Piden el envío a juicio oral de la diputada Aída Ayala

El fiscal de Resistencia acusa a la diputada radical de haber firmado un convenio con sobreprecios cuando era secretaria de Asuntos Municipales de la gestión de Cambiemos.

El fiscal federal de Resistencia, Patricio Sabadini, pidió el envío a juicio oral y público de la diputada nacional Aída Ayala (UCR), quien es acusada de haber firmado un convenio con sobreprecios con un municipio de Chaco para la compra de herramientas y maquinarias.

Según reveló el portal Infobae, Sabadini pidió el envío a juicio de Ayala y otros tres acusados, todos procesados por supuesto fraude a la administración pública, y ahora la jueza federal de Resistencia, Zunilda Niremperger, deberá resolver sobre el planteo.

De acuerdo con la acusación, Ayala firmó en 2016 –cuando se desempeñaba como secretaria de Asuntos Municipales del gobierno de Mauricio Macri- un convenio con el intendente de Quitilipi, Sergio Casalboni, para la compra de máquinas y herramientas con un subsidio de 960.093 pesos.

En el convenio, informó el portal citado, la compra con sobreprecios fue direccionada a una empresa que ya había sido favorecida, “Service Hogar”, mediante la intervención de dos exfuncionarios de Ayala en Resistencia, Matías Balmaceda Paiva y Miguel Ángel Vilte.

El fiscal Sabadini consideró que Ayala “omitió deliberadamente todo tipo de control de precios de las herramientas y maquinarias adquiridas, continuando el trámite normal y aprobando posteriormente la rendición de cuentas”.

En el fallo citado por el mencionado portal, Sabadini agregó que se gastaron “casi un millón de pesos, siendo que ha podido comprobarse que la adquisición de tales elementos se podría haber realizado por mucho menos que lo que se abonó finalmente”.

En 2018, la jueza Niremperger pidió el desafuero de Ayala en otra causa, donde la diputada está procesada por presunto lavado de dinero y otros delitos por haber beneficiado a la empresa “PIMP S.A.” con la recolección de residuos en Resistencia durante su gestión como intendenta.

Si bien Ayala hizo su descargo en Diputados, el pedido de desafuero nunca avanzó y finalmente quedó sin efecto en 2019 cuando la Cámara Federal de Casación Penal revocó el pedido de detención.

Una diputada que votó a favor de la ley de aborto en 2018, ahora está en contra

Es la chaqueña Aída Ayala, de la UCR. En diálogo con parlamentario.com, confirmó que cambió su postura y consideró que su decisión hace dos años fue “muy apurada”, aunque aclaró que avala la despenalización de la mujer.

Por Carolina Ramos

Hace dos años, la radical Aída Ayala fue una de las tres diputadas nacionales por la provincia de Chaco que votaron a favor del proyecto de legalización del aborto. Sin embargo, poco después confesó haberse arrepentido y hasta recibir “presiones”, y finalmente, ante el anuncio del envío del proyecto este mes, ratificó su cambio de postura: votará en contra.

En diálogo con parlamentario.com, Ayala -quien fue electa en 2017 y tiene mandato hasta 2021- consideró que su voto a favor de la Interrupción Voluntaria del Embarazo fue una decisión “muy apurada” frente a “un rechazo prácticamente unánime” en su distrito. De todos modos, aclaró que avala la despenalización de la mujer.

Yo lo que voté (en 2018) es la despenalización de la mujer, pero ahora voy a votar en contra del proyecto, porque se hizo una confusión tan grande a favor y en contra de la vida… y yo estoy a favor de la vida, y creo que todos estamos a favor de la vida. Pero ante esta situación, esta grieta y esta confusión, por supuesto voy a votar en contra, porque así lo quiere la mayoría del pueblo del Chaco”, reafirmó Ayala, quien viajó a Buenos Aires para participar de la sesión de esta semana de manera presencial.

En 2018, el voto chaqueño se dividió: Aída Ayala (UCR), Lucila Masin y Analía Rach Quiroga (Frente para la Victoria-PJ) acompañaron el proyecto, mientras que Horacio Goicoechea (UCR), Juan Mosqueda, Elda Pertile (Justicialista) y Alicia Terada (Coalición Cívica) lo rechazaron.

—¿Cambió su postura?

Sí, cambié mi postura. Primero quiero decir que no conocemos el texto, no sabemos qué ley van a mandar, pero cambié mi postura porque a lo largo de todo este tiempo he conversado con todas las instituciones, con la gente, y la verdad que hubo un rechazo prácticamente unánime a esta posición en la provincia de Chaco. Si los demás legisladores representantes de mi provincia han votado en contra, yo no puedo arrogarme la representación de un millón de personas ante una decisión tan delicada como esta. Por eso he decidido votar en contra. Ese fue mi compromiso durante todo este tiempo con la ciudadanía chaqueña, y entiendo que para tomar una decisión de este tipo deberíamos ir hacia una consulta popular. Los diputados chaqueños, si bien representamos al pueblo de la Nación argentina, no podemos ser la voz de un millón de ciudadanos en este tema. Si bien estuvimos siempre a favor de la vida, pretendemos enmendar -al menos desde mi lugar- el artículo donde se condena a la mujer determinando la prisión para aquella que se haga un aborto.

—¿Es decir que está a favor de la despenalización?

Sí, pero la despenalización de la mujer no se va a dar independientemente del aborto (legal). Yo lo que voté (en 2018) es la despenalización de la mujer, pero ahora voy a votar en contra del proyecto, porque se hizo una confusión tan grande a favor y en contra de la vida… y yo estoy a favor de la vida, y creo que todos estamos a favor de la vida. Pero ante esta situación, esta grieta y esta confusión, por supuesto voy a votar en contra, porque así lo quiere la mayoría del pueblo del Chaco. He tenido contacto con las instituciones y creo que mi decisión fue muy apurada, y no estuvo tampoco en mi programa de campaña en 2017. Y si uno se equivoca en tomar una decisión, tiene que tener la honestidad para decir ‘no representé a mi pueblo en este sentido’. Voy a seguir estos lineamientos y voy a votar en contra.

—Denunció que tras votar afirmativamente recibió “presiones”…

En realidad recibí el rechazo de la Iglesia y de las instituciones, porque sin dudas había una grieta. Pero cualquier tipo de discrepancia se resuelve conversando, y es lo que yo hice: dialogué con cada uno de los sectores que lógicamente repudiaron mi decisión y se enojaron. Pero en política no hay que enojarse, y los que representamos al pueblo tampoco tenemos que enojarnos. Al contrario: hay que escuchar al sector enojado, y si uno en algún momento se siente presionado, es un problema de uno, no de la gente. Todo se resuelve con diálogo y escuchando. Ese es nuestro trabajo. Yo no puedo legislar en nombre propio; si me equivoco, tengo que admitirlo. Hoy he cambiado mi posición. Hay un sector que obviamente está a favor, la gente más joven, y está bien que existan posiciones diferentes, pero en su momento no salieron a expresarse ni tampoco se han manifestado. Por ejemplo, el sector más combativo de la Franja Morada. Esto ha llevado su tiempo, ahora escuché por los medios que se va a tratar y no conozco el texto de la ley, pero sí puedo adelantar que mi posición va a ser diferente a la anterior.

Los que querían sesión presencial

A la hora de votar el protocolo de sesiones remotas, hubo dos legisladores del radicalismo que votaron en contra. Quiénes fueron y por qué.

En el inicio de la sesión en la Cámara baja, cuando votaron el protocolo de sesión virtual, hubo dos diputados que votaron en contra. De la oposición: el porteño Alvaro De Lamadrid y la chaqueña Aída Ayala. Ambos del radicalismo. Según pudo saber parlamentario.com, ambos eran los más críticos respecto de la sesión virtual; los dos querían que la sesión fuera presencial, y por eso se opusieron a la hora de esa primera votación.

De Lamadrid lo exteriorizó al caer la noche en su cuenta de Twitter, cuando rechazó que esa fuera una sesión histórica: “El 19 de marzo Massa cerró la Cámara y no se sesionó más. Santiago Cafiero nunca rindió informe. Aprobaron #Superpoderes institucionales. Las sesiones virtuales son una trampa. No confundamos las herramientas con quien las usa. La democracia no es una aplicación”.

Más tarde Ayala explicó también porqué no acompañó el protocolo de sesiones remotas. “No lo hice ya que desde el 1° de marzo sostuvimos que era importante que todos los diputados sesionemos en forma presencial”, apuntó.