La iniciativa fue motorizada a raíz de la decisión del Ejecutivo nacional. "Quieren borrar nuestra historia, pero el amor puede más que el odio", expresó el diputado Valdés.
Luego que el Gobierno nacional dispusiera la disolución del Instituto Juan Domingo Perón, el diputado nacional Eduardo Valdés (Unión por la Patria) presentó un proyecto para protegerlo por ley, blindar su continuidad, garantizar su funcionamiento y preservar su sede histórica, donde vivieron Perón y Evita.
Por su parte, desde el Partido Justicialista, presidido por Cristina Kirchner, se denunció "persecución ideológica" y se le pidió a la Jefatura de Gabinete poder hacerse cargo del edificio.
La iniciativa de Valdés pretende restituir por vía legislativa el Instituto Nacional Juan Domingo Perón de Estudios e Investigaciones Históricas, Sociales y Políticas, luego de que el vocero presidencial Manuel Adorni anunciara su cierre el pasado 7 de mayo, en coincidencia con el aniversario del nacimiento de Eva Perón. Finalmente, la medida se oficializó este jueves mediante el decreto 346/25.
“La decisión de cerrar el Instituto Perón es un intento de borrar parte de nuestra identidad y un acto más de una política sistemática de persecución ideológica. Por eso propongo que su existencia quede garantizada por ley”, afirmó el diputado.
El proyecto, que prevé darle rango legal, autarquía y sede permanente al Instituto ubicado en Austria 2593 (declarado Monumento Histórico Nacional), también absorbe a todo su personal y patrimonio, y redefine su misión como espacio público de investigación, preservación y difusión de la vida y obra del expresidente Juan Domingo Perón.
En los fundamentos, Valdés remarcó la carga simbólica del edificio: “En ese espacio se conjugan el amor y el odio. Allí vivieron Juan y Eva Perón. Allí nació un amor personal y colectivo por el pueblo. Pero también fue bombardeado en 1955 por quienes nunca toleraron que el amor sea motor de la política”.
A su vez, el porteño denunció el riesgo patrimonial que implica la disolución del organismo, ya que "resguarda un acervo documental de enorme valor histórico". "Su material puede ser saqueado o destruido. Hay que protegerlo”, aseveró.
En línea con los reclamos de organismos sindicales y culturales, Valdés subrayó que la iniciativa también defiende los derechos de los trabajadores del Instituto. “No es mano de obra ociosa. Son compañeras y compañeros que han dedicado su vida a cuidar nuestra memoria. Hay que reconocerlos, no estigmatizarlos”, señaló.
Asimismo, destacó el rol del Instituto como espacio plural y de acceso público: “Allí se forman investigadores, se editan libros, se estudia la historia del peronismo con rigor académico. Es un centro abierto a todos los que quieran entender la vida política argentina, no solo a los peronistas”.
Finalmente, Valdés recordó que el Instituto fue inaugurado por un decreto en 1995 y reforzado por ley en 2008, cuando su sede fue declarada monumento nacional. “Protegerlo por ley es saldar una deuda. Lo que está en juego no es solo un edificio o un presupuesto. Es nuestra historia, nuestra memoria y el derecho de las futuras generaciones a conocerla”, concluyó.
La iniciativa fue acompañada por sus pares Ricardo Herrera, Ana María Ianni, Martín Aveiro, Victoria Tolosa Paz, Lorena Pokoik, Ernesto Ali, Gabriela Pedrali, Varinia Marin, Liliana Paponet, Silvana Ginocchio, Santiago Cafiero, Carlos Cisneros, Jorge Romero, Eugenia Alianello y Diego Giuliano.