El diputado del Pro presentó un proyecto para modificar el Código Electoral Nacional, con el objetivo de que las listas, campañas y símbolos respondan a partidos y no a figuras individuales. Busca “reencauzar el sistema hacia su esencia institucional y republicana”.
El diputado nacional Gerardo Milman presentó un proyecto de ley que apunta a reforzar el papel institucional de los partidos políticos y reducir el protagonismo personal en los procesos electorales. La iniciativa modifica varios artículos del Código Electoral Nacional (Ley 19.945), prohibiendo el uso de nombres, apodos, imágenes o referencias personales en las listas y campañas.
Según la propuesta, las alianzas y partidos deberán basarse en coincidencias programáticas y doctrinarias, y las listas de candidatos deberán reflejar la “identidad institucional” de la fuerza política que las postula. “Queda prohibida la utilización de denominaciones, símbolos, lemas, nombres o imágenes que refieran directa o indirectamente a personas”, señala el texto.
Milman plantea además que los candidatos actúen “en todo momento como representantes del partido o alianza, y no a título personal”, y que en los actos de campaña prevalezca la identificación partidaria sobre la figura del postulante. Los medios y la publicidad electoral también deberán priorizar la difusión de plataformas y programas por encima de las imágenes individuales.
El proyecto introduce modificaciones en los artículos 37 bis, 60, 60 bis, 62, 64 quater, 71, 128 ter y 61 del Código Electoral, estableciendo incluso sanciones para la propaganda digital que contravenga el principio de institucionalidad partidaria. Además, en caso de renuncia, fallecimiento o inhabilitación de un candidato, se precisa que el reemplazo se hará conforme al orden de la lista, preservando la representación del partido o alianza que obtuvo los votos.
En los fundamentos, Milman advierte que el proceso electoral argentino “ha derivado en una creciente personalización de las listas, donde los nombres de los candidatos se transforman en marcas políticas por sí mismos, relegando a los partidos políticos a un rol secundario”. Considera que esta tendencia “ha debilitado la institucionalidad democrática” y propone “volver a fortalecer a los partidos como representantes legítimos de la voluntad popular”.
El diputado cita precedentes de la Corte Suprema —como los fallos Partido Justicialista s/intervención y Partido Río Negro s/reconocimiento— y ejemplos internacionales en España, Uruguay y Alemania, donde el voto se emite por listas partidarias y no por personas.
La iniciativa también mantiene el principio de paridad de género establecido por la Ley 27.412, garantizando la alternancia entre mujeres y varones en las listas de titulares y suplentes.
Milman define su proyecto como una “medida de salud democrática” que busca devolver al ciudadano “la certeza de que su voto sostiene un proyecto político colectivo, más allá de las circunstancias personales de los candidatos”.