La Auditoría General de la Nación hoy está prácticamente acéfala, pues solo cuenta con su presidente. Los mandatos de los representantes de ambas cámaras (6) han vencido y no se ha designado a los nuevos miembros.
Tal cual viene informando desde el fin de semana parlamentario.com, se está caldeando el clima en torno a la designación de auditores para la AGN. Un organismo creado por la Constitución, cuyo objetivo es asistir técnicamente al Parlamento en el control externo del sector público nacional, mediante la realización de auditorías y estudios especiales.
Si bien contra lo que se presumía, la cuestión no será incluida en el temario de la sesión pedida para este miércoles -el oficialismo estaba previendo que la oposición pusiera a consideración las designaciones de dos miembros en Diputados, y en ese marco intentarían imponer una designación por parte de Unión por la Patria (Juan Ignacio Forlón) y otro de Encuentro Federal (Emilio Monzó)-, el problema sigue latente para La Libertad Avanza, que busca designar un auditor propio y no se lo permiten.
En ese marco es que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, acaba de presentar un proyecto de ley para reglamentar el funcionamiento Auditoría General de la Nación. Y previsiblemente la parte clave del proyecto está a partir del artículo 18. Sí, la parte referida a la designación de los miembros de la AGN.
Recordemos que en abril del año pasado vencieron los mandatos de Juan Ignacio Forlón, Santiago Estrada y Jesús Rodríguez (estos dos últimos designados por el Pro y la UCR, respectivamente). En su momento, las negociaciones no llegaron a buen puerto en la Cámara baja. El oficialismo, que primero no quería una silla en el organismo y después sí (para Santiago Viola), no logró un acuerdo con sus aliados del Pro y la UCR, que aspiraban a poner uno cada uno.
En esta discusión, el bloque Encuentro Federal siempre fue clave, pues en agosto del año pasado había expresado su apoyo, junto con la Coalición Cívica, al elegido de la UCR, Mario Negri. Y también apoyó el pedido del Pro, en favor de Jorge Triaca. Fue entonces cuando LLA se desentendió del acuerdo original y pidió uno de esos cargos. Mientras tanto, UP reclamaba dos lugares, argumentando que por el número de diputados con que cuentan les corresponde ese número. El tema se define por votación en el recinto, o sea que todo depende de los apoyos.
Ahí es donde entra a tallar el acuerdo alcanzado los últimos días entre Germán Martínez y Miguel Pichetto, para designar a Forlón y Monzó. Contarían con el número suficiente para imponer esas dos designaciones.
La situación complica al oficialismo, que nunca quiso romper con sus aliados por este tema. Ahora el radicalismo quedó prácticamente fuera de la discusión, porque el bloque que conduce Rodrigo de Loredo perdió miembros y hoy solo tiene 14. Pero el Pro sigue ahí, y La Libertad Avanza debe resolver si vuelve a tensar aun más la relación con el partido amarillo, con el que ya se trenzó por ficha limpia y la elección porteña.
Un dato no menor es que los cargos en la AGN son por ocho años, lo cual explica de alguna manera porqué el oficialismo está tan remiso a quedarse sin nada.
En el Senado también están vacantes las auditorías. En este caso desde el 31 de marzo, cuando vencieron los mandatos de Francisco Javier Fernández, Graciela de la Rosa y Alejandro Nieva.
El proyecto de Menem
Hechas estas especificaciones, irrumpe en este escenario la iniciativa que impulsa el presidente de la Cámara de Diputados, que establece que el auditor será designado por acuerdo del Senado de la Nación, de una terna de candidatos. Sí deja claro que debe ser nominado por el presidente del partido político de oposición con mayor número de legisladores, tal cual lo establece el artículo 85 de la constitución. El mismo establece que “el presidente de la AGN es siempre designado a propuesta del principal partido de la oposición con mayor número de legisladores en el Congreso”.
Ese mismo artículo establece que “esa designación se realiza mediante resolución de ambas cámaras del Congreso”, lo que plantea la primera de las varias objeciones que despierta el proyecto de Menem. Desde la oposición adelantan que es inconstitucional que se exija acuerdo del Senado, cuando la Carta Magna no lo dice.
Sí establece la CN que ese organismo “se integrará del modo que establezca la ley que reglamenta su creación y funcionamiento”. Y en la actualidad los cargos restantes son designados por las cámaras del Congreso Nacional: 3 por la de Senadores, y 3 por la de Diputados, observando la composición de cada una.
Martín Menem propone en su artículo 25 la designación de 6 auditores auxiliares designados 4 a propuesta del presidente de la Cámara de Diputados y 2 del presidente del Senado.
Esto es, la Cámara alta perdería un miembro, cosa que ese cuerpo no aceptará.
La propuesta determina que Diputados elegirá 3 auditores auxiliares en proporción a los bloques parlamentarios con mayor número de miembros y el cuarto en representación del oficialismo.
En cuanto a los 2 auditores del Senado, serán elegidos en representación de los bloques parlamentarios con mayor número de miembros.
En todos los casos poseerán un mandato de 4 años en su función, con opción a ser reelegidos solo una vez. En la actualidad, el mandato de los auditores es de 8 años.
Proyecto MENEM - AGN