La reforma previsional que aprobó el Congreso y el presidente se apresta a vetar, lejos de resolver el deterioro de las jubilaciones, pone en riesgo el plan de estabilización económica. Es lo que opina el instituto que desarrolla trabajos de investigación y estudios sobre políticas públicas.
La reciente sanción de la ley previsional en el Congreso reavivó el debate sobre el equilibrio fiscal en Argentina. La norma, impulsada por sectores de la oposición, contempla un aumento del 7,2% en todas las jubilaciones, la actualización del bono previsional a $110.000 y la prórroga de la moratoria por dos años. Aunque busca recomponer el poder adquisitivo de los jubilados, su impacto fiscal podría revertir el superávit financiero alcanzado en 2024, según advierte IDESA en un informe que acaba de difundir.

Según datos del Ministerio de Economía y de la Oficina de Presupuesto del Congreso, los costos de la ley superan el margen fiscal disponible:
En total, el impacto fiscal de la ley ronda el 0,9% del PBI, mientras que el superávit proyectado por el gobierno es de apenas 0,3% del PBI. Esto significa que la reforma previsional podría desestabilizar el principal sostén de la baja de la inflación, expresa IDESA.
El oficialismo, que ya anticipó el veto presidencial, argumenta que la ley compromete el equilibrio fiscal. La oposición, por su parte, denuncia que el Gobierno dejó sin respuesta a quienes llegan a la edad jubilatoria sin los 30 años de aportes requeridos, congeló el bono previsional y aplicó parcialmente la inflación de enero de 2024 en el cálculo de haberes.
Sin embargo, el informe de IDESA advierte que la ley no resuelve el deterioro estructural del sistema previsional. “Se trata de parches que responden más al oportunismo que a la vocación de dar soluciones”, señala. Para avanzar hacia un sistema más justo y sostenible, propone:
Así las cosas, IDESA sostiene que la sanción de esta ley, que no mejora sustancialmente las jubilaciones, pero sí pone en riesgo el plan de estabilización, es vista como un nuevo fracaso del sistema político. Mientras oficialismo y oposición no logren acordar una estrategia integral, el sistema previsional seguirá degradándose, con consecuencias negativas para el presente y el futuro del país.