En un panel conjunto, los gobernadores de Chubut y Córdoba coincidieron en la necesidad de una reforma fiscal integral que redefina competencias, promueva la inversión y elimine distorsiones. Cuestionaron la falta de voluntad política del Gobierno nacional y reclamaron un debate honesto para evitar una nueva frustración en el país.
Durante un panel de debate, los gobernadores Ignacio “Nacho” Torres (Chubut) y Martín Llaryora (Córdoba) coincidieron en la urgencia de una reforma fiscal profunda que redefina el rol de las provincias y promueva un modelo productivo sostenible.
Torres abrió la discusión señalando que “cada vez que hay una crisis, se crea un impuesto transitorio que queda para siempre”, lo que genera una matriz fiscal “distorsiva, regresiva y asfixiante para la producción y el trabajo”. En ese marco, reclamó que las provincias asumen responsabilidades clave —como seguridad, educación, justicia y rutas nacionales— sin una distribución equitativa de recursos. “La discusión no es solo fiscal, es de derechos y obligaciones”, remarcó.
Llaryora, por su parte, planteó que “la reforma fiscal debe estructurarse a nivel nacional, dividiendo competencias según los rubros”. Criticó la falta de transparencia del Gobierno en el debate tributario: “Recaudan mucho más y no cumplen con sus obligaciones. Cobran el impuesto a los combustibles y no arreglan las rutas”.
Torres también llamó a superar la “falsa grieta” entre provincias y Nación, y puso como ejemplo la mesa de competitividad creada en Chubut, con participación de gremios, el Estado provincial y operadoras petroleras. “Bajamos regalías en áreas marginales y los gremios redujeron un 30% los costos operativos. Llevamos la propuesta a Nación para que ese ahorro se traduzca en más inversión”, explicó.
Llaryora insistió en que la sostenibilidad fiscal depende de la sostenibilidad social, y pidió un “debate serio” para generar empleo. “En este país está prohibido hablar de producción, inversión e industria. Sin un modelo productivo, no hay reforma que alcance”, advirtió.
Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de reformas laboral, fiscal y previsional. “No es revolucionario, es simplemente volver a la normalidad”, sostuvo Torres. También criticó las barreras arancelarias que afectan a sectores como el aluminio en Chubut, y reclamó que esos temas se incluyan en la agenda bilateral con Estados Unidos.
En el plano político, Llaryora llamó a evitar una nueva frustración nacional. “Tenemos que construir acuerdos que sean aplaudidos, no discutidos. Las medidas que estén bien las vamos a acompañar, pero también vamos a poner límites. Hay que valorar a quienes quieren construir leyes, no DNU”, concluyó.