El Comité Asegurador Argentino celebra el Día del Seguro 2022 

Las cinco cámaras que conforman el comité hicieron llegar sus visiones de los ramos que integran la actividad.

En un nuevo aniversario del Día del Seguro, las cinco cámaras que conformamos el Comité Asegurador Argentino, hicieron llegar sus visiones de los ramos que integran la actividad. Compartieron también su convicción común para continuar impulsando el crecimiento de esta actividad, promoviendo la toma de cobertura para bienes y personas, generando conciencia y educación aseguradora en la población, así como nuestro compromiso de representar institucionalmente al sector ante las autoridades, trabajando en conjunto para impulsar se crecimiento y consecuentemente el de nuestro país. 

El seguro en su conjunto suma valor para todas las partes. Otorga certidumbre ante los más variados riesgos que pudieran afectar a personas, familias, trabajadores, empresas, patrimonios, acciones comerciales, inversiones y promoviendo ahorros de largo plazo.  Somos inversores institucionales, que con nuestras carteras promovemos el desarrollo de la economía, la estabilidad macroeconómica y el crecimiento de nuestro país. Somos parte de la columna vertebral de nuestra economía. 

A continuación, compartieron los panoramas y puntos de vista desde los distintos ángulos de la actividad, sin dejar de mencionar que el último ejercicio cerrado en junio 2022 ha sido en extremo desafiante, en virtud del crecimiento de la siniestralidad y las tasas negativas de retorno, lo que ha configurado que el sistema en su totalidad haya generado pérdidas en los resultados de sus balances, situación que no ocurría desde el año 2005. 

En particular, en Riesgos Patrimoniales, algunos de los principales desafíos han sido mantener la solvencia del mercado ante la complejidad que significa el impacto de la alta inflación en los siniestros como, asimismo, el crecimiento de la frecuencia siniestral en virtud, por un lado, de la normalización de las variables post-pandemia, como también por un incremento muy fuerte de los hechos delictivos. 

Por otro, las grandes dificultades actuales para conseguir buena parte de los repuestos que demandan todo tipo de sectores, no sólo para los automóviles, ha generado un impacto muy negativo en el crecimiento de la intensidad de los siniestros. Las compañías aseguradoras han debido extremar sus esfuerzos de gestión para agilizar los procesos de reparación o reposición de estos bienes, buscando de esta forma minimizar estos impactos en la calidad del servicio para los Asegurados. 

A la vez, continúa mucha preocupación por la aparición de fallos judiciales que no respetan los contratos, los límites de cobertura, creando una fuerte incertidumbre en virtud de que los mismos generan muchas situaciones no previstas en cuanto a hechos futuros, una parte esencial para la sustentabilidad de nuestro sector. 

Por su parte, Riesgos del Trabajo transita este 2022 con importantes desafíos y objetivos. 

En primer plano y como prioritario, el mantenimiento de la calidad del servicio prestado y, para ello, el cuidado de la prima y la solvencia. Depende, en buena medida, de la evolución de los índices de siniestralidad y litigiosidad, resolver el financiamiento de la cobertura de COVID y de un mercado que consagre la competencia en igualdad de condiciones. 

La judicialización creciente, con una estimación de 95.000 causas para el año en curso, superando los valores de 2018 y un estimado de 110.000 nuevos juicios para el año próximo, deja a las claras el efecto pernicioso de la ausencia de un Cuerpo Médico Forenses o Cuerpo de Peritos en el ámbito de la Justicia, cuya constitución está prevista en la Reforma de Ley 27.348 de 2017, es urgente y, sin embargo, está pendiente desde hace 5 años. 

En contrapartida el sistema muestra números que reflejan su mejora continua. Una baja del número de fallecidos del 78%, una disminución de la gravedad del 36% y una menor frecuencia de accidentes laborales con una caída del 51%. Asimismo, por primera vez en la historia la cobertura superó los 10 millones de trabajadores y se afianza como un aspiracional para los trabajadores que no disponen de ella. 

2022 representó un año de gran actividad para los seguros de Vida y de Retiro retomando parámetros de normalidad luego de la excepcionalidad que exigió la pandemia. Esta nueva situación planteó el desafío de seguir innovando en productos, servicios y procesos para adecuarse a las demandas de un público consumidor, no sólo más proclive a la compra de productos de protección, ante la constatación de la vulnerabilidad que evidenció la exposición al COVID, sino que demandaba otras formas de contacto con la información y respecto de la gestión de las coberturas. Todas las compañías se encontraron ante el desafío de una cada vez más rápida transformación para satisfacer las exigencias de clientes, canales de venta y productores. 

Con los datos disponibles a hoy, el incremento a valores corrientes de la producción equiparó a la inflación, con lo que se podría afirmar que, a pesar de las incertidumbres económicas, se logró mantener la actividad. En este último período se puso énfasis en el desarrollo de los seguros inclusivos. Productos apropiados y accesibles para un segmento de población un que hasta el momento carece de coberturas. Para ello se trabajó intensamente con las autoridades a fin de promover los cambios regulatorios. Se insistió en la necesidad de establecer un mecanismo de actualización automática de los incentivos fiscales. Se participó de numerosas licitaciones de diferentes instrumentos de deuda ofrecidos por el Estado y por privados, colaborando desde las compañías con el desarrollo del fondeo nacional. Y se realizaron actividades para promover la cultura aseguradora, la formación profesional y la actualización del sector. El desafío por delante es seguir haciendo crecer el mercado, generar productos flexibles adecuados a las necesidades de cada persona, ofrecer cada vez más beneficios que enriquezcan las coberturas y traspasar el techo de ser el 0.6 por ciento del PBI que históricamente marcó el alcance de la actividad. 

La industria aseguradora afectada por medidas judiciales innecesarias

Las compañías aseguradoras sufren embargos preventivos u otras medidas cautelares sobre sus patrimonios, como práctica judicial habitual, sin que se tengan en cuenta los estrictos parámetros de control de solvencia a los que están sometidas.   El control del Estado ejercido a través de la Superintendencia de Seguros de la Nación garantiza que las empresas que […]

Las compañías aseguradoras sufren embargos preventivos u otras medidas cautelares sobre sus patrimonios, como práctica judicial habitual, sin que se tengan en cuenta los estrictos parámetros de control de solvencia a los que están sometidas.  

El control del Estado ejercido a través de la Superintendencia de Seguros de la Nación garantiza que las empresas que operan seguros tienen las reservas suficientes y cumplen con los capitales mínimos para hacer frente a los siniestros recibidos; en cualquier estadio en el que se encuentren.  

Sin embargo, y de acuerdo con un relevamiento surgido de los propios aseguradores, esta práctica inmoviliza aproximadamente $5,000 millones entre los operadores de seguros patrimoniales. De estos, más del 80% se encuentra inmovilizado en cuentas de las aseguradoras, sin posibilidades de inversión y en muchos casos con trámites muy engorrosos para sustituirlos por otros activos o garantías. 

Esta paralización de fondos implica un gran perjuicio para la actividad económica, tanto de las compañías como del país en general, ya que al ser mercado asegurador unos de los principales inversores institucionales en el Estado, no se permite que ese dinero sea utilizado para inversiones de calidad que garanticen a las Aseguradoras el valor del mismo como tampoco formar parte de la cadena productiva a través de su inversión. De esta manera, atentan contra la sostenibilidad de la actividad. 

También debe destacarse que este bloqueo de fondos afecta al normal desenvolvimiento del pago de siniestros que cumplen día a día las compañías tanto a asegurados como terceros reclamantes. 

Es importante resaltar que, durante el ejercicio cerrado a junio 2020, (comprende el período Julio 2019 / Julio 2020), en la República Argentina fueron denunciados de 2,6 millones de siniestros, de los cuáles 1,3 millones corresponden a daños y lesiones a terceros por accidente. Durante ese período, la tasa de judicialización sobre los siniestros estuvo por debajo del 2%.   

Es decir que el 98% de los casos son liquidados por las aseguradoras en distintas etapas sin la necesidad de la intervención de la justicia, demostrando el dinamismo y la voluntad de indemnizar de la actividad aseguradora. 

Desde la AACS apuntan: “Esta práctica, fundada en normas procedimentales, desconoce la situación de control patrimonial que ejerce la SSN y aplica a esos activos ya controlados una medida sobre abundante e innecesaria. Es claro que una medida de esta naturaleza trabada sobre los activos del asegurador no cumple función alguna y se agota en su misma ineficacia”. 

Solo el 56% de los argentinos se siente seguro al manejar su auto

La Asociación Argentina de Compañías de Seguros midió el nivel de seguridad vial, y advirtió que se trata de un tema que preocupa a los argentinos.

En los últimos años, la seguridad vial es un tema que preocupa a los argentinos. La Asociación Argentina de Compañías de Seguros creó el “Índice de Seguridad AACS” con el objetivo de medir el nivel de tranquilidad/intranquilidad de la sociedad y así realizar un aporte a la comunidad para comprender sus preocupaciones y buscar soluciones conjuntas. 

En esta primera entrega, entre abril y junio se midió el nivel de seguridad vial para entender cómo se sienten las personas respecto al uso de medios de transporte y la posibilidad de tener un accidente. Las mujeres son quienes más inseguridad demuestran en los diferentes ámbitos.

El 56% de la población afirma sentirse seguro al manejar su auto. La sensación de inseguridad disminuye entre los millennials en comparación con el resto de los grupos etarios, y estar cubierto por un Seguro de Auto (53%), frente a no estarlo (67%). 

En cuanto a las motos, el 56% de los encuestados se sienten inseguros al conducirlas. Algo similar ocurre andando en bicicleta, vehículo en el que solo un 30% siente seguridad. 

Las mujeres sienten que corren más riesgos (85%) que los hombres (74%). Con la edad también hay un aumento de sensación de inseguridad: los millennials se sienten menos inseguros (69%), seguidos por el grupo entre 35 y 44 años (75%) y, finalmente, de 45 años en adelante (81%). 

Respecto a los peatones, un 69% manifestó sentirse inseguro en la calle, sobre todo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (77%) frente al interior (70%). Las mujeres siguen siendo las que menos seguridad siente (84%) en comparación con los hombres (66%). Tener contratado un Seguro de Vida (68%) disminuye la preocupación, en relación con no tenerlo (76%). 

Por último, quienes viajan en transporte público tienen una sensación de inseguridad del 64%, que aumenta en mujeres (75%), en relación con los hombres (65%). A diferencia de otros vehículos, el segmento entre 35 y 45 años se siente más desprotegidos (76%), seguidos por los mayores de 55 años (72%), el grupo entre 45 y 54 años (68%) y los millennials (58%). 

El índice de seguridad AACS de abril a junio es de 30/100. Si bien este es hoy un indicador abstracto que no tiene valor en sí mismo, será a través del tiempo cuando se podrá comparar su evolución. 

“Desde la AACS asumimos nuestra responsabilidad social y estamos dispuestos a contribuir en pos de una mejor sociedad, concientizando a las personas y visibilizando problemáticas, con información confiable y certera basada en datos estadísticos”, indicó Gustavo Trias, director ejecutivo de la AACS. 

Entendiendo que la seguridad vial es una cuestión primordial en la sociedad y que hay pequeñas acciones con las que todos podemos contribuir en la reducción de los accidentes de tránsito, la AACS lanzó la campaña “Evitar accidentes está en nuestras manos”, para concientizar a la población sobre la importancia de respetar las medidas de seguridad vial. 

En ese aspecto, la velocidad es uno de los principales factores de riesgo tanto en la ocurrencia de colisiones como en las consecuencias de las mismas y por eso es imprescindible que los conductores respeten los límites establecidos. 

La campaña invita a tomar conciencia sobre el respeto de las señales de tránsito, y propone bajar la velocidad 10km/hora para reducir un 30% los accidentes de tránsito. 

Ya se sumaron a esta iniciativa las principales compañías de seguros, entre ellas Nación Seguros, Mapfre, Integrity Seguros, Sura, Berkley, Insur, Federación Patronal, Meridional Seguros, Allianz, Experta, HDI, Provincia Seguros, Colón, CESVI. 

La AACS busca concientizar sobre el uso del celular mientras se conduce

La Asociación Argentina de Compañías de Seguros lanzó la campaña “evitar accidentes está en nuestras” advirtiendo sobre el peligro grave peligro del uso del celular al volante.

Cada año los accidentes de tránsito provocan casi 1,3 millones de muertos y 50 millones de heridos. El error humano es el principal factor de siniestralidad vial y en ese contexto, las distracciones son sus causas fundamentales. Dentro de ellas, el celular es una de las principales. 

En el marco de su campaña “Evitar accidentes está en nuestras manos”, la AACS lanza el tercer eje con el objetivo de concientizar sobre el uso del celular. 

Según la OMS, el uso del teléfono celular hace que el conductor desvíe la mirada de la carretera, quite las manos del volante y aparte su mente de la carretera y de la situación existente. Es precisamente ese tipo de distracción, conocida como distracción cognitiva, la que tiene mayores consecuencias en el comportamiento del conductor. 

De esta manera, es difícil que una persona realice las tareas principales, esenciales para la conducción segura de un vehículo, cuando está llevando a cabo una tarea secundaria, por ejemplo, utilizar el teléfono celular. Como resultado, la conducción se deteriora debido a la distracción. 

Un auto que circula a 120 km/h recorre unos 35 metros por segundo. Si se lee un mensaje de texto durante solo 5 segundos, estará manejando 175 metros sin prestar atención en el camino. 

Sin embargo, un informe del CESVI refleja que el 13,5% de los conductores lo utiliza mientras maneja, y que el 27% de los conductores distraídos son jóvenes de entre 20 y 30 años. 

Dicho relevamiento, asegura que el 60% de los siniestros graves se produce por las distracciones de los conductores. Mientras que un conductor tarda 8 segundos desde que recibe un WhatsApp hasta que termina de leerlo, el riesgo de chocar se incrementa 4 veces cuando se envían mensajes o se mantiene una conversación. Además, hablar por teléfono equivale a conducir con 1,0gl de alcohol en sangre, el doble de lo permitido. 

Entendiendo que la seguridad vial es una cuestión primordial en la sociedad, la AACS invita a que, con pequeñas acciones y cambios en las conductas, la población contribuya en la reducción de los accidentes de tránsito. 

La campaña Evitar Accidentes Está en Tus Manos cuenta con una parte informativa y otra de invitación a la acción partiendo de cuatro vertientes: reducción de la velocidad, utilización del cinturón de seguridad y sistema de retención infantil (SRI), utilización del celular al conducir y el consumo de alcohol al volante. 

Desde AACS manifestaron preocupación por la situación impositiva del sector

Advierten que en el año 2020 los asegurados aportaron al fisco 168.000 millones de pesos.

La respuesta frente a la actual crisis y la pesada carga impositiva sobre las espaldas de los asegurados es la disminución progresiva de la proporción de los vehículos asegurados con la pérdida potencial del cuidado del patrimonio de las personas. 

Aun así, las inversiones en instrumentos públicos llegan a $370.000 millones; la mitad de la facturación anual del sector. 

Un nuevo impuesto proyectado sobre la agobiada población no hará más que agravar la situación 

La industria aseguradora en general y el ramo automotor en particular está sufriendo un gran impacto en su rentabilidad. La proporción de vehículos asegurados disminuye, implicando una pérdida de capital social. 

En la Argentina, el sector asegurador realiza una gran contribución en términos económicos para el desarrollo del país, sin tener en cuenta la función social que cumple al ser una actividad basada en la solidaridad, entendiendo como tal, la unión de un grupo de personas o empresas que hacen sus aportes para poder solventar las pérdidas económicas o materiales ante la ocurrencia de eventos no deseados, como ser accidentes, incendios, catástrofes naturales. 

Este concepto de solidaridad permite tanto a los privados como al Estado cubrir sus pérdidas, y continuar operando después de grandes catástrofes o temas menores; que solo pueden ser valorados por quienes sufrieron las pérdidas en cada momento. 

Aporte del sector asegurador al desarrollo de la Argentina 

Desde el punto de vista del aporte impositivo, aproximadamente un 20% de las pólizas que abonan los asegurados corresponden a carga tributaria. Este impuesto es calculado sobre las primas del sector, las cuales sostienen la actividad para solventar los siniestros y los gastos de gestión y venta de las compañías de seguros. Por lo cual, todo lo que se eroga por encima de las primas son impuestos o tributos que van al precio del seguro. 

La AACS lanza una campaña de concientización sobre el uso del cinturón

Un informe revela que aún el 22,8 % de los conductores no lo utiliza. La cifra es aún más alarmante si hablamos del copiloto o acompañante delantero ya que sólo el 50,3% lo utiliza.

La Asociación Argentina de Compañías de Seguros concientiza sobre la importancia del uso del cinturón y el Sistema de Retención Infantil. 

Los siniestros viales o accidentes de tránsito se llevan miles de vidas cada año y, a pesar de las restricciones a la circulación, continúan siendo una preocupación. 
 
En el marco de su campaña “evitar accidentes está en nuestras manos”, la AACS lanza un segundo eje con el objetivo de concientizar sobre el uso del cinturón y el Sistema de Retención Infantil (SRI). Este hábito, que debe ser cumplido por ley, puede contribuir en la reducción de siniestros fatales. 
 
El cinturón de seguridad es el elemento que más vidas salva a lo largo de la historia. Su uso reduce la probabilidad de resultar muerto en hasta un 50% para conductores y pasajeros de los asientos delanteros y cerca de un 25% para aquellos que ocupan los asientos traseros. 
 
Sin embargo, un informe del CESVI refleja que aún el 22,8 % de los conductores no lo utiliza. La cifra es aún más alarmante si hablamos del copiloto o acompañante delantero ya que sólo el 50,3% lo utiliza, mientras que los pasajeros que viajan en los asientos traseros, en un 68,2% no se lo colocan. 
 
Por su parte, la OMS indica que el 75% de todos los ocupantes de vehículos que son expulsados en un accidente acaban falleciendo.