La norma, que había obtenido los dos tercios la primera vez, volvió a conseguir tal mayoría, al recibir 181 votos a favor, 60 en contra y una abstención. Define el Senado, donde el oficialismo tiene chances casi nulas.
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En medio de una jornada intensa en las calles, con una multitudinaria y variada movilización en las puertas del Congreso, la Cámara de Diputados logró la insistencia de la Ley de Emergencia Pediátrica, que busca garantizar el financiamiento para el Hospital Garrahan.
La norma, que había obtenido los dos tercios la primera vez que se votó el pasado 6 de agosto, fue ratificada este miércoles con 181 votos a favor, 60 en contra y una abstención. Ahora, tendrá que volver a votarse en el Senado, donde el oficialismo tiene casi nulas chances de frenar un nuevo rechazo a un veto del presidente Javier Milei.
Tanto Garrahan como la Ley de Financiamiento Universitario se debatieron en conjunto durante la tarde de este miércoles, como primeros temas de una sesión que arrancó casi puntual, y en la aportaron al quórum los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, Coalición Cívica, Frente de Izquierda, Innovación Federal y UCR.
Aunque hubo un intento de votar los vetos rápidamente, finalmente hubo discursos, pero en tiempo acotado. Antes de eso, la habilitación de tratamiento del tema, que también requería dos tercios, obtuvo 173 votos a favor y 69 en contra.
La ley se originó a partir del reclamo salarial de los trabajadores que se inició con fuerza en 2024. Justamente hace un año atrás, en el prestigioso nosocomio de referencia nacional e internacional se realizaba el primer paro desde el comienzo del gobierno libertario. En lo que va del conflicto, los representantes del Garrahan afirman que ya se fueron más de 200 profesionales.
La norma aprobada por amplísima mayoría declara la emergencia sanitaria de la salud pediátrica y de las residencias nacionales en salud de la República Argentina por el término de un año, "debido a la grave situación que atraviesa el sistema de salud".
Además, declara al Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan” como "hospital de referencia nacional en la atención pediátrica de alta complejidad" y establece que debe garantizarse "su funcionamiento pleno y sostenido".
Asimismo, prevé la derogación de la resolución 2109/25 del Ministerio de Salud, a través de la cual se modificó el régimen de residencias médicas.
El texto contempla "la asignación prioritaria e inmediata de recursos presupuestarios para bienes de uso y consumo, insumos críticos, mantenimiento de infraestructura, medicamentos, vacunas, tecnologías médicas y personal esencial destinados al cuidado y atención pediátrica en el país".
También, "la recomposición inmediata de los salarios del personal de salud asistencial y no asistencial que atiende a la población pediátrica con criterios de equiparación y reconocimiento por funciones críticas". Allí, se incluye a los residentes nacionales de salud de todas las especialidades. "La recomposición no podrá ser menor a la que recibían en términos reales en noviembre del año 2023", indica.
Finalmente, se estipula la exención a todo el personal de salud que se desempeña en efectores públicos y privados del pago de Ganancias cuando desempeñan actividades críticas, horas extras y/o guardias.
Otro de los artículos establece que el Poder Ejecutivo deberá reasignar partidas presupuestarias correspondientes al Ministerio de Salud, dentro del ejercicio fiscal vigente, "y podrá ampliar los recursos mediante el uso de reservas destinadas a contingencias sanitarias".
Por otra parte, se establece la creación de “una comisión de seguimiento y evaluación” integrada por las autoridades de la Comisión de Acción Social y Salud Pública de Diputados y de la Comisión de Salud del Senado, representantes del Ministerio de Salud, representantes del COFESA y representantes de la Sociedad Argentina de Pediatría, que deberá emitir informes trimestrales públicos sobre el cumplimiento de la ley.
“Mientras dure la emergencia, los programas y acciones de salud infantil y adolescente tendrán prioridad en la asignación y ejecución presupuestaria, en particular en relación con hospitales públicos de referencia, servicios de urgencia, internación, neonatología, trasplantes, cirugías cardiacas, oncología pediátrica”, añade.
En el veto publicado en el Boletín Oficial el pasado 11 de septiembre, a través del decreto 651/25, el Gobierno argumentó que el proyecto "no sólo carece de un financiamiento genuino, sino que posee una redacción ambigua que fomenta la arbitrariedad y la falta de claridad en los mecanismos de implementación, profundiza distorsiones salariales, compromete programas esenciales, erosiona la coparticipación federal y pone en jaque la estabilidad presupuestaria de la Nación y de las provincias".
"Nuevamente el Honorable Congreso de la Nación pretende impulsar una medida que, bajo la apariencia de defender una causa noble, genera un aumento desmedido e irresponsable del gasto público, poniendo en riesgo el equilibrio fiscal", agregó el PEN.
El debate
Durante el debate, la diputada del Frente de Izquierda Vilma Ripoll cuestionó al Gobierno por los fondos destinados a la SIDE, al Ministerio de Seguridad y a exenciones de impuestos para grandes empresas. “De ahí tendrían que salir todos los millones de dólares que servirían para sostener con dignidad al Garrahan”, lugar al que consideró “un orgullo para todos”. “Es una inmoralidad”, enfatizó y agregó: “No nos vengan a decir que no hay para pagar lo que reclama el Garrahan, sobra para pagarle; lo que falta es decisión política y reconocimiento a los trabajadores”.
“Desde que nos fuimos de La Libertad Avanza vemos la realidad de otra manera”, arrancó el jefe del bloque Coherencia, Carlos D’Alessandro. “Nosotros hoy nos preguntamos quién asesoró al presidente Javier Milei cuando le dijo que tenía que vetar la Ley de Emergencia Pediátrica”, continuó.
El puntano destacó que “no hablamos de una institución cualquiera, es un emblema nacional, un hospital modelo en Latinoamérica, un orgullo de la ciencia médica en Argentina, refugio de miles familias que vienen del interior”. “No estamos hablando de planillas de Excel. No estamos hablando del equilibrio fiscal. Votar en contra del Garrahan es romper el equilibrio moral”, aseveró el exintegrante del oficialismo.
Desde la Coalición Cívica, la legisladora Marcela Campagnoli afirmó que el veto “es un golpe directo a la salud de nuestros niños y al corazón del sistema sanitario”. En este sentido, alertó que en medio de “promesas en el aire” sobre el presupuesto del año que viene, “se recorta al Garrahan y hoy sufre bajas, desfinanciamiento, baja de tratamientos”.
La bonaerense sostuvo que la ley “no es un capricho político” y advirtió por los 40 mil millones de pesos que hay en un fondo de inversión, provenientes de recursos de la institución. “¿Por qué esos dineros no se usan para recomponer salarios, insumos, infraestructura? ¿Qué nos pasa? ¿Por qué no podemos mirar con el corazón lo que pasa en el Garrahan? ¡Son vidas, no son números!”, exclamó.
A su turno, el jefe de Democracia para Siempre, Pablo Juliano, resaltó que en el último tiempo “se fueron cerca de 300 profesionales altamente calificados” del Garrahan. “Hay un rincón en nuestro país donde los argentinos perdemos el miedo de no saber qué les pasa a nuestros hijos”, valoró y dijo que “si realmente el Gobierno entendió que es prioritaria la salud, no tiene por qué vetar este proyecto”.
“No es una cuestión de números, no es una cuestión de una partida presupuestaria, es que todos los argentinos podamos sentir hacia dónde va a el país”, manifestó el radical.
Por su parte, el titular de la bancada de la UCR, Rodrigo de Loredo, señaló que “ya el mercado y la sociedad saben, y en buena hora, que es una prioridad el equilibrio de nuestras cuentas”, sin embargo, “no es necesario sacrificar a los niños para demostrar ese mensaje de equilibrio”.
“El Garrahan es el único hospital pediátrico que tiene el Estado Nacional. La jurisdicción en materia de salud pública está en la órbita de las provincias, pero ninguna provincia tiene condiciones suficientes para sostener un hospital de este nivel de complejidad”, subrayó y añadió que “el Garrahan es un hospital que pese a estar en la Ciudad de Buenos Aires no es un hospital porteño, más del 50% de sus pacientes vienen del interior, en un país donde el 50% de los niños están bajo la línea de la pobreza”.
Avanzado el debate, la macrista Silvia Lospennato aclaró que “a nadie lo pueden llamar golpista por cumplir con su rol constitucional”, ni al presidente por vetar, ni al Congreso por insistir con leyes. “Hace dos años que este Congreso no tiene Ley de Presupuesto, esa es la primera violación a la Ley de Administración Financiera que debería preocuparnos a todos”, apuntó. En esta línea, también rechazó que quienes insistan con la ley quieran “voltear al Gobierno”, o quienes acompañen el veto “lo hagan porque hayan recibido coimas del Gobierno”.
Sobre el Garrahan, lo calificó como “un hospital con una calidad humana y técnica comparable a las mejores del mundo”. “No vamos a resolver ni el problema de la salud ni de la educación con estas leyes, pero estas leyes son un parche que van a resolver un parche de gestión”, consideró sobre la emergencia pediátrica y el financiamiento universitario.