El diputado de la CC reclamó que no se deje que “los intereses del lobby de las empresas del juego ni el afán recaudatorio del Estado pesen más que la salud mental y el futuro de los pibes y sus familias”.
El diputado nacional de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro volvió a reclamar a través de sus redes sociales por la ley de prevención de la ludopatía infantil, con media sanción de Diputados y que espera su tratamiento en el Senado. Aunque el año que viene conservará vigencia, el recambio parlamentario pone en alerta a los impulsores de la norma, atento que el oficialismo se opone al proyecto que salió hace un año atrás.
El porteño publicó este miércoles una carta abierta a los senadores y a la vicepresidenta Victoria Villarruel, titular de la Cámara alta, titulada “No va más, la ludopatía no es un juego”.
“Hace un año, la Cámara de Diputados dio un paso fundamental al aprobar por amplia mayoría la media sanción de la ley de prevención de la ludopatía. Fue un consenso transversal, nacido de escuchar a especialistas, docentes, profesionales de la salud, familias y jóvenes que dieron testimonio del daño que las apuestas están generando en miles de pibes y pibas de todo el país”, arrancó.
En ese sentido, remarcó que “hoy es el Senado el que tiene la responsabilidad y la obligación de convertir esa media sanción en ley. No mirar para otro lado también es una forma de cuidar”.
“No se trata de un tema menor ni de una cruzada moral, hablamos de salud pública, de salud mental, de educación y de protección de derechos. Hablamos de chicos endeudados, de familias destruidas, de un negocio multimillonario que crece a costa de la vulnerabilidad de los más jóvenes”, advirtió el legislador.
Sobre la iniciativa, destacó que la misma “pone límites claros: prohíbe la publicidad, el patrocinio y los sponsoreos del juego online, especialmente en redes sociales, transmisiones deportivas y espacios donde hay presencia de menores. Porque no podemos seguir permitiendo que las apuestas se instalen en la vida cotidiana de los pibes como si fueran parte del juego o del deporte”.
“Estamos a pocos días de que termine el período legislativo. Qué bueno sería que, más allá de las diferencias, se pongan de acuerdo y traten esta ley sobre tablas, que muestren un rostro humano ante un problema que atraviesa a todas las familias argentinas”, pidió.
Ferraro consideró que no se puede dejar que “los intereses del lobby de las empresas del juego ni el afán recaudatorio del Estado pesen más que la salud mental y el futuro de los pibes y sus familias”. “Cada día que pasa sin esta ley es un día más en el que perdemos chicos en silencio”, agregó.
“Senadoras y senadores: tienen la oportunidad, la responsabilidad, de hacer lo correcto. De elegir la salud antes que el negocio, y la vida antes que la indiferencia”, subrayó y reconoció a un grupo de periodistas que “se animaron a poner este tema en la agenda pública” y “le dieron voz a una problemática que muchas veces se pretende ocultar detrás de la publicidad y el negocio”.
También envió un “reconocimiento muy especial a cada uno de los testimonios que escuchamos en el plenario de comisiones de Diputados y, en particular, a la Conferencia Episcopal Argentina, a Monseñor Ojea y a Monseñor Colombo, por su compromiso, claridad y coraje para señalar los riesgos de esta adicción que destruye vidas y familias”. “No hay libertad posible en la adicción”, concluyó en su posteo.