Homenajearon la vuelta a la democracia con un llamado a ver al otro como adversario y no como enemigo

Radicales recordaron a Raúl Alfonsín, que hace 39 años ganó las elecciones y encabezó el retorno de los argentinos a la vida democrática.

A punto de cumplirse 39 años del regreso de los argentinos a las urnas, en las postrimerías del sangriento Proceso de Reconstrucción Nacional, el Senado de la Nación homenajeó esa fecha que marcó el inicio de la vuelta a la democracia.

Encabezó el homenaje el senador fueguino Pablo Daniel Blanco, que recordó a Raúl Alfonsín como un “abanderado de la convivencia política. El siempre nos decía que la política es el diálogo. Esa democracia recuperada el 30 de octubre de 1983 atravesó momentos muy difíciles, en los que hacían falta decisiones muy fuertes”.

“No era fácil tomar la determinación -como lo recuerda hoy una película muy de moda- que fue el juzgamiento no solo de las Juntas, sino de todos aquellos que generaron la violencia en la Argentina”, señaló el senador radical, que destacó que “hubo muchas vicisitudes; no era fácil en ese momento, donde aquellos que ejercieron la peor dictadura, estaban completos, muy vigentes. Había que tener lo que hay que tener para sentarlos en el banquillo de los acusados”. Y en referencia a Néstor Kirchner, al que acababan de homenajear en el recinto, señaló sin nombrarlo que “mucho después algunos pidieron disculpas a la Argentina porque la democracia no había hecho nada… El Gobierno de la democracia  había hecho lo que tenía que hacer”.

Blanco recordó que Alfonsín “utilizó dos cosas esenciales: siempre la búsqueda del consenso, respeto a la disidencia y la división de poderes”.

Volvió a continuación a la película Argentina, 1985. “Uno escucha muchas críticas: que el papel de Alfonsín se ve como deslucido; parece que todo es iniciativa de dos representantes de la justicia”, comentó, aunque aclaró luego que “en lugar de ser un olvido es una virtud, porque ahí queda demostrado lo que es un gobierno democrático. La justicia es un poder independiente y no tenía por qué Alfonsín estar dándole instrucciones”.

Planteó a continuación que “con satisfacción tenemos que festejar estos 39 años, independientemente de que Alfonsín fue el candidato triunfante, es un triunfo de los argentinos. Cien años de democracia se van a hacer realidad seguramente, como decía Alfonsín”.

El senador fueguino concluyó asegurando que “la grieta no nos lleva a nada. Es un país que en lugar de progresar, vamos para atrás. La política es diálogo y nosotros debemos dar el ejemplo. Si seguimos en este camino, en el de la grieta; del blanco o negro; River o Boca; la sociedad argentina nos va a sacar la tarjeta roja”.

El jefe del bloque radical, Luis Naidenoff, habló a continuación, recordando que los desafíos en 1983 eran “enormes”. “Los tiempos creo que necesitaban un liderazgo de las características de Alfonsín -afirmó-. Reconstruir los parámetros de libertad, el estado de derecho y una cultura democrática, creo que fue posible porque Alfonsín fue el estadista para esos tiempos”.

“Se gobernó con firmeza, pero también con humildad”, remarcó, recordando también que “crujía la Argentina; hay que recordar las imágenes de Semana Santa; los hombres y mujeres del peronismo acompañando a Alfonsín en los balcones para defender la democracia”.

Naidenoff destacó que “las demandas de la época” eran en favor de “la consolidación del estado democrático”. Y a continuación hizo referencia al homenaje emocionado que el Frente de Todos acababa de hacerle a Néstor Kirchner: “Ningún homenaje sería posible si a partir del 83 Alfonsín no hubiera sembrado las semillas de la democracia”.

Hizo referencia a la historia que tienen el radicalismo y el peronismo, y apuntó que “se recuerda el pasado cuando hay pasado, pero creo que hay que mirar a los desafíos que tenemos para adelante. Y así como hay una materia saldada, ‘democracia por siempre’, hay que mirar los indicadores sociales: pobreza, desigualdad, y el saldo es enorme”.

“Con bipartidismo, bicoalicionismo, el proceso de decadencia nos tiene que interpelar”, enfatizó.

Sobre el final, Naidenoff dijo que “seguramente en esta sesión habrá grandes acuerdos, con muchos temas; también es tiempo de repensar en un futuro con cierta visión compartida que termine con las asimetrías que no solamente duelen porque se profundizan la desigualdad y la vulnerabilidad, sino que esta imagen es una demostración palpable de que estamos en falta”.

“Así que rindo homenaje en estos 39 años, adhiero al homenaje respetuoso de los hombres y mujeres del Frente de Todos, y creo que retomar la gesta del 83 es mirar a los amigos como adversarios y no como enemigos. Que ese sea el primer punto de entendimiento para encontrar normalidad institucionalidad en la Argentina”, concluyó.

El recuerdo de Bielicki sobre una fecha histórica

Fallecido este 12 de enero, el histórico dirigente radical escribió este texto con motivo del último aniversario del 30 de octubre de 1983 que él vivió.

Por José Bielicki

Hace 37 años, las elecciones generales cerraban una etapa negra y única en la Argentina, signada por violencia, torturas, asesinatos y desapariciones. El recuerdo de un protagonista

El 30 de octubre de 1983 fue el punto de partida del retorno a la democracia con las elecciones que dejaron atrás la dictadura militar. Por ello se constituyó en una fecha de enorme significación histórica.

A pesar de ello, parece olvidada y desconocida para la generación que hoy integra más de la mitad del padrón electoral.

Ese acto comicial cerraba una etapa negra y única en la historia patria signada por violencia, torturas, asesinatos y desapariciones.

A partir del pronunciamiento electoral se definió quienes pretendían el olvido sin sanción a los militares que condujeron el período más sangriento de nuestra historia. Por otro lado, quienes pedían juicio y castigo, con el líder radical Raúl Alfonsín a la cabeza, para los responsables de los crímenes cometidos.

Esas posiciones antagónicas marcaron el debate previo a la elección. Por un lado, el justicialismo sin fisuras, con su candidato presidencial reconociendo y aceptando la autoamnistía que se habían dado los militares para borrar las atrocidades cometidas, en una sociedad peronista-militar.

Por el otro la UCR levantando su bandera de juicio y castigo a los culpables.

La jornada de aquel día de octubre fue un estallido popular que se abría a la reconstrucción de la república con democracia plena.

Así comenzó el nuevo gobierno a cumplir con su compromiso de juicio y castigo a los culpables y la creación de la CONADEP para averiguar la desaparición de personas, comisión que no aceptó integrar el peronismo.

Ese juicio y sentencia de las juntas militares y la prisión de los culpables abrió este periodo de estabilidad, único desde 1916 de 38 años sin golpes militares.

Fue la lucidez y la valentía de un líder como Alfonsín, y el acompañamiento del radicalismo, que nos han dado esta increíble estabilidad.

Todo ese proceso fue en soledad; casi no hubo voces en los hoy autoproclamados defensores de los derechos humanos apoyando la investigación. Después llegó otro presidente peronista amnistiando a los condenados por la justicia.

Hechos y fechas que las nuevas generaciones deben comprender y recordar.

José Bielicki

Ex diputado nacional (UCR), presidente del Grupo Progreso