fue paupérrimo el desempeño de la Coalición Cívica, ya que Paula Oliveto -otra legisladora laboriosa- tampoco pudo ingresar a la Legislatura.
Elisa Carrió, la fundadora de CC, está en retirada, como Mauricio Macri, pese a que haya anunciado que competirá por una banca en la provincia de Buenos Aires.